De momento calma chicha, las sillas siguen colgadas, ninguna actividad salvo el todo terreno de la estación que sigue paseando por allí
En el valle sin embargo todos están con una tranquilidad que acojona, hablando con los empleados que residen aquí, todos están convencidos de que La Generalitat se va a hacer cargo de la estación, sin embargo, el "muerto" de los hoteles parece que no tiene nadie que lo quiera.
En este momento la situación es la siguiente:
El concurso de acreedores está bloqueado por la Generalitat, me explico, los acreedores principales (La Caixa, CAM y Catalunyacaixa), están de acuerdo en aceptar el plan de viabilidad presentado por la empresa, sin embargo la Generalitat dice que "ná de na", esto se interpreta como una estrategia para forzar la liquidación de la sociedad por falta de acuerdo y así presentar una oferta de gestionar la empresa a través de FGC, la idea no es mala, FGC es de las pocas empresas públicas que tiene unas cuenstas saneadas y no significaría mayor problema gestionar la estación, sin embargo otra cosa será lo que tarde el procedimiento, yo pienso, que si al final esto va adelante, hasta septiembre no habrá noticias y veo una temporada comenzando en Navidad y "por los pelos".
El muerto del resort es otra cosa, el complejo hotelero, sobredimensionado para lo que es la estación, no encuentra novio (a ver quien se hace cargo de ese disparate), a lo mejor, abren los apartamentos para meter algún grupo de críos entre semana, pero poco más veo.
De todas formas hay una cosa clara, la importacia de la estación para la comarca es muy grande, según Expansión y La Vanguardia (cito estos porque me parecen los mas serios), la estación significa el 66% del PIB de La Ribagorza, la situación no es comparable a los cierres de Llessui y La Tuca, porque el cierre de Llessui coincidió con la apertura de Port Ainé, y además, en El Pallars existían Super Espot y Tavascán, por lo tanto, salvo para los negocios de Llessui, su cierre apenas afectó a la comarca, lo mismo puede decirse de La Vall de Arán y La Tuca...ya estaba Baqueira, aquí sin embargo solo está Boí, así que su cierre sería un "cataclismo" para el valle, no solo por los puestos de trabajos directos, sino por la repercusión indirecta (trabajadores que se alojan en invierno, consumo en comercios, etc...), así que por el bien de todos que abran.