Desde mi perspectiva de novato, no es que la cuña "no sirva de nada", sino que, como el skiboard tiene menos longitud y menos canto, "frena menos". La solución es... frenar más: abrir bien las colas, meter canto con toda el alma y presionar con el talón, manteniendo bien la postura (centrados, flexionados y todo eso...).
La frenada más habitual es derrapando en paralelo, exactamente igual que con esquís largos. En realidad, el problema aquí es el mismo (menos longitud de canto, "frena menos"
, pero al ser más fácil meter más canto, y poder tumbar hasta donde sepas, "parece" más efectivo.
Y hablando de la cuña, me sorprendió lo fácil e intuitivo que es hacer la cuña y los giros en cuña hacia atrás con skiboards...