Lo normal es que los pisters de Cerler sean amables, pero por desgracia el domingo me tocó el que no lo debe ser, o al menos ese día.
Estaba en la cinta del Ramascaro con mis hijos y el señor que siempre suele estar ahí, es un encanto, muy amable y siempre ayudando a los niños y muy pendiente de todo, pero el que había ahí en su cambio de turno por descanso o lo que fuera, un chico joven, vaya pena, se metió en la caseta a fumar y ahí se quedaba durante tiempo y tiempo sin estar atento, de vez en cuando salía estaba un par de minutos y otra vez adentro, con tan mala suerte que se cayó mi hijo peque de 2 años y medio en la cinta yo iba detrás lo agarré pero entre que le pisaba el esquí y lo subía, vaya numerito menos mal que no va deprisa la cinta y al final conseguimos ponernos de pie, miré para atrás y por supuesto que ni se dió cuenta estaba dentro de la caseta, cuando bajé con el niño me acerqué y le dije que a ver si estaba mas atento, lo mejor estaba por venir, me contestó que sí que sí, y ahí se quedó, le dí hasta unos minutos pero el chico ni se movió de la caseta, porque además estaba sentado y no creais que miraba por el cristal a ver que pasaba.
Al final me dirigi a atención al cliente se lo comenté por palabra, y justo antes de llegar a la cinta, no antes porque me lo dijo mi mujer, salió de la caseta y estubo de pie y pendiente de todo hasta que vino el habitual, gracias a dios.
Todo este rollo, sólo es para recalcar que lo normal es que sean amables y gente maja, pero si pasa algo, no dudéis en ir a Atención al cliente porque además de ser lo mas efectivo ya que actuaron con rápidez, se solucionan problemas que a la larga es mala imagen para la estación (que eso era lo que menos me preocupaba en ese momento), y mala leche que haces durante el día.
Después de este rollo, otra vez mi enhorabuena a todo el colectivo de pisters que son lo más, (excepto uno,
).
Salu2,
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. Cuando me dí cuenta ya ví la silla dando la vuelta y bajando de nuevo 
. Así que le dije al pister de arriba que si me podía hacer el favor de avisarle al de abajo para que me cogiera el bastón y me lo guardase. Yo estaba confiado de que así lo haría porque los pisters suelen ser muy amables con los esquiadores y efectivamente así fue, se comportaron muy amablemente conmigo 
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. Estaba preocupado porque si se caía el bastón no podría cogerlo porque por donde va la silla tiene un acceso un tanto difícil. Y ya, cuando casi estaba terminando la pista veo que paran la silla unos segundos y ahí fue cuando supuse que mi bastón había sido rescatado 
. Cuando llego abajo veo mi bastón clavado en la nieve y al pister saliendo de la caseta y yo, por supuesto, dandole las gracias por todo. Menos mal que lo pude rescatar porque el equipo era alquilado y ya me veía pagando unos bastones nuevos 
. Dí que unos bastones no valen tanto como unas botas o unas tablas pero no me hubiera hecho mucha gracia, desdeluego.
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