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Medicine
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Pastor
Menuda m***** de reportaje! Ni una misera foto de comida o de bebida!!
psssss
Eres un grande y lo sabes!
Una muestra de galletas alemanas que hicimos la noche del 12 de diciembre en Grenoble, cuando nevaba en la ciudad:
Una copa de Conde de San Cristóbal en el Cap del Port, un vino que me gustó mucho:
Unas pizzas que me hice (la masa y todo, que en la montaña eso no se puede comprar) al llegar a casa el 18 de enero ese tan glorioso:
Unafideuà vegetalplato de pasta con cosas la noche antes del fantástico 24 de enero:
La única cerveza que me he tomado en pistas esta temporada, Grimbergen tripel en Chamrousse el 20 de marzo:
Más no tengo, lo siento
AHORA si que si!!!!
el dia que conociste a Raton y TROCK (no se si le conocias ya o no) tambien conociste a otro forero! jajajjaa a mi! es coña! jajjajaja
Gran resumen! asi quiero hacerlo yo como homenaje a la temporada y para tenerlo para el recuerdo! al final me interesa a mí y a unos cuantos, pero mola tenerlo ahí!
un abrazo crack!
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farandi
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Unas pizzas que me hice (la masa y todo, que en la montaña eso no se puede comprar
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La única cerveza que me he tomado en pistas esta temporada, Grimbergen tripel en Chamrousse el 20 de marzo:
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el dia que conociste a Raton y TROCK (no se si le conocias ya o no) tambien conociste a otro forero! jajajjaa a mi! es coña! jajjajaja
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se me ha pasado completamente mencionarlo el año que viene seguramente viva en austria, ya te pasarás, supongo 
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Una copa de Conde de San Cristóbal en el Cap del Port, un vino que me gustó mucho:
Unas pizzas que me hice (la masa y todo, que en la montaña eso no se puede comprar
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La única cerveza que me he tomado en pistas esta temporada, Grimbergen tripel en Chamrousse el 20 de marzo:
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Uyyss es verdad
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Unas pizzas que me hice (la masa y todo, que en la montaña eso no se puede comprar
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La única cerveza que me he tomado en pistas esta temporada, Grimbergen tripel en Chamrousse el 20 de marzo:
Más no tengo, lo siento
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el dia que conociste a Raton y TROCK (no se si le conocias ya o no) tambien conociste a otro forero! jajajjaa a mi! es coña! jajjajaja
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un abrazo crack!
Uyyss es verdad
Parte 5. Visita a Grenoble y los últimos coletazos en los pirineos
En Grenoble tuve la suerte en mi anterior estancia de conocer a Vincent, un chico de Alemania que después de hacer su estancia Erasmus el primer semestre decidió quedarse para esquiar el mayor número de días que le fueran posibles. Cuando quedamos para esquiar en 7 laux el 14 de marzo, creo que iba por 70. Sin forfait de temporada y sin coche no me pareció nada mal
La cuestión es que siempre estaba motivado para ir. En esta ocasión consiguió el coche de una amiga, por lo que fue bastante sencillo decidirse. Hay que decir que por esos lares también reinaba el pesimismo, y fue mi insistencia en que lo que caía arriba era nieve, y no lluvia, la que hizo posible pasar un fantástico día por los bosques de su backside. Los remontes más altos estaban cerrados, y la verdad es que la calidad de la nieve no era lo mejor, pero vaya, polvo-húmeda sin pisar se deja esquiar muy bien, y es que no había más de 20 personas en toda la estación. Por la tarde, ya volviendo, incluso se abrió para ver el verde fondo de valle...
El miércoles, día 15, se anunciaba soleado, aún fresco, con nieve reciente... Día perfecto para ir a una grande. Yo le dije que prefería Les 2 Alpes, por conocerla mejor y porque Alpe d'Huez es muy soleada, esos días se celebraba el tomorrowland y porque me intuía muchas rocas destrozando mis esquís. Poco me esperaba la cantidad de gente sedienta de nieve polvo que nos encontramos, y menos después de esquiar esa nieve sin ningún tipo de estrés el día antes. Lo de las colas de esa estación para subir des del pueblo a primera hora no tiene nombre, colas largas y lentas.
Total, que una vez arriba seguía todo cerrado por control de avalanchas, por lo que la gente, impaciente, bajaba otra vez debajo de la silla sin base alguna, dejando más de un regalo para las tiendas de alquiler.
Finalmente conseguimos escaparnos de la muchedumbre y disfrutamos de buenas bajadas en la zona de La Fée, en Pierre Grosse y en Bellecombe. A la hora de comer no quedaba nadie, por lo que esquiamos nieve polvo hasta las 5 de la tarde.
Jueves Vincent me había colado en el grupo de Uglisse para ir a La Grave. ¡La Grave! Tantas historias había escuchado sobre este mítico sitio. ¡No sigas las trazas de otra gente! ¡Te vas a matar! ¡La mejor estación de esquí del mundo! ¡Pura libertad!
Pues con las expectativas altas fui, y sinceramente, sin más. Desde entonces he aprendido que en La Grave hay que mirar hacia abajo en vez de hacia arriba, para hacer las larguisimas canales que bajan a la carretera. Lo que es dentro del dominio de la estación (donde se puede llegar con remonte y volver al remonte sin andar o hacer autoestop) me pareció normalillo. Como cualquier estación de esquí con un poco de monte más allá de las pistas. Que sí, que las bajadas tienen mucho desnivel, pero el tiempo en el que en otra estación haces una ronda más en La Grave aún estás haciendo una diagonal o un camino por el bosque. Que por cierto, lo que más me gustó fueron los baches en el bosque, puro placer. Habrá que volver algún día con más nieve, aunque creo que prefiero subir andando para hacer una bajada del estilo La Grave en soledad que ir por canales chulas pero llenas de bañeras un día después de una nevada.
El viernes hicimos día de descanso, y el sábado me fui a 2 alpes a ver si quedaba alguna línea sin tocar. Tuve suerte, y las bajadas que había visto el miércoles:
Seguían disponibles, por lo que me pasé buena parte de la mañana haciendo el tipo de esquí que pensaba que iba a hacer en La Grave, pero al lado mismo de una silla de 6 desembragable
Domingo, lluvia, día de actividad alternativa. Para mí, el highlight de esta visita a Grenoble, una sesión de espeleología. Cuando tengo calor me considero bastante claustrofóbico, por suerte hacía bastante fresco en la cueva y a parte de un par de pasos estrechos al principio eran salas enormes, de hasta 30 metros de altura. Completamente espectacular, y fue muy chulo practicar manipulaciones de cuerdas en un sitio así. No sé si puedo decir que es muy recomendable, pues a una chica que iba con nosotros (que es escaladora profesional) le dio bastante mal rollo, pero a mí ¡Me encantó!
Total, lluvia en el valle significa nieve arriba, o eso nos decíamos. La cota estuvo algo justilla, pero lunes volvimos a Chamrousse y encontramos nuestro oasis de nieve polvo en la silla de Lacs Robert, después de pelear con una niebla que iba subiendo cada vez que cogíamos el telecabina a 1650... No pasa nada, pinza fija a 2000 y a dibujar... Al cabo de unas horas la niebla bajó y fuimos a explorar la zona de Casserousse. Me encontré una canal que resultó algo más estrecha de lo que parecía, con un resalte algo más técnico de lo que pensaba. Fallo mío, incluso en una estación pequeña y familiar como Chamrousse te puedes meter en un buen berenjenal... Eso sí, después del resalte quedó una canal de lo más simpática a 50 grados...
Quisimos alargar la jornada haciendo una excursión a La Botte, pequeño pico al lado de la estación con una simpática cara norte que mantenía la nieve en excelentes condiciones. Un centre punch con radio corto para aprovechar al máximo la nieve:
Y como Vincent es un motivado, me dice que en vez de subir a la Croix podemos subir la cresta que nos separa de Lacs Robert, así que lo hacemos y nos encontramos de recompensa una bonita bajada con nieve polvo al sol:
La vuelta... fue menos idílica. El camino de verano hace subidas y bajadas hasta el Col de la Balme, y se nos hacía tarde. Pero bueno, bonito lo fue
El martes otro día de descanso que tocaba salir a nuestro garito de referencia, La Bobine. Cierra pronto, por lo que es perfecto para aquella gente que quiere aprovechar el día después en vez de pasarlo de resaca
Yo ya me iba el viernes, así que había que aprovechar los últimos días. Un amigo se iba a hacer una canal en les Ecrins, y eso despertó en mi la idea de ir a subir una cara, la Face NW des Ecrins, en la que había tenido un accidente en Mayo de 2021, cuando una purga provocada por un esquiador que venía de arriba me arrastró centenares de metros dando vueltas de campana...
Foto skitour.fr
Pues se me puso a la cabeza intentar subir la misma cara para llegar arriba y quitarme la espinilla de aquella ocasión. No quería presionarme ni presionar a nadie, así que fui solo. La idea era escuchar a mi cuerpo e ir haciendo a mi ritmo, sin prisas. Subí miércoles por la tarde hasta la cabaña de pastores que hay a los pies del glacier d'arsine con la intención de irme a dormir pronto, despertarme pronto y subir pronto, para no encontrarme con fantasmas del pasado con el sol en la cara. La mala suerte quiso que se nublara bastante y el pico me pareció demasiado. Había poca nieve, roca descompuesta y niebla que iba a impedir disfrutar de las vistas , que era la motivación principal para salvar los últimos 150 metros. Así pues, bajada desde el collado con nieve polvo, algo venteada, algo crosta, pero disfrutona en general y bien adherida a las capas inferiores (no estaba yo para sustos...). ¿Misión cumplida?
De vuelta a los pirineos, el panorama era desolador, pero ya me lo tomaba con filosofía. Este año ha nevado poco, y la temporada de esquí acaba mal. No pasa nada, esquiamos como si fuera Mayo y nos lo pasamos bien igual.
El mítico camino de acceso a Bonaigua.
Una línea que no pensaba que fuera a hacer, pero medio en broma medio enserio al final cayó:
Y de repente, como si la montaña supiera que yo había vuelto, ¡otra nevadita! Vestidas de blanco otra vez... Maquillaje, pero qué bien le sentaba
La reapertura de Peülla fue el mejor regalo que me pudo hacer la estación. Después de un lunes más nublado de lo que nos hubiera gustado y un martes con mucha crosta y nieve dura, el miércoles por la mañana lo pasamos genial con una capita de nieve polvo y las líneas que sabíamos que tenían base, aunque alguna sin base también cayó
Luego, tocaba hacer un Destrepe, que seguro que mantenía buena nieve. Cambio de mochila, cuerdas y aparatos varios, y vamos para allá.
Día genial
Visto el éxito, hablamos para ir a hacer la bajadita de al lado, que el compañero nunca la había hecho tampoco. Quedamos que lo concretamos durante la mañana, y al final lo convenzo a la una para ir a la zona donde fuimos el 1 de febrero a intentar la canal escondida... Para eso sí que salimos de casa! Después de un número indecente de porteos para estar a más de 2200 metros a principios de abril, logramos calzar crampones a eso de las 15:40, y encaramos el primer (¿último?) resalte a las 15:50
La subida es bonita, y la nieve polvo abundante nos hace olvidar la hora que es y la vuelta que nos espera... 45 minutos más tarde estamos en el tercer (¿o primer
Bajada muy chula hasta el estrechamiento:
¡E incluso más chula debajo!
Feliz una vez debajo, y viendo que la vuelta por arriba no está tan mal.
Y con eso damos por finalizada la temporada de esquí serio en Baqueira.
Quedaba la parte menos seria
Día 10 de abril, último día de la temporada. Poca gente, nieve entre cremita y pescadería, y poca ropa
Resumen temporada Medicine entre 5 de noviembre 2022 y 10 de abril 2023:
-30 días forfait en Baqueira
-6 días Les 2 Alpes
-3 días Chamrousse
-1 día La Grave
-1 día 7 Laux
-10 días travesía Alpes Franceses
-6 días travesía Pallars Sobirà
Total: 57 días
Y todo esto escrito en un bus camino a Bolzano, donde llego en un par de horas para visitar a mi hermano en su nuevo hogar, en los alpes italianos. Por lo que:
CONTINUARÁ....
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Medicine
Resumen temporada Medicine entre 5 de noviembre 2022 y 10 de abril 2023:
-30 días forfait en Baqueira
-6 días Les 2 Alpes
-3 días Chamrousse
-1 día La Grave
-1 día 7 Laux
-10 días travesía Alpes Franceses
-6 días travesía Pallars Sobirà
Total: 57 días
Y todo esto escrito en un bus camino a Bolzano, donde llego en un par de horas para visitar a mi hermano en su nuevo hogar, en los alpes italianos. Por lo que:
CONTINUARÁ....
Llego a Bolzano el 17 de abril a las 7 de la tarde. Mi hermano me pone la vida fácil, me lleva el equipaje en bus mientras me deja su bici para ir a su casa. Bolzano es una ciudad pequeña, muy manejable en bicicleta y con un montón de autobuses para moverte. Los estudiantes tienen una tarifa plana que les permite coger todos los métodos de transporte público por 150 euros al año, si no me equivoco. Incluye el tren por todo el SüdTirol, por lo que todos lo tienen.
El día 18 mi hermano tiene clase, y yo me lo paso también estudiando en la universidad. Sin yo enterarme mucho ya se ha planeado la primera salida de mi estancia, a Valle Aurina (Ahrntal en tedesco, que en este valle no se lleva mucho el italiano). Por la tarde cogemos una serie de trenes para ir a Brunico, donde vive uno de los compañeros de clase de mi hermano. Vamos un buen grupo: un catalán, un italiano de Vicenza, los gemelos de Val di Fassa, el chico de Brunico, mi hermano y yo. Nos quedamos a dormir entre sofás y el suelo, y nos levantamos pronto para ir a Valle Aurina.
Día 19: Día gris, con algún claro que tampoco deja ver más allá de las montañas de enfrente. Empezamos a 1600 con muy poco porteo. Me comentan que por esta zona, al lado de la Cadena Principal Alpina, nieva más que en las dolomitas. No hay mucha nieve, pero de sobras para esquiar. Mucha media ladera incómoda para entrar al "valle del Viento" que por suerte hoy está en calma. El objetivo en realidad era el Unterer Rötspitze, pero yo y el chico de Vicenza, que ha aprendido a esquiar este invierno, no estamos muy finos y nos quedamos en el refugio, donde charlamos y aprovecho para enseñarle cuatro conceptos de nivologia. El grupo sigue hasta unos 2950 metros y vuelve a bajar, tardando nada y menos.
En parte me he quedado en el refugio para ahorrar fuerzas, pues subiendo había alguna bajada que me interesaba intentar. Convenzo a los gemelos y a mi hermano y vamos para allá, mientras los demás bajan por donde hemos subido. Después de un primer paso incómodo, avanzamos bien, aunque sin ver un pimiento, por un relieve ondulado, hasta una espalda de la montaña. Bonito sitio:
Y bonita bajada:
Nieve polvo del fin de semana, la bajada resulta mucho más disfrutona de lo esperado. Bajamos al llano:
Y de vuelta a Brunico. Hacemos una operación muy curiosa entre coches y trenes para poder llegar a una supuesta fiesta en Trento... Que resulta tener una cola que nos hace tirar hacia un bar conocido por sus extraños brebajes. Y extraños fueron, cada uno peor que el anterior. Al final, una ronda de cervezas para limpiar el paladar, y a coger el último tren a Bolzano.
Día 20: Reposo y estudio.
Día 21: Mi hermano me había dicho que le había prometido a un compañero de clase que le rescataría la bota de montaña, perdida en un mirador mientras comía. Con cuerdas y demás trastos cogemos el primer Funivia del Colle del día, aparentemente el primero del mundo y también incluido en la tarjeta de transporte de los estudiantes, aunque debido a que se han olvidado de abrir la puerta tenemos que entrar por la salida...
Bonito bosque encima de la ciudad, y rescatando la bota (bastó con un rápel de 15-20 metros) incluso despejó la niebla. Parece que ha nevado, y nos las prometemos felices para el día siguiente:
Día 22: Hoy hace sol, y vamos a las Dolomitas. ¡Al fin! Con los gemelos y el catalán hablamos por whatsapp para decidir la ruta. Nos llama la canal NW de Torre Innerkofler, un potente descenso de 400 metros de desnivel con pendientes que llegan a los 50º. Sin haber encontrado mucha más información que una foto frontal y un vídeo del año pasado, decidimos dar una vuelta, y si parece que vale la pena, se intenta, y si no, igualmente disfrutamos de un precioso día.
Cogemos el primer bus para ir al pueblo de los gemelos, y de allí salimos en coche al Passo Sella, donde empezamos a 2175 metros con los esquís a los pies
Los primeros metros los hacemos rápido por las pistas recientemente cerradas. Subimos por una cresta suave hasta un paso a 2550 metros para cambiar de vertiente. La idea es aprovechar por la mañana para pasar por estas zonas, pues la previsión de es de subida de temperaturas y purgas de nieve húmeda. Un espectáculo pasar por debajo de estos paredones.
En nada estamos a la base de la canal. Se notan las rocas cerca, menos mal de la nevada del día anterior. Caen las primeras bolas, pero se ve corta y decidimos subir.
Espectacular paraje, aunque los cambios de temperatura entre sol y sombra hacen muy pesada la subida, enganchándose la nieve que da (dis)gusto.
¡Menudo sitio! Esto sí son las Dolomitas
Expectantes llegamos al collado. ¡Sorpresa! La nieve de ayer ha caído directamente sobre rocas los primeros metros de la canal. Ya me avisaron que había sido un mal invierno....
Tampoco nos vamos a quejar...
A pesar de algún tiburón muy bien escondido, nieve polvo de escándalo, menuda puerta de entrada al Gruppo del Sassolungo
Abajo, y teniendo en cuenta la poca nieve que había en esta canal, dejamos de lado la Torre Innerkofler y su espectacular cicatriz...
...Para aprovechar una traza ya marcada de un grupo que se lo está pasando bomba con uno de los mejores días de la temporada en las Dolomitas. La verdad que el sitio no es para menos...
De vez en cuando cae nieve de los picos con mucho ruído y una gran nube de polvo. No nos encontramos en pendientes ni orientaciones en las que nos preocupen las avalanchas, pero hay que tener en cuenta lo que tienes por encima.
Nos dirigimos hacia una canal oeste después de un buen cacho orientado a norte, pero las purgas que caen desde arriba y el estado en el que está después del paso del grupo anterior nos hace darnos media vuelta sin llegar a ver el otro lado. Buena nieve polvo durante unos 300 metros y nos paramos a comer. El grupo decide subir a por un trozo más de polvo, mientras yo decido de nuevo quedarme sentado. Se nota que este invierno he hecho poca travesía y nada de bici...
Bajamos hasta el Rifugio Vicenza, con nieve muy húmeda por debajo de 2400. Aquí, vuelta a subir hacia la Forcella del Sassolungo. Paraje verdaderamente sobrecogedor.
La belleza es abrumadora, increíble.
Mientras a 2700 metros es invierno, en el valle es primavera:
Y.... al otro lado del cuello, también
Bajada con mucho cuidado para no coger demasiados tiburones por nieve entre podrida y crosta, pero se llega al coche. De hecho, mi hermano y uno de los gemelos deciden alargar otros 400 metros la bajada en dirección Canazei. Otra cosa no, pero el estado de las pistas es simplemente espectacular. Cómo se nota el trabajo de los cañones por esta zona! Alfombras aún una semana después del cierre.
Sea como sea, el segundo día ha sido todo un éxito.
Día 23: Reposo y estudio.
Día 24: Mi hermano propone la Canale dei Bureloni, una buena canal con 500 metros de desnivel, más otros 500 de salida, y pendientes que llegan de vez en cuando a los 50 grados, 55 arriba del todo. Está situada en el grupo de Pale di San Martino.
El único pequeño inconveniente es que el día anterior estuvo lloviendo, y el 24 amanece lloviendo en la ciudad, nevando en cotas bastante altas. Confianza ciega en las previsiones, que indican que a partir del mediodía empieza a clarear. Como un compañero tenía cosas por la mañana, salimos bastante tarde de Bolzano, pasando a recoger a los gemelos antes de dirigirnos a Passo Rolle, a 1965 metros. Empezamos a andar sobre la 1. Primero, subidita por las pistas para calentar.
Bonitas las montañas estas, incluso con la nube aún metida:
Nieve húmeda, de momento, hasta 2200. Una bajada hasta 1900 por nieve húmeda, con woompfs bajo los pies y las primeras dudas.
Hablamos sobre la nieve. Si no cambia a mejor, no subimos la canal. Trato hecho. Canal a la vista.
Subimos hasta 2400, empieza a cambiar. Volvemos a hablar de la nieve. Parece que hay placas de viento. Una cizalla de mano: pinta bien, por ahora.
Cayó una avalancha el día anterior a lo largo de toda la canal. En las zonas donde ha pasado, ni rastro de inestabilidad. En los laterales, acumulaciones de viento que parecen susceptibles a desencadenarse. Cuidado pues, pero mientras sigamos la traza de la avalancha, vamos bien.
90 cm de nieve polvo no hacen nada fácil avanzar por la canal. Nos lo tomamos con filosofía. Vamos subiendo, vamos rotando, y a ver dónde llegamos. ¿Hasta qué hora queréis andar? Hasta las 6, perfecto.
Las manos empiezan a coger frío. En la zona alta de la canal sopla viento, se hace tarde. Igual ni hace falta seguir hasta las 6. A las 17:45 empezamos a ponernos los esquís. Estaremos a unos 2950 metros, con nieve hasta las pelotas, y empieza a salir el sol. ¿Qué más se puede pedir?
La canal tampoco pinta mal, la verdad...
Empiezo yo. Unas curvas, muy buena nieve. Con calma hago el primer resalte por la izquierda, sin problema. Me aparto un poco para no quedarme en la linia de máxima pendiente. Error, cede una pequeña placa de 3x4 con un corte de unos 30 cm. La nieve de esta pasada noche. Aviso arriba: en el centro bien, pero no hay que dejarse seducir por la nieve polvo de los laterales. Está peligroso, chicos.
Baja el primer compañero, bien. No se mueve nada más. Baja el segundo, uno de los gemelos. Igual les he avisado en catalán, pues hace una curva en el trozo de placa que no había caído y esta se va también. Poca nieve movilizada, no hay problema, pero vamos a tomarnos en serio esto de quedarnos en la traza de la avalancha del día anterior, por favor.
Nos reagrupamos al lado de una línea de rocas, un poco apartado del centro pero sin acumulaciones de viento. Baja mi hermano. Decide no hacer caso de las advertencias anteriores, y baja rápido. Las curvas y la nieve, espectaculares, pero no es el momento. Se aparta unos metros del centro de la canal y cede una placa de 15x30 metros, 50 cm de cicatriz. Gracias a la inercia que lleva y a un buen pataleo consigue salir antes de que la avalancha lo arrastre por las rocas. Menos mal, pero la bronca se la lleva igual.
Bajamos, ahora sí, despacio y de uno en uno, de un punto seguro al siguiente. Justo el día anterior habíamos discutido sobre la gestión del riesgo en la montaña. Él opinaba que yo era demasiado extremo, viendo el peor escenario posible con demasiada facilidad. Yo le decía que él subestimaba los riesgos . Él me decía que le parecía más arriesgado hacer las actividades que hago en solitario que salir en grupo un día con mayor peligro de avalanchas. No nos poníamos de acuerdo, pero esta vez me dio la razón. Yo le dije que iba a tomarme más en serio los pequeños accidentes que pueden tener consecuencias graves en solitario, y él que no iba a tomar más riesgos innecesarios para aprovechar más una bajada. De los errores se aprende, menudo error este...
Sea como sea, después del susto la bajada fue orgásmica. La nieve debajo de la placa seguía siendo polvo, y la luz era mágica. Seguimos sin tomar riesgos innecesarios, no hace falta. Estas curvas son para disfrutarlas.
Nieve espectacular con las luces de la tarde
Ya sólo falta la vuelta. Despejado ahora, menuda vuelta
Vezzana y Cimon della Pala, buenos montañotes...
Llegamos al collado con las últimas luces...
Esta vez la montaña te ha dado otra oportunidad, aprovéchala...
Último vistazo atrás, espectáculo:
Y ya llegando al coche después de la bajada por la pista, el Cimone della Pala se muestra vestido de gala:
Sabor agridulce este día. Tenía muy claro que si las condiciones no acompañaban me daba media vuelta, pero las ganas superaron la cabeza en el caso de mi hermano. Estoy convencido que se podría haber bajado toda la canal por la traza de subida sin más problemas que las primeras pequeñas placas, que eran ya más de lo que tendría que haber pasado. Al final no pasó nada, y la bajada fue sencillamente espectacular. Tampoco el depósito de la avalancha era muy grande, en parte por la fuerte pendiente que había, y no creo que se hubiera quedado enterrado, pero no puedo dejar de pensar que se cometieron errores ese día, y eso siempre te hace reflexionar. ¿Hasta qué punto vale la pena esto que hacemos?
Día 25: Nos despertamos pensando que iba a llover. Hace un sol espectacular. Mi hermano decide llevarme a un valle que ha frecuentado este invierno, el Sarntal. Nada complicado, cogemos un bus y vamos los dos.
Porteo a 1500, nada de nieve por aquí.
Avanzamos por el bosque y logramos calzar esquís a unos 1700
Después de una primera parte algo incómoda, con bolas de avalanchas viejas, mucho árbol y bastante piedra, y un trozo por una canal subiendo a pata, llegamos a una preciosa ladera justo por debajo de los 2000 metros.
Avanzamos bien, con frecuentes cambios de tiempo. Nos nieva dos veces, otras nos hace sol, otras se vuelve a meter la nube... tiempo primaveral 100%. Vamos a por el pico Muttanella. Por aquí la cota de nieve estuvo un pelín más alta, y no me preocupa el peligro de avalanchas. Mejor, no me apetece.
Este valle, por su acceso algo complicado, es de lo más salvaje que he visto estos días. Me recuerda a la Vall Ferrera.
El último tramo lo hacemos sin esquís, que la pendiente se pone algo más tiesa. Otra vez una placa de viento. No llega a 20 cm, es pequeña, no hay ningún tipo de exposición. Sigamos pues, hasta la cima.
La bajada por la cara norte queda descartada. 60 grados, mucha roca, entradas difíciles de encontrar, y la nube que entra y que sale. No hace falta complicarse la vida, bajemos por donde hemos subido y luego hacemos el cambio de valle.
Bajamos por una zona entretenida, con una canal que en algún momento se estrecha. Una pena que el domingo padeció los efectos de la lluvia y está llena de bolas heladas. Esquí supervivencia hasta que vuelve a abrir, y ya rienda suelta hasta unos 1900. A partir de aquí, bajamos con cuidado entre rocas y árboles hasta encontrar de nuevo la traza de subida. Abajo, en el valle, es primavera. Si nos damos prisa, podemos coger el siguiente bus...
Un saludo
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Medicine
Un saludo
Llego a Bolzano el 17 de abril a las 7 de la tarde. Mi hermano me pone la vida fácil, me lleva el equipaje en bus mientras me deja su bici para ir a su casa. Bolzano es una ciudad pequeña, muy manejable en bicicleta y con un montón de autobuses para moverte. Los estudiantes tienen una tarifa plana que les permite coger todos los métodos de transporte público por 150 euros al año, si no me equivoco. Incluye el tren por todo el SüdTirol, por lo que todos lo tienen.
El día 18 mi hermano tiene clase, y yo me lo paso también estudiando en la universidad. Sin yo enterarme mucho ya se ha planeado la primera salida de mi estancia, a Valle Aurina (Ahrntal en tedesco, que en este valle no se lleva mucho el italiano). Por la tarde cogemos una serie de trenes para ir a Brunico, donde vive uno de los compañeros de clase de mi hermano. Vamos un buen grupo: un catalán, un italiano de Vicenza, los gemelos de Val di Fassa, el chico de Brunico, mi hermano y yo. Nos quedamos a dormir entre sofás y el suelo, y nos levantamos pronto para ir a Valle Aurina.
Día 19: Día gris, con algún claro que tampoco deja ver más allá de las montañas de enfrente. Empezamos a 1600 con muy poco porteo. Me comentan que por esta zona, al lado de la Cadena Principal Alpina, nieva más que en las dolomitas. No hay mucha nieve, pero de sobras para esquiar. Mucha media ladera incómoda para entrar al "valle del Viento" que por suerte hoy está en calma. El objetivo en realidad era el Unterer Rötspitze, pero yo y el chico de Vicenza, que ha aprendido a esquiar este invierno, no estamos muy finos y nos quedamos en el refugio, donde charlamos y aprovecho para enseñarle cuatro conceptos de nivologia. El grupo sigue hasta unos 2950 metros y vuelve a bajar, tardando nada y menos.
En parte me he quedado en el refugio para ahorrar fuerzas, pues subiendo había alguna bajada que me interesaba intentar. Convenzo a los gemelos y a mi hermano y vamos para allá, mientras los demás bajan por donde hemos subido. Después de un primer paso incómodo, avanzamos bien, aunque sin ver un pimiento, por un relieve ondulado, hasta una espalda de la montaña. Bonito sitio:
Y bonita bajada:
Nieve polvo del fin de semana, la bajada resulta mucho más disfrutona de lo esperado. Bajamos al llano:
Y de vuelta a Brunico. Hacemos una operación muy curiosa entre coches y trenes para poder llegar a una supuesta fiesta en Trento... Que resulta tener una cola que nos hace tirar hacia un bar conocido por sus extraños brebajes. Y extraños fueron, cada uno peor que el anterior. Al final, una ronda de cervezas para limpiar el paladar, y a coger el último tren a Bolzano.
Día 20: Reposo y estudio.
Día 21: Mi hermano me había dicho que le había prometido a un compañero de clase que le rescataría la bota de montaña, perdida en un mirador mientras comía. Con cuerdas y demás trastos cogemos el primer Funivia del Colle del día, aparentemente el primero del mundo y también incluido en la tarjeta de transporte de los estudiantes, aunque debido a que se han olvidado de abrir la puerta tenemos que entrar por la salida...
Bonito bosque encima de la ciudad, y rescatando la bota (bastó con un rápel de 15-20 metros) incluso despejó la niebla. Parece que ha nevado, y nos las prometemos felices para el día siguiente:
Día 22: Hoy hace sol, y vamos a las Dolomitas. ¡Al fin! Con los gemelos y el catalán hablamos por whatsapp para decidir la ruta. Nos llama la canal NW de Torre Innerkofler, un potente descenso de 400 metros de desnivel con pendientes que llegan a los 50º. Sin haber encontrado mucha más información que una foto frontal y un vídeo del año pasado, decidimos dar una vuelta, y si parece que vale la pena, se intenta, y si no, igualmente disfrutamos de un precioso día.
Cogemos el primer bus para ir al pueblo de los gemelos, y de allí salimos en coche al Passo Sella, donde empezamos a 2175 metros con los esquís a los pies
Los primeros metros los hacemos rápido por las pistas recientemente cerradas. Subimos por una cresta suave hasta un paso a 2550 metros para cambiar de vertiente. La idea es aprovechar por la mañana para pasar por estas zonas, pues la previsión de es de subida de temperaturas y purgas de nieve húmeda. Un espectáculo pasar por debajo de estos paredones.
En nada estamos a la base de la canal. Se notan las rocas cerca, menos mal de la nevada del día anterior. Caen las primeras bolas, pero se ve corta y decidimos subir.
Espectacular paraje, aunque los cambios de temperatura entre sol y sombra hacen muy pesada la subida, enganchándose la nieve que da (dis)gusto.
¡Menudo sitio! Esto sí son las Dolomitas
Expectantes llegamos al collado. ¡Sorpresa! La nieve de ayer ha caído directamente sobre rocas los primeros metros de la canal. Ya me avisaron que había sido un mal invierno....
Tampoco nos vamos a quejar...
A pesar de algún tiburón muy bien escondido, nieve polvo de escándalo, menuda puerta de entrada al Gruppo del Sassolungo
Abajo, y teniendo en cuenta la poca nieve que había en esta canal, dejamos de lado la Torre Innerkofler y su espectacular cicatriz...
...Para aprovechar una traza ya marcada de un grupo que se lo está pasando bomba con uno de los mejores días de la temporada en las Dolomitas. La verdad que el sitio no es para menos...
De vez en cuando cae nieve de los picos con mucho ruído y una gran nube de polvo. No nos encontramos en pendientes ni orientaciones en las que nos preocupen las avalanchas, pero hay que tener en cuenta lo que tienes por encima.
Nos dirigimos hacia una canal oeste después de un buen cacho orientado a norte, pero las purgas que caen desde arriba y el estado en el que está después del paso del grupo anterior nos hace darnos media vuelta sin llegar a ver el otro lado. Buena nieve polvo durante unos 300 metros y nos paramos a comer. El grupo decide subir a por un trozo más de polvo, mientras yo decido de nuevo quedarme sentado. Se nota que este invierno he hecho poca travesía y nada de bici...
Bajamos hasta el Rifugio Vicenza, con nieve muy húmeda por debajo de 2400. Aquí, vuelta a subir hacia la Forcella del Sassolungo. Paraje verdaderamente sobrecogedor.
La belleza es abrumadora, increíble.
Mientras a 2700 metros es invierno, en el valle es primavera:
Y.... al otro lado del cuello, también
Bajada con mucho cuidado para no coger demasiados tiburones por nieve entre podrida y crosta, pero se llega al coche. De hecho, mi hermano y uno de los gemelos deciden alargar otros 400 metros la bajada en dirección Canazei. Otra cosa no, pero el estado de las pistas es simplemente espectacular. Cómo se nota el trabajo de los cañones por esta zona! Alfombras aún una semana después del cierre.
Sea como sea, el segundo día ha sido todo un éxito.
Día 23: Reposo y estudio.
Día 24: Mi hermano propone la Canale dei Bureloni, una buena canal con 500 metros de desnivel, más otros 500 de salida, y pendientes que llegan de vez en cuando a los 50 grados, 55 arriba del todo. Está situada en el grupo de Pale di San Martino.
El único pequeño inconveniente es que el día anterior estuvo lloviendo, y el 24 amanece lloviendo en la ciudad, nevando en cotas bastante altas. Confianza ciega en las previsiones, que indican que a partir del mediodía empieza a clarear. Como un compañero tenía cosas por la mañana, salimos bastante tarde de Bolzano, pasando a recoger a los gemelos antes de dirigirnos a Passo Rolle, a 1965 metros. Empezamos a andar sobre la 1. Primero, subidita por las pistas para calentar.
Bonitas las montañas estas, incluso con la nube aún metida:
Nieve húmeda, de momento, hasta 2200. Una bajada hasta 1900 por nieve húmeda, con woompfs bajo los pies y las primeras dudas.
Hablamos sobre la nieve. Si no cambia a mejor, no subimos la canal. Trato hecho. Canal a la vista.
Subimos hasta 2400, empieza a cambiar. Volvemos a hablar de la nieve. Parece que hay placas de viento. Una cizalla de mano: pinta bien, por ahora.
Cayó una avalancha el día anterior a lo largo de toda la canal. En las zonas donde ha pasado, ni rastro de inestabilidad. En los laterales, acumulaciones de viento que parecen susceptibles a desencadenarse. Cuidado pues, pero mientras sigamos la traza de la avalancha, vamos bien.
90 cm de nieve polvo no hacen nada fácil avanzar por la canal. Nos lo tomamos con filosofía. Vamos subiendo, vamos rotando, y a ver dónde llegamos. ¿Hasta qué hora queréis andar? Hasta las 6, perfecto.
Las manos empiezan a coger frío. En la zona alta de la canal sopla viento, se hace tarde. Igual ni hace falta seguir hasta las 6. A las 17:45 empezamos a ponernos los esquís. Estaremos a unos 2950 metros, con nieve hasta las pelotas, y empieza a salir el sol. ¿Qué más se puede pedir?
La canal tampoco pinta mal, la verdad...
Empiezo yo. Unas curvas, muy buena nieve. Con calma hago el primer resalte por la izquierda, sin problema. Me aparto un poco para no quedarme en la linia de máxima pendiente. Error, cede una pequeña placa de 3x4 con un corte de unos 30 cm. La nieve de esta pasada noche. Aviso arriba: en el centro bien, pero no hay que dejarse seducir por la nieve polvo de los laterales. Está peligroso, chicos.
Baja el primer compañero, bien. No se mueve nada más. Baja el segundo, uno de los gemelos. Igual les he avisado en catalán, pues hace una curva en el trozo de placa que no había caído y esta se va también. Poca nieve movilizada, no hay problema, pero vamos a tomarnos en serio esto de quedarnos en la traza de la avalancha del día anterior, por favor.
Nos reagrupamos al lado de una línea de rocas, un poco apartado del centro pero sin acumulaciones de viento. Baja mi hermano. Decide no hacer caso de las advertencias anteriores, y baja rápido. Las curvas y la nieve, espectaculares, pero no es el momento. Se aparta unos metros del centro de la canal y cede una placa de 15x30 metros, 50 cm de cicatriz. Gracias a la inercia que lleva y a un buen pataleo consigue salir antes de que la avalancha lo arrastre por las rocas. Menos mal, pero la bronca se la lleva igual.
Bajamos, ahora sí, despacio y de uno en uno, de un punto seguro al siguiente. Justo el día anterior habíamos discutido sobre la gestión del riesgo en la montaña. Él opinaba que yo era demasiado extremo, viendo el peor escenario posible con demasiada facilidad. Yo le decía que él subestimaba los riesgos . Él me decía que le parecía más arriesgado hacer las actividades que hago en solitario que salir en grupo un día con mayor peligro de avalanchas. No nos poníamos de acuerdo, pero esta vez me dio la razón. Yo le dije que iba a tomarme más en serio los pequeños accidentes que pueden tener consecuencias graves en solitario, y él que no iba a tomar más riesgos innecesarios para aprovechar más una bajada. De los errores se aprende, menudo error este...
Sea como sea, después del susto la bajada fue orgásmica. La nieve debajo de la placa seguía siendo polvo, y la luz era mágica. Seguimos sin tomar riesgos innecesarios, no hace falta. Estas curvas son para disfrutarlas.
Nieve espectacular con las luces de la tarde
Ya sólo falta la vuelta. Despejado ahora, menuda vuelta
Vezzana y Cimon della Pala, buenos montañotes...
Llegamos al collado con las últimas luces...
Esta vez la montaña te ha dado otra oportunidad, aprovéchala...
Último vistazo atrás, espectáculo:
Y ya llegando al coche después de la bajada por la pista, el Cimone della Pala se muestra vestido de gala:
Sabor agridulce este día. Tenía muy claro que si las condiciones no acompañaban me daba media vuelta, pero las ganas superaron la cabeza en el caso de mi hermano. Estoy convencido que se podría haber bajado toda la canal por la traza de subida sin más problemas que las primeras pequeñas placas, que eran ya más de lo que tendría que haber pasado. Al final no pasó nada, y la bajada fue sencillamente espectacular. Tampoco el depósito de la avalancha era muy grande, en parte por la fuerte pendiente que había, y no creo que se hubiera quedado enterrado, pero no puedo dejar de pensar que se cometieron errores ese día, y eso siempre te hace reflexionar. ¿Hasta qué punto vale la pena esto que hacemos?
Día 25: Nos despertamos pensando que iba a llover. Hace un sol espectacular. Mi hermano decide llevarme a un valle que ha frecuentado este invierno, el Sarntal. Nada complicado, cogemos un bus y vamos los dos.
Porteo a 1500, nada de nieve por aquí.
Avanzamos por el bosque y logramos calzar esquís a unos 1700
Después de una primera parte algo incómoda, con bolas de avalanchas viejas, mucho árbol y bastante piedra, y un trozo por una canal subiendo a pata, llegamos a una preciosa ladera justo por debajo de los 2000 metros.
Avanzamos bien, con frecuentes cambios de tiempo. Nos nieva dos veces, otras nos hace sol, otras se vuelve a meter la nube... tiempo primaveral 100%. Vamos a por el pico Muttanella. Por aquí la cota de nieve estuvo un pelín más alta, y no me preocupa el peligro de avalanchas. Mejor, no me apetece.
Este valle, por su acceso algo complicado, es de lo más salvaje que he visto estos días. Me recuerda a la Vall Ferrera.
El último tramo lo hacemos sin esquís, que la pendiente se pone algo más tiesa. Otra vez una placa de viento. No llega a 20 cm, es pequeña, no hay ningún tipo de exposición. Sigamos pues, hasta la cima.
La bajada por la cara norte queda descartada. 60 grados, mucha roca, entradas difíciles de encontrar, y la nube que entra y que sale. No hace falta complicarse la vida, bajemos por donde hemos subido y luego hacemos el cambio de valle.
Bajamos por una zona entretenida, con una canal que en algún momento se estrecha. Una pena que el domingo padeció los efectos de la lluvia y está llena de bolas heladas. Esquí supervivencia hasta que vuelve a abrir, y ya rienda suelta hasta unos 1900. A partir de aquí, bajamos con cuidado entre rocas y árboles hasta encontrar de nuevo la traza de subida. Abajo, en el valle, es primavera. Si nos damos prisa, podemos coger el siguiente bus...
Un saludo
Cita
Medicine
Llego a Bolzano el 17 de abril a las 7 de la tarde. Mi hermano me pone la vida fácil, me lleva el equipaje en bus mientras me deja su bici para ir a su casa. Bolzano es una ciudad pequeña, muy manejable en bicicleta y con un montón de autobuses para moverte. Los estudiantes tienen una tarifa plana que les permite coger todos los métodos de transporte público por 150 euros al año, si no me equivoco. Incluye el tren por todo el SüdTirol, por lo que todos lo tienen.
El día 18 mi hermano tiene clase, y yo me lo paso también estudiando en la universidad. Sin yo enterarme mucho ya se ha planeado la primera salida de mi estancia, a Valle Aurina (Ahrntal en tedesco, que en este valle no se lleva mucho el italiano). Por la tarde cogemos una serie de trenes para ir a Brunico, donde vive uno de los compañeros de clase de mi hermano. Vamos un buen grupo: un catalán, un italiano de Vicenza, los gemelos de Val di Fassa, el chico de Brunico, mi hermano y yo. Nos quedamos a dormir entre sofás y el suelo, y nos levantamos pronto para ir a Valle Aurina.
Día 19: Día gris, con algún claro que tampoco deja ver más allá de las montañas de enfrente. Empezamos a 1600 con muy poco porteo. Me comentan que por esta zona, al lado de la Cadena Principal Alpina, nieva más que en las dolomitas. No hay mucha nieve, pero de sobras para esquiar. Mucha media ladera incómoda para entrar al "valle del Viento" que por suerte hoy está en calma. El objetivo en realidad era el Unterer Rötspitze, pero yo y el chico de Vicenza, que ha aprendido a esquiar este invierno, no estamos muy finos y nos quedamos en el refugio, donde charlamos y aprovecho para enseñarle cuatro conceptos de nivologia. El grupo sigue hasta unos 2950 metros y vuelve a bajar, tardando nada y menos.
En parte me he quedado en el refugio para ahorrar fuerzas, pues subiendo había alguna bajada que me interesaba intentar. Convenzo a los gemelos y a mi hermano y vamos para allá, mientras los demás bajan por donde hemos subido. Después de un primer paso incómodo, avanzamos bien, aunque sin ver un pimiento, por un relieve ondulado, hasta una espalda de la montaña. Bonito sitio:
Y bonita bajada:
Nieve polvo del fin de semana, la bajada resulta mucho más disfrutona de lo esperado. Bajamos al llano:
Y de vuelta a Brunico. Hacemos una operación muy curiosa entre coches y trenes para poder llegar a una supuesta fiesta en Trento... Que resulta tener una cola que nos hace tirar hacia un bar conocido por sus extraños brebajes. Y extraños fueron, cada uno peor que el anterior. Al final, una ronda de cervezas para limpiar el paladar, y a coger el último tren a Bolzano.
Día 20: Reposo y estudio.
Día 21: Mi hermano me había dicho que le había prometido a un compañero de clase que le rescataría la bota de montaña, perdida en un mirador mientras comía. Con cuerdas y demás trastos cogemos el primer Funivia del Colle del día, aparentemente el primero del mundo y también incluido en la tarjeta de transporte de los estudiantes, aunque debido a que se han olvidado de abrir la puerta tenemos que entrar por la salida...
Bonito bosque encima de la ciudad, y rescatando la bota (bastó con un rápel de 15-20 metros) incluso despejó la niebla. Parece que ha nevado, y nos las prometemos felices para el día siguiente:
Día 22: Hoy hace sol, y vamos a las Dolomitas. ¡Al fin! Con los gemelos y el catalán hablamos por whatsapp para decidir la ruta. Nos llama la canal NW de Torre Innerkofler, un potente descenso de 400 metros de desnivel con pendientes que llegan a los 50º. Sin haber encontrado mucha más información que una foto frontal y un vídeo del año pasado, decidimos dar una vuelta, y si parece que vale la pena, se intenta, y si no, igualmente disfrutamos de un precioso día.
Cogemos el primer bus para ir al pueblo de los gemelos, y de allí salimos en coche al Passo Sella, donde empezamos a 2175 metros con los esquís a los pies
Los primeros metros los hacemos rápido por las pistas recientemente cerradas. Subimos por una cresta suave hasta un paso a 2550 metros para cambiar de vertiente. La idea es aprovechar por la mañana para pasar por estas zonas, pues la previsión de es de subida de temperaturas y purgas de nieve húmeda. Un espectáculo pasar por debajo de estos paredones.
En nada estamos a la base de la canal. Se notan las rocas cerca, menos mal de la nevada del día anterior. Caen las primeras bolas, pero se ve corta y decidimos subir.
Espectacular paraje, aunque los cambios de temperatura entre sol y sombra hacen muy pesada la subida, enganchándose la nieve que da (dis)gusto.
¡Menudo sitio! Esto sí son las Dolomitas
Expectantes llegamos al collado. ¡Sorpresa! La nieve de ayer ha caído directamente sobre rocas los primeros metros de la canal. Ya me avisaron que había sido un mal invierno....
Tampoco nos vamos a quejar...
A pesar de algún tiburón muy bien escondido, nieve polvo de escándalo, menuda puerta de entrada al Gruppo del Sassolungo
Abajo, y teniendo en cuenta la poca nieve que había en esta canal, dejamos de lado la Torre Innerkofler y su espectacular cicatriz...
...Para aprovechar una traza ya marcada de un grupo que se lo está pasando bomba con uno de los mejores días de la temporada en las Dolomitas. La verdad que el sitio no es para menos...
De vez en cuando cae nieve de los picos con mucho ruído y una gran nube de polvo. No nos encontramos en pendientes ni orientaciones en las que nos preocupen las avalanchas, pero hay que tener en cuenta lo que tienes por encima.
Nos dirigimos hacia una canal oeste después de un buen cacho orientado a norte, pero las purgas que caen desde arriba y el estado en el que está después del paso del grupo anterior nos hace darnos media vuelta sin llegar a ver el otro lado. Buena nieve polvo durante unos 300 metros y nos paramos a comer. El grupo decide subir a por un trozo más de polvo, mientras yo decido de nuevo quedarme sentado. Se nota que este invierno he hecho poca travesía y nada de bici...
Bajamos hasta el Rifugio Vicenza, con nieve muy húmeda por debajo de 2400. Aquí, vuelta a subir hacia la Forcella del Sassolungo. Paraje verdaderamente sobrecogedor.
La belleza es abrumadora, increíble.
Mientras a 2700 metros es invierno, en el valle es primavera:
Y.... al otro lado del cuello, también
Bajada con mucho cuidado para no coger demasiados tiburones por nieve entre podrida y crosta, pero se llega al coche. De hecho, mi hermano y uno de los gemelos deciden alargar otros 400 metros la bajada en dirección Canazei. Otra cosa no, pero el estado de las pistas es simplemente espectacular. Cómo se nota el trabajo de los cañones por esta zona! Alfombras aún una semana después del cierre.
Sea como sea, el segundo día ha sido todo un éxito.
Día 23: Reposo y estudio.
Día 24: Mi hermano propone la Canale dei Bureloni, una buena canal con 500 metros de desnivel, más otros 500 de salida, y pendientes que llegan de vez en cuando a los 50 grados, 55 arriba del todo. Está situada en el grupo de Pale di San Martino.
El único pequeño inconveniente es que el día anterior estuvo lloviendo, y el 24 amanece lloviendo en la ciudad, nevando en cotas bastante altas. Confianza ciega en las previsiones, que indican que a partir del mediodía empieza a clarear. Como un compañero tenía cosas por la mañana, salimos bastante tarde de Bolzano, pasando a recoger a los gemelos antes de dirigirnos a Passo Rolle, a 1965 metros. Empezamos a andar sobre la 1. Primero, subidita por las pistas para calentar.
Bonitas las montañas estas, incluso con la nube aún metida:
Nieve húmeda, de momento, hasta 2200. Una bajada hasta 1900 por nieve húmeda, con woompfs bajo los pies y las primeras dudas.
Hablamos sobre la nieve. Si no cambia a mejor, no subimos la canal. Trato hecho. Canal a la vista.
Subimos hasta 2400, empieza a cambiar. Volvemos a hablar de la nieve. Parece que hay placas de viento. Una cizalla de mano: pinta bien, por ahora.
Cayó una avalancha el día anterior a lo largo de toda la canal. En las zonas donde ha pasado, ni rastro de inestabilidad. En los laterales, acumulaciones de viento que parecen susceptibles a desencadenarse. Cuidado pues, pero mientras sigamos la traza de la avalancha, vamos bien.
90 cm de nieve polvo no hacen nada fácil avanzar por la canal. Nos lo tomamos con filosofía. Vamos subiendo, vamos rotando, y a ver dónde llegamos. ¿Hasta qué hora queréis andar? Hasta las 6, perfecto.
Las manos empiezan a coger frío. En la zona alta de la canal sopla viento, se hace tarde. Igual ni hace falta seguir hasta las 6. A las 17:45 empezamos a ponernos los esquís. Estaremos a unos 2950 metros, con nieve hasta las pelotas, y empieza a salir el sol. ¿Qué más se puede pedir?
La canal tampoco pinta mal, la verdad...
Empiezo yo. Unas curvas, muy buena nieve. Con calma hago el primer resalte por la izquierda, sin problema. Me aparto un poco para no quedarme en la linia de máxima pendiente. Error, cede una pequeña placa de 3x4 con un corte de unos 30 cm. La nieve de esta pasada noche. Aviso arriba: en el centro bien, pero no hay que dejarse seducir por la nieve polvo de los laterales. Está peligroso, chicos.
Baja el primer compañero, bien. No se mueve nada más. Baja el segundo, uno de los gemelos. Igual les he avisado en catalán, pues hace una curva en el trozo de placa que no había caído y esta se va también. Poca nieve movilizada, no hay problema, pero vamos a tomarnos en serio esto de quedarnos en la traza de la avalancha del día anterior, por favor.
Nos reagrupamos al lado de una línea de rocas, un poco apartado del centro pero sin acumulaciones de viento. Baja mi hermano. Decide no hacer caso de las advertencias anteriores, y baja rápido. Las curvas y la nieve, espectaculares, pero no es el momento. Se aparta unos metros del centro de la canal y cede una placa de 15x30 metros, 50 cm de cicatriz. Gracias a la inercia que lleva y a un buen pataleo consigue salir antes de que la avalancha lo arrastre por las rocas. Menos mal, pero la bronca se la lleva igual.
Bajamos, ahora sí, despacio y de uno en uno, de un punto seguro al siguiente. Justo el día anterior habíamos discutido sobre la gestión del riesgo en la montaña. Él opinaba que yo era demasiado extremo, viendo el peor escenario posible con demasiada facilidad. Yo le decía que él subestimaba los riesgos . Él me decía que le parecía más arriesgado hacer las actividades que hago en solitario que salir en grupo un día con mayor peligro de avalanchas. No nos poníamos de acuerdo, pero esta vez me dio la razón. Yo le dije que iba a tomarme más en serio los pequeños accidentes que pueden tener consecuencias graves en solitario, y él que no iba a tomar más riesgos innecesarios para aprovechar más una bajada. De los errores se aprende, menudo error este...
Sea como sea, después del susto la bajada fue orgásmica. La nieve debajo de la placa seguía siendo polvo, y la luz era mágica. Seguimos sin tomar riesgos innecesarios, no hace falta. Estas curvas son para disfrutarlas.
Nieve espectacular con las luces de la tarde
Ya sólo falta la vuelta. Despejado ahora, menuda vuelta
Vezzana y Cimon della Pala, buenos montañotes...
Llegamos al collado con las últimas luces...
Esta vez la montaña te ha dado otra oportunidad, aprovéchala...
Último vistazo atrás, espectáculo:
Y ya llegando al coche después de la bajada por la pista, el Cimone della Pala se muestra vestido de gala:
Sabor agridulce este día. Tenía muy claro que si las condiciones no acompañaban me daba media vuelta, pero las ganas superaron la cabeza en el caso de mi hermano. Estoy convencido que se podría haber bajado toda la canal por la traza de subida sin más problemas que las primeras pequeñas placas, que eran ya más de lo que tendría que haber pasado. Al final no pasó nada, y la bajada fue sencillamente espectacular. Tampoco el depósito de la avalancha era muy grande, en parte por la fuerte pendiente que había, y no creo que se hubiera quedado enterrado, pero no puedo dejar de pensar que se cometieron errores ese día, y eso siempre te hace reflexionar. ¿Hasta qué punto vale la pena esto que hacemos?
Día 25: Nos despertamos pensando que iba a llover. Hace un sol espectacular. Mi hermano decide llevarme a un valle que ha frecuentado este invierno, el Sarntal. Nada complicado, cogemos un bus y vamos los dos.
Porteo a 1500, nada de nieve por aquí.
Avanzamos por el bosque y logramos calzar esquís a unos 1700
Después de una primera parte algo incómoda, con bolas de avalanchas viejas, mucho árbol y bastante piedra, y un trozo por una canal subiendo a pata, llegamos a una preciosa ladera justo por debajo de los 2000 metros.
Avanzamos bien, con frecuentes cambios de tiempo. Nos nieva dos veces, otras nos hace sol, otras se vuelve a meter la nube... tiempo primaveral 100%. Vamos a por el pico Muttanella. Por aquí la cota de nieve estuvo un pelín más alta, y no me preocupa el peligro de avalanchas. Mejor, no me apetece.
Este valle, por su acceso algo complicado, es de lo más salvaje que he visto estos días. Me recuerda a la Vall Ferrera.
El último tramo lo hacemos sin esquís, que la pendiente se pone algo más tiesa. Otra vez una placa de viento. No llega a 20 cm, es pequeña, no hay ningún tipo de exposición. Sigamos pues, hasta la cima.
La bajada por la cara norte queda descartada. 60 grados, mucha roca, entradas difíciles de encontrar, y la nube que entra y que sale. No hace falta complicarse la vida, bajemos por donde hemos subido y luego hacemos el cambio de valle.
Bajamos por una zona entretenida, con una canal que en algún momento se estrecha. Una pena que el domingo padeció los efectos de la lluvia y está llena de bolas heladas. Esquí supervivencia hasta que vuelve a abrir, y ya rienda suelta hasta unos 1900. A partir de aquí, bajamos con cuidado entre rocas y árboles hasta encontrar de nuevo la traza de subida. Abajo, en el valle, es primavera. Si nos damos prisa, podemos coger el siguiente bus...
Un saludo
Llego a Bolzano el 17 de abril a las 7 de la tarde. Mi hermano me pone la vida fácil, me lleva el equipaje en bus mientras me deja su bici para ir a su casa. Bolzano es una ciudad pequeña, muy manejable en bicicleta y con un montón de autobuses para moverte. Los estudiantes tienen una tarifa plana que les permite coger todos los métodos de transporte público por 150 euros al año, si no me equivoco. Incluye el tren por todo el SüdTirol, por lo que todos lo tienen.
El día 18 mi hermano tiene clase, y yo me lo paso también estudiando en la universidad. Sin yo enterarme mucho ya se ha planeado la primera salida de mi estancia, a Valle Aurina (Ahrntal en tedesco, que en este valle no se lleva mucho el italiano). Por la tarde cogemos una serie de trenes para ir a Brunico, donde vive uno de los compañeros de clase de mi hermano. Vamos un buen grupo: un catalán, un italiano de Vicenza, los gemelos de Val di Fassa, el chico de Brunico, mi hermano y yo. Nos quedamos a dormir entre sofás y el suelo, y nos levantamos pronto para ir a Valle Aurina.
Día 19: Día gris, con algún claro que tampoco deja ver más allá de las montañas de enfrente. Empezamos a 1600 con muy poco porteo. Me comentan que por esta zona, al lado de la Cadena Principal Alpina, nieva más que en las dolomitas. No hay mucha nieve, pero de sobras para esquiar. Mucha media ladera incómoda para entrar al "valle del Viento" que por suerte hoy está en calma. El objetivo en realidad era el Unterer Rötspitze, pero yo y el chico de Vicenza, que ha aprendido a esquiar este invierno, no estamos muy finos y nos quedamos en el refugio, donde charlamos y aprovecho para enseñarle cuatro conceptos de nivologia. El grupo sigue hasta unos 2950 metros y vuelve a bajar, tardando nada y menos.
En parte me he quedado en el refugio para ahorrar fuerzas, pues subiendo había alguna bajada que me interesaba intentar. Convenzo a los gemelos y a mi hermano y vamos para allá, mientras los demás bajan por donde hemos subido. Después de un primer paso incómodo, avanzamos bien, aunque sin ver un pimiento, por un relieve ondulado, hasta una espalda de la montaña. Bonito sitio:
Y bonita bajada:
Nieve polvo del fin de semana, la bajada resulta mucho más disfrutona de lo esperado. Bajamos al llano:
Y de vuelta a Brunico. Hacemos una operación muy curiosa entre coches y trenes para poder llegar a una supuesta fiesta en Trento... Que resulta tener una cola que nos hace tirar hacia un bar conocido por sus extraños brebajes. Y extraños fueron, cada uno peor que el anterior. Al final, una ronda de cervezas para limpiar el paladar, y a coger el último tren a Bolzano.
Día 20: Reposo y estudio.
Día 21: Mi hermano me había dicho que le había prometido a un compañero de clase que le rescataría la bota de montaña, perdida en un mirador mientras comía. Con cuerdas y demás trastos cogemos el primer Funivia del Colle del día, aparentemente el primero del mundo y también incluido en la tarjeta de transporte de los estudiantes, aunque debido a que se han olvidado de abrir la puerta tenemos que entrar por la salida...
Bonito bosque encima de la ciudad, y rescatando la bota (bastó con un rápel de 15-20 metros) incluso despejó la niebla. Parece que ha nevado, y nos las prometemos felices para el día siguiente:
Día 22: Hoy hace sol, y vamos a las Dolomitas. ¡Al fin! Con los gemelos y el catalán hablamos por whatsapp para decidir la ruta. Nos llama la canal NW de Torre Innerkofler, un potente descenso de 400 metros de desnivel con pendientes que llegan a los 50º. Sin haber encontrado mucha más información que una foto frontal y un vídeo del año pasado, decidimos dar una vuelta, y si parece que vale la pena, se intenta, y si no, igualmente disfrutamos de un precioso día.
Cogemos el primer bus para ir al pueblo de los gemelos, y de allí salimos en coche al Passo Sella, donde empezamos a 2175 metros con los esquís a los pies
Los primeros metros los hacemos rápido por las pistas recientemente cerradas. Subimos por una cresta suave hasta un paso a 2550 metros para cambiar de vertiente. La idea es aprovechar por la mañana para pasar por estas zonas, pues la previsión de es de subida de temperaturas y purgas de nieve húmeda. Un espectáculo pasar por debajo de estos paredones.
En nada estamos a la base de la canal. Se notan las rocas cerca, menos mal de la nevada del día anterior. Caen las primeras bolas, pero se ve corta y decidimos subir.
Espectacular paraje, aunque los cambios de temperatura entre sol y sombra hacen muy pesada la subida, enganchándose la nieve que da (dis)gusto.
¡Menudo sitio! Esto sí son las Dolomitas
Expectantes llegamos al collado. ¡Sorpresa! La nieve de ayer ha caído directamente sobre rocas los primeros metros de la canal. Ya me avisaron que había sido un mal invierno....
Tampoco nos vamos a quejar...
A pesar de algún tiburón muy bien escondido, nieve polvo de escándalo, menuda puerta de entrada al Gruppo del Sassolungo
Abajo, y teniendo en cuenta la poca nieve que había en esta canal, dejamos de lado la Torre Innerkofler y su espectacular cicatriz...
...Para aprovechar una traza ya marcada de un grupo que se lo está pasando bomba con uno de los mejores días de la temporada en las Dolomitas. La verdad que el sitio no es para menos...
De vez en cuando cae nieve de los picos con mucho ruído y una gran nube de polvo. No nos encontramos en pendientes ni orientaciones en las que nos preocupen las avalanchas, pero hay que tener en cuenta lo que tienes por encima.
Nos dirigimos hacia una canal oeste después de un buen cacho orientado a norte, pero las purgas que caen desde arriba y el estado en el que está después del paso del grupo anterior nos hace darnos media vuelta sin llegar a ver el otro lado. Buena nieve polvo durante unos 300 metros y nos paramos a comer. El grupo decide subir a por un trozo más de polvo, mientras yo decido de nuevo quedarme sentado. Se nota que este invierno he hecho poca travesía y nada de bici...
Bajamos hasta el Rifugio Vicenza, con nieve muy húmeda por debajo de 2400. Aquí, vuelta a subir hacia la Forcella del Sassolungo. Paraje verdaderamente sobrecogedor.
La belleza es abrumadora, increíble.
Mientras a 2700 metros es invierno, en el valle es primavera:
Y.... al otro lado del cuello, también
Bajada con mucho cuidado para no coger demasiados tiburones por nieve entre podrida y crosta, pero se llega al coche. De hecho, mi hermano y uno de los gemelos deciden alargar otros 400 metros la bajada en dirección Canazei. Otra cosa no, pero el estado de las pistas es simplemente espectacular. Cómo se nota el trabajo de los cañones por esta zona! Alfombras aún una semana después del cierre.
Sea como sea, el segundo día ha sido todo un éxito.
Día 23: Reposo y estudio.
Día 24: Mi hermano propone la Canale dei Bureloni, una buena canal con 500 metros de desnivel, más otros 500 de salida, y pendientes que llegan de vez en cuando a los 50 grados, 55 arriba del todo. Está situada en el grupo de Pale di San Martino.
El único pequeño inconveniente es que el día anterior estuvo lloviendo, y el 24 amanece lloviendo en la ciudad, nevando en cotas bastante altas. Confianza ciega en las previsiones, que indican que a partir del mediodía empieza a clarear. Como un compañero tenía cosas por la mañana, salimos bastante tarde de Bolzano, pasando a recoger a los gemelos antes de dirigirnos a Passo Rolle, a 1965 metros. Empezamos a andar sobre la 1. Primero, subidita por las pistas para calentar.
Bonitas las montañas estas, incluso con la nube aún metida:
Nieve húmeda, de momento, hasta 2200. Una bajada hasta 1900 por nieve húmeda, con woompfs bajo los pies y las primeras dudas.
Hablamos sobre la nieve. Si no cambia a mejor, no subimos la canal. Trato hecho. Canal a la vista.
Subimos hasta 2400, empieza a cambiar. Volvemos a hablar de la nieve. Parece que hay placas de viento. Una cizalla de mano: pinta bien, por ahora.
Cayó una avalancha el día anterior a lo largo de toda la canal. En las zonas donde ha pasado, ni rastro de inestabilidad. En los laterales, acumulaciones de viento que parecen susceptibles a desencadenarse. Cuidado pues, pero mientras sigamos la traza de la avalancha, vamos bien.
90 cm de nieve polvo no hacen nada fácil avanzar por la canal. Nos lo tomamos con filosofía. Vamos subiendo, vamos rotando, y a ver dónde llegamos. ¿Hasta qué hora queréis andar? Hasta las 6, perfecto.
Las manos empiezan a coger frío. En la zona alta de la canal sopla viento, se hace tarde. Igual ni hace falta seguir hasta las 6. A las 17:45 empezamos a ponernos los esquís. Estaremos a unos 2950 metros, con nieve hasta las pelotas, y empieza a salir el sol. ¿Qué más se puede pedir?
La canal tampoco pinta mal, la verdad...
Empiezo yo. Unas curvas, muy buena nieve. Con calma hago el primer resalte por la izquierda, sin problema. Me aparto un poco para no quedarme en la linia de máxima pendiente. Error, cede una pequeña placa de 3x4 con un corte de unos 30 cm. La nieve de esta pasada noche. Aviso arriba: en el centro bien, pero no hay que dejarse seducir por la nieve polvo de los laterales. Está peligroso, chicos.
Baja el primer compañero, bien. No se mueve nada más. Baja el segundo, uno de los gemelos. Igual les he avisado en catalán, pues hace una curva en el trozo de placa que no había caído y esta se va también. Poca nieve movilizada, no hay problema, pero vamos a tomarnos en serio esto de quedarnos en la traza de la avalancha del día anterior, por favor.
Nos reagrupamos al lado de una línea de rocas, un poco apartado del centro pero sin acumulaciones de viento. Baja mi hermano. Decide no hacer caso de las advertencias anteriores, y baja rápido. Las curvas y la nieve, espectaculares, pero no es el momento. Se aparta unos metros del centro de la canal y cede una placa de 15x30 metros, 50 cm de cicatriz. Gracias a la inercia que lleva y a un buen pataleo consigue salir antes de que la avalancha lo arrastre por las rocas. Menos mal, pero la bronca se la lleva igual.
Bajamos, ahora sí, despacio y de uno en uno, de un punto seguro al siguiente. Justo el día anterior habíamos discutido sobre la gestión del riesgo en la montaña. Él opinaba que yo era demasiado extremo, viendo el peor escenario posible con demasiada facilidad. Yo le decía que él subestimaba los riesgos . Él me decía que le parecía más arriesgado hacer las actividades que hago en solitario que salir en grupo un día con mayor peligro de avalanchas. No nos poníamos de acuerdo, pero esta vez me dio la razón. Yo le dije que iba a tomarme más en serio los pequeños accidentes que pueden tener consecuencias graves en solitario, y él que no iba a tomar más riesgos innecesarios para aprovechar más una bajada. De los errores se aprende, menudo error este...
Sea como sea, después del susto la bajada fue orgásmica. La nieve debajo de la placa seguía siendo polvo, y la luz era mágica. Seguimos sin tomar riesgos innecesarios, no hace falta. Estas curvas son para disfrutarlas.
Nieve espectacular con las luces de la tarde
Ya sólo falta la vuelta. Despejado ahora, menuda vuelta
Vezzana y Cimon della Pala, buenos montañotes...
Llegamos al collado con las últimas luces...
Esta vez la montaña te ha dado otra oportunidad, aprovéchala...
Último vistazo atrás, espectáculo:
Y ya llegando al coche después de la bajada por la pista, el Cimone della Pala se muestra vestido de gala:
Sabor agridulce este día. Tenía muy claro que si las condiciones no acompañaban me daba media vuelta, pero las ganas superaron la cabeza en el caso de mi hermano. Estoy convencido que se podría haber bajado toda la canal por la traza de subida sin más problemas que las primeras pequeñas placas, que eran ya más de lo que tendría que haber pasado. Al final no pasó nada, y la bajada fue sencillamente espectacular. Tampoco el depósito de la avalancha era muy grande, en parte por la fuerte pendiente que había, y no creo que se hubiera quedado enterrado, pero no puedo dejar de pensar que se cometieron errores ese día, y eso siempre te hace reflexionar. ¿Hasta qué punto vale la pena esto que hacemos?
Día 25: Nos despertamos pensando que iba a llover. Hace un sol espectacular. Mi hermano decide llevarme a un valle que ha frecuentado este invierno, el Sarntal. Nada complicado, cogemos un bus y vamos los dos.
Porteo a 1500, nada de nieve por aquí.
Avanzamos por el bosque y logramos calzar esquís a unos 1700
Después de una primera parte algo incómoda, con bolas de avalanchas viejas, mucho árbol y bastante piedra, y un trozo por una canal subiendo a pata, llegamos a una preciosa ladera justo por debajo de los 2000 metros.
Avanzamos bien, con frecuentes cambios de tiempo. Nos nieva dos veces, otras nos hace sol, otras se vuelve a meter la nube... tiempo primaveral 100%. Vamos a por el pico Muttanella. Por aquí la cota de nieve estuvo un pelín más alta, y no me preocupa el peligro de avalanchas. Mejor, no me apetece.
Este valle, por su acceso algo complicado, es de lo más salvaje que he visto estos días. Me recuerda a la Vall Ferrera.
El último tramo lo hacemos sin esquís, que la pendiente se pone algo más tiesa. Otra vez una placa de viento. No llega a 20 cm, es pequeña, no hay ningún tipo de exposición. Sigamos pues, hasta la cima.
La bajada por la cara norte queda descartada. 60 grados, mucha roca, entradas difíciles de encontrar, y la nube que entra y que sale. No hace falta complicarse la vida, bajemos por donde hemos subido y luego hacemos el cambio de valle.
Bajamos por una zona entretenida, con una canal que en algún momento se estrecha. Una pena que el domingo padeció los efectos de la lluvia y está llena de bolas heladas. Esquí supervivencia hasta que vuelve a abrir, y ya rienda suelta hasta unos 1900. A partir de aquí, bajamos con cuidado entre rocas y árboles hasta encontrar de nuevo la traza de subida. Abajo, en el valle, es primavera. Si nos damos prisa, podemos coger el siguiente bus...
Un saludo
