Eso es lo que me pasó a mi...
Por aquella época yo no escalaba nada, y lo pasé fatal subiendo... Un miedo espantoso, de verme ahí en el vacío, con un ostión del 15 por debajo...
y sin mis esquís, pa poder estar tranquilo...
En cambio, fue llegar arriba y ponermelos, y llegar la tranquilidad...
Mucha tensión, porque no es pa menos, pero sabiendo que eso si estaba controlado...
Ahora ya escalo corredores de ese tipo, y no me da miedo..
Pero cuando empecé a escalar, y la gente del club de montaña se enteraba de que había bajao por ahí, me tachaban de loco, y cuando les decía que pasé más miedo subiendo que bajando, lo que me llamaban era jilipollas...