¿Dolomitas? No, pero se le parece. Estamos en Candanchú.
Aprovechando el día extra que nos ofrecía el que antaño se convirtiera en macropuente, nos dirigimos mi mujer y yo a esta fabulosa estación que tenía abandonada desde hace años.
Años sin volver te hacen ver la estación desde otra perspectiva. Esta estación, junto a la de Cotos, me vio crecer como esquiador y supongo que me ocurría lo mismo que le ocurre a mucha gente que frecuenta o vive en un lugar determinado. No se detiene a observar la belleza que le rodea porque se ha acostumbrado a ella.
Tanto es así que nunca me había parado a retratar estos magníficos paisajes que rodean a esta estación oscense y después de conocer muchas estaciones europeas puedo llegar a afirmar que Candanchú es lo más parecido que existe en España a los afamados Dolomitas, por supuesto, salvando las distancias.
A decir verdad, en este fin de semana con prórroga ni siquiera me planteaba ir a esquiar, ya que las masificaciones de estas fechas no me gustan nada, como así lo corroboré al alojarme en Jaca, sobremasificada y con municipales a la caza y acecho de turistas despistados que no supieran donde aparcar.
Pero un buen día, en la misma semana del puente, alguien me comenta que este año en la estación se permite el sobrevuelo en parapente.
Yo soy un gran aficionado a este deporte y desde hacía años quería sobrevolar alguna estación española, pero hasta la fecha la respuesta de las estaciones siempre había sido negativa, por lo que al enterarme, ni lo dudé, busqué un alojamiento que no fuese muy caro con dos días de antelación y para allá que nos fuimos. Después de tantos años, me iba a reencontrar con mi amada Candanchú.
No voy a descubrir las bondades de la estación porque de sobra son conocidas por la mayoría de los componentes de este ilustre foro, pero después de muchos años sin pisarla he vuelto sorprendido hasta tal punto que no pensaba que se trataba de la misma estación. Trataré de representarla desde otro punto de vista, desde el punto de vista de alguien que va allí por primera vez y se sorprende al ver lo que ve.
He notado un cambio en la política de gestión de la estación.
Así, a modo de ejemplo, diré que el telesilla Alto Aragón, que llega al mismo sitio que el telesilla El Tobazo, estaba parado. Esto es comprensible y lógico, porque supone un gasto innecesario, más cuando desde la base del primero se llega esquiando y sin remar a la base del segundo.
Pues bien, el sábado se empezó a acumular gente en El Tobazo y la dirección de la estación decidió abrir el otro remonte. Las colas desaparecieron en cuestión de minutos. Todo un ejemplo de adaptación y flexibilidad para ajustarse a las circunstancias del momento y no dejar pasar el mal trago a los esquiadores que al fin y al cabo ya han pasado por caja.
Otra cosa que me sorprendió es que la estación, estando a medio gas debido a la escasez de nieve, y viendo que el parquin se había llenado, me esperaba encontrar enormes colas en los remontes y en cambio las colas fueron prácticamente inexistentes. No sé exactamente a que se debe este factor, pero me sorprendió positivamente.
El tiempo también nos acompañó. Anticiclónico y con temperaturas no muy bajas, hacían de las jornadas de esquí algo muy agradable y fotogénico. Candanchú nos mostraba su mejor cara.
Las instalaciones son las que son. No son lo más moderno del mundo, aunque cumplen perfectamente su función, lo que hace que cada remontada sea algo lenta y desespere a los más impacientes que no disfrutan del entorno en el que se encuentran. Esto es algo que no se puede cambiar.
Pero en cambio, hay otros factores que mejoran la experiencia del usuario, como es el pisado de pistas. Me quedé gratamente sorprendido del pisado de pistas. Yo recordaba este aspecto como algo mediocre, no muy bueno, pero lo que me encontré este largo fin de semana es un excelente tratamiento de pistas del que los operarios se pueden sentir más que orgullosos.
Y más teniendo en cuenta la poca nieve que había.
El pisado daba como resultado un esquí cómodo y práctico y se conseguía ocultar las temidas piedras hasta la tarde en el que el incesante paso de las hordas esquiadoras provocaba que aquellas brotaran emergiendo como voraces tiburones a la caza de las suelas de los esquís más golosos que pasaban por encima suya.
Las pistas no eran capaces de ocultar el desgaste al que eran sometidas por el paso continuo de los esquiadores lo que perturbaba lo que hasta el momento eran magníficas jornadas de esquí. La nieve estaba en todo momento en muy buen estado y estoy convencido que el tratamiento que se le da a las pistas tiene mucho que ver.
Otra de las cosas que noté es la extrema amabilidad del personal. Todo el rato dispuestos y amables. Esto da la sensación al foráneo que la gestión interna con respecto al personal está siendo cuanto menos adecuada.
Y mas cosas a destacar de la estación, a lo mejor ya estaba implantado anteriormente, pero como llevaba tiempo sin ir no sé si es novedad o no. La política de precios.
En la oferta se incluía el vender forfaits individuales y por varios días. Algo normal en cualquier estación. Pero por un poco más de precio, se podían adquirir forfaits de varios días no consecutivos. Esto es genial, porque si la previsión es dudosa o si vas a esquiar, por ejemplo, 5 de 7 días, puedes hacerlo con la ventaja del ahorro de comprar forfaits de varios días y no comprar un forfait diario que resulta más caro.
Además tenían opciones para comprar forfaits de 4 y 2 horas. Lo único malo de estos forfaits y pienso que es un aspecto a mejorar, es que aún se sigue con esa mentalidad del forfait de medio día y estos forfaits no pueden utilizarse hasta que den las 12.30 h. y 14.30 h. respectivamente. Esto tiene que cambiar y debería ser utilizable en cualquier momento, pero ya es un paso que se ofrezcan estas dos opciones. Creo que con esto ganan clientes, que de otro modo no subirían a la estación.
Y como ya os he dicho, el motivo principal, yo diría que decisivo, que me motivó a moverme a una estación de esquí en un puente, fue por la posibilidad de realizar un vuelo en parapente en la misma estación.
Y así pude hacerlo, el viernes se daban las condiciones idóneas para la práctica del parapente, y con la ayuda de un profesor de esquí local que también es piloto, pude realizar mi primer sobrevuelo sobre una estación española.
El despegue se realiza desde una pequeña plataforma que está situada detrás de las antenas que se ven a la salida del telesilla del Tobazo.
^^Plataforma de despegue.
En esa zona hay un pequeño monumento a modo de guía que con una brújula en medio muestra el nombre de los picos que pueden observarse desde ese punto.</span>
Y el vuelo, un vuelo de placer que acaba en la entrada a la pista de esquí de fondo y de biathlon que tiene la estación, una zona despejada de esquiadores y viandantes que la convierte en una zona segura para el aterrizaje.
Aquí os debo una disculpa, porque el día que realicé el vuelo no llevaba la cámara encima y no pude realizar fotos ni de la preparación, ni del vuelo en sí. Lo que sí os puedo enseñar son las espectaculares vistas que se podían disfrutar desde la zona del despegue. Además así os podéis hacer una idea desde donde se sale.
Como se puede observar en la foto, y los asiduos a Candanchú sabrán, el vuelo se realiza sobre la zona de La Rinconada, con vistas a La Zapatilla, un vuelo único.
Tan único es el vuelo que fue el viernes el único día que se pudo volar, porque el sábado y el domingo, empezó a soplar el viento del sur lo que significa que la orientación no es buena, ya que las estaciones, si quieren conservar la nieve, se orientan hacia la vertiente norte y como un requisito para poder despegar es que el viento esté enfrentado o algo de lado.
Estoy muy contento de haber podido despegar desde una estación española, es la primera vez que lo permiten en España para cualquiera que no sea de la estación (vuelos biplaza controlados sí se permiten en Sierra Nevada y Baqueira) lo que indica un cambio de actitud con respecto al mundo del vuelo libre por parte de la dirección de la estación.
Además, la persona que está moviendo los hilos, trabajador de la estación, está intentando promocionar el vuelo en la zona, lo que para el mundo del vuelo es una gran noticia. De hecho, está intentando que la estación ofrezca un forfait para sólo voladores, algo parecido a un forfait turístico, pero que te permita más de una subida.
Vamos, que lo que se está consiguiendo en Candanchú es lo que ya se lleva años permitiendo y practicando en la mayor parte de las estaciones europeas. Da la sensación de que quien dirige la estación está intentando poner Candanchú a la altura de las estaciones centro europeas, por supuesto, con las lógicas limitaciones que supone tanto la difícil situación económica por la que atraviesa la estación como por la cantidad y calidad de nieve que tiene debido a la latitud y longitud en la que se encuentra.
La experiencia fue única e inolvidable.
Y para el que no conozca la estación, a continuación os describo por encima como es.
Candanchú tiene dos zonas claramente definidas, incluso podríamos dividirla en tres zonas.
Según se llega a la urbanización y se aparca nos encontramos con la zona del Tobazo. Esta es la cara visible para el que llega por primera vez a la estación o para aquellos peatones y viandantes que deciden pasar el día en la estación.
Al final mismo de la zona del Tobazo podríamos encontrarnos una amplia zona de principiantes en la que los primerizos pueden dar sus primeros pasos y los ya introducidos evolucionar en unas pistas que ya van dando a conocer el carácter de la estación, un carácter alpino que no admite lujos, sólo esquí de nivel.
Al final de la zona del Tobazo, nos podemos encontrar con la otra zona que digo podría subdividirse también en una parte independiente que es la zona de La Rinconada, ya que es un valle aparte, normalmente solitario, en algunos momentos resulta hasta tétrico debido a su soledad y a la oscuridad reinante cuando ya cae la tarde.
Y la parte más soleada de la estación, también la más bella paisajisticamente hablando y escondida al gran público reservándola para los más avezados esquiadores, nos encontramos con la zona de La Tuca.
Debido a la escasez de nieve, sólo estaba abierto el remonte Rey Juan Carlos que lleva a la parte más alta de la estación y desde la que es posible acceder al que en mi opinión es el intinerario más difícil de España, el tubo de La Zapatilla. También estaba abierto un arrastre de enlace para poder pasar a la zona de Tortiellas - La Rinconada.
Inicialmente, acceder desde la zona del Tobazo a La Tuca requiere ir por una pista azul que exige remar continuamente debido a que el enlace tiene poco desnivel y en algunos momentos incluso requiere subir cuestas.
Pero como se puede observar en la foto anterior, existe un telesilla de enlace que une ambas zonas evitando así ese esfuerzo a los esquiadores más comodones. El telesilla Navarros, que además es de los pocos que se utilizan tanto para la ida como para la vuelta, ya que ambas partes tienen su desnivel positivo y negativo.
Pero si estás en forma, y quieres dedicarle un rato a contemplar el entorno, os recomiendo hacerla esquiando al menos una vez. Desde esta pista se disfrutan de los mejores paisajes con los que esta estación nos deleita.
Simplemente, os dejo las fotos que hablan por si solas del increíble sitio en el que nos encontramos.
Si queréis disfrutar de uno de los mejores paisajes que se pueden contemplar en España, si queréis disfrutar de una de las estaciones más retadoras del panorama español, entonces, no deberéis pasar por alto Candanchú, las Dolomitas Ibéricas.