Con respecto a Penken... la verdad es que la estación me defraudó bastante.
Es curioso porque a continuación voy a poneros unas fotos espectaculares: el sitio es muy bonito, Austria en estado puro, rodeado de tresmiles, con algunas pistas también sobresalientes. Va a sonar a contradicción,... pero yo a este sitio le veo dos problemas.
Lo primero, que salvo dos zonas contadas de la estación, a esta zona le falta desnivel; y para bajar pistas de 2kms y 400 metros, las hay mucho mejores en Cerler. Creo que, al menos, la zona central (Penken), comparada con sus vecinos del valle, y en general con todo el Tirol, no está a la altura. Aun así, tanto las pistas que caen hacia Horberg, como la zona de Eggalm, son una honrosa excepción a la media. Y al ser el dominio tan grande, tampoco es este un problema demasiado importante...
El segundo sí que es bastante más grave. La masificación es tremenda. Había mucha, muchísima gente... y el "percal", pues de todo, pero principalmente ingleses y rusos ricachones. No es el mejor ambiente para esquiar, y además, aunque realmente no esperamos ni una sola cola de más de 5 minutos, se encontraba uno gente, gente y más gente por todas partes, también sobre las mismas pistas. Mucho más, y con diferencia, que el resto de estaciones alpinas que he visitado; por ejemplo se dice que Saalbach tiene demasiada gente... pues bien, ni la mitad de la que encontré aquí.
De todas formas, tampoco lo pasé mal, ¡No os vayáis a pensar! Simplemente, que si el Ski Optimal es un 10, Hintertux es un 9 y Zillertal Arena es un 8 y medio.... pues Penken es un 6. Aun así, joder, ¡Estamos en Austria!
Hecha esta introducción, aquí estamos, a pie de Horberg, huevo eterno que nos deja en el centro neurálgico de Penken.
A partir de aquí, lo primero es explorar un par de pistas impresionantes que caen directamente por debajo de la línea del remonte. La verdad es que las vistas son una pasada...
Son las 11 de la mañana, hay mucha gente, sobra ropa... estamos a 15 grados y la nieve es peor que el hielo de las pescaderías, con unas montoneras inmensas debido a lo concurridas que están estas pistas. Aún así, se disfruta lo que se puede!
Volvemos a coger el mismo remonte, con la idea de repetir pista y dejarnos caer hacia el teleférico que comunica con Finkenberg y Eggalm (150 Tuxer).
Este remonte es muy parecido al de Ahorn y nos deja en la cota más alta de Penken, desde aquí las opciones para esquiar son múltiples.
Nosotros cogemos dirección Eggalm por una zona abierta, sin árboles, de pistas anchas con suave pendiente. Da el sol y la nieve está realmente deteriorada, los esquíes se retienen y realmente tememos una lesión. Lo mejor es la vista de la zona de Hintertux, que se distingue perfectamente!
La bajada hacia el punto de conexión con Eggalm es preciosa. Poco a poco se encajona en un valle boscoso por la clásica pista forestal. El "fallo", que esquiamos directamente entre charcos. En este punto, mi padre decide ser prudente y me deja solo ante el peligro. Coge el skibus y se va a dar un paseillo por ahí porque estaba más pendiente de no dejarse una rodilla contra una bañera que de disfrutar.... y cuando no se disfruta, mucho mejor una retirada a tiempo.
Afortunadamente yo disfruto como un enano esquiando solo. Así que sigo bajando hacia Eggalm, donde me casco una cervecita conmigo mismo y decido echar aquí las tres horitas que me quedan de jornada antes de volver hacia Penken, donde había quedado con mi padre para bajar juntos a Maryhofen.
Esta zona es la mejor con diferencia. Está servida por dos sillas y un huevo y hay cuatro o cinco pistas diferentes para bajar. Todas muy largas, con algunas pendientes muy majas, desnivel de 1000 metros, muy poca gente, y encima la nieve aguanta en condiciones aceptables por la zona alta. Dentro del inmenso dominio que es Zillertal 3000, esta es probablemente la zona más auténtica, menos masificada. Al fondo, colgadas sobre el valle, los arrastres de Hintertux, y en primer plano el pueblo de Lanersbach, a 1400 metros de altura.
La bajada al pueblo es apenas una cinta de agua y nieve entre pastos, pero sólo por lo bucólico del entorno merece la pena. Así que disfruto aquí a fondo; repito unas cuantas pistas e inicio el camino de vuelta a Penken, que está jalonado de rincones bonitos. Zillertal es un valle que a pesar de estar muy potenciado turísticamente (de los que más en el Tirol), sigue ofreciendo imágenes tradicionales.
Explotaciones ganaderas, serrerías, y también los clásicos cruces de pistas con carreteras...
En resumen, lo que es el esquí en Austria, un deporte totalmente integrado con la vida diaria.
El retorno a Penken se hace por el Rastkogelbahn y es bastante largo, es aconsejable planificarlo con tiempo. Los remontes me vuelven a dejar en el mismo punto donde llega el teleférico 150Tuxer, y tomo una pista que con buena nieve debe de ser impresionante, pero que la cojo en unas condiciones lamentables. Masificación y bañeras de un metro, mala combinación.... así que bajo con cuidado poco a poco y hago muchas fotos!
Finalmente bajamos a Maryhofen, que a pesar de ser un pueblo precioso, para mi gusto hay demasiado apreski (y os lo dice uno que va a la Rave on Snow, ojo...). Un ambiente demasiado cargado de alcohol e incluso vemos una pelea. Mucho mejor los bares de otros pueblos austriacos, donde se baila igual, se bebe igual, pero no se percibe tanto "desfase".
Y nada, nos recogemos después de meternos otro Tiroler Grostl entre pecho y espalda para cenar... hay que hacer las maletas; que al día siguiente (quinta y última etapa) nos espera Zugspitze de camino al aeropuerto de Munich.
Editado 1 vez/veces. Última edición el 24/09/2011 21:28 por vladd.