Este pais siempre se ha caracterizado por sus extremos, ¡ no tenemos medida para casi nada !
Hoy día:
Está mal visto reñir a un niño (hay que dialogar con el).
Está mal llamar la atención a un gamberro (hay que dejar libertad a los jovenes).
Justificamos barbaridades como las botellonas en la puerta de tu casa (los chavales, algo tendran que hacer).
Si un profesor riñe a un alumno, los padres, que no se han interesado en todo el año por la evolución de su hijo en la escuela, acuden como posesos a vengar la afrenta recibida (ese hijo p... se va a enterar, tu no te preocupes hijo).
La borracheras de los hijos se asumen como un mal menor (... bueno pero menos mal que por lo menos no se droga).
Se permite por parte de los padres y es visto con naturalidad que mocosos de 15 ó 16 añitos salgan solos hasta altas horas de la noche, perdón hasta primeras horas del día. (... entonces hija a que hora voy a recogerte).
Esto último es razonado sesudamente por los padres con la tajante afirmación de "... y que quieres que haga si todos sus amigos llegan a la misma hora".
¿QUIEN NO SE VE REFLEJADO EN ALGUNA DE ESTAS SITUACIONES?
Tenemos una generacion de jovenes que se han criado sin saber el significado de la palabra "NO" una palabra que aparece en el diccionario pero que los padres han olvidado enseñar a sus hijos. Eso genera un adulto que no entiende de limites ni barreras a sus actos. Un hecho tan aparentemente inocuo como dejar pasar sin "castigo" la travesura de un crio, puede llegar a hacer creer al niño que su conducta no ha sido reprochable. Si esto se repite frecuentemente tenemos el perfil de una familia caldo de cultivo de un vándalo.
Y que decir de la sociedad en su conjunto y del subconsciente colectivo de esta y de sus governantes.
Hoy día si reclamas castigo para el delincuente, eres un represor, un facha, de la derechona más recalcitrante. Coño te tachan hasta de franquista sin tener en cuenta tu edad ya que en muchos casos eramos niños de corta edad cuando Franco murió.
Como conclusión me gustaría que cada uno de nostros con la mano en el corazón pensemos en que medida somos responsables de esta situación (sobre todo los que sois padres) y si alguno se siente aludido o molesto con algunas de las expresiones usadas es porque puede que su propio hijo sea uno de esos gamberros que se dedican a actos tan execrables como los que se han descrito por visitante cualquiera.