No sé ni cómo empezar. Pero creo q ha sido el peor fin de semana de mi vida.
Para subir, el viernes a las 7.15, un caos. Como siempre, la gente no pone cadenas hasta q se queda colgado en medio de una curva, con el consiguiente atasto circulatorio. Esto, multiplicado por las decenas de coches a los q les pasa, hacen q una subida q puede hacerse en 30-40 minutos, se haga en 2-5 horas. Yo llegué a las 10, pero una amiga q venía a 5 Km tras de mi, llegó a las 12.
Ahora el gamberrismo. Toda la noche circulando gente a gritos hasta la madrugada. Pero eso no es lo peor:
- Las peleas. Es frecuente q tribus de chicos ataquen a otro-s sólo por divertirse. La semana pasada le dieron una paliza al sobrino de una amiga sin razón aparente. Ya salió avisado, y nosotras asustadas, porque es sabido q estos problemas son de lo más habituales.
- El vandalismo. Gente rompiendo limpiaparabrisas, espejos, ventanillas, etc.
A mi me jodieron el fin de semana. Subí sola con dos niños pequeños, de 9 y 12 años. Hicimos 400 Km pensando en pasar tres días agradables en la nieve, si no esquiando todos los días por el tiempo, sí paseando o jugando.
Suerte q no esperé al lunes para echar un vistazo al coche. Bajó mi hijo a retirar la nieve, y se encontró con un bloque de hormigón de 40 Kg dentro. De esos q sirven para sujetar los postes en las obras.
Había sido arrojado con tanta fuerza, q una vez rota la ventanilla, dio contra el freno de mano, rompiéndolo.
Y ahí heme mi hijo y yo, con el frío q hacía y la q estaba cayendo, retirando los cristales y la nieve q se habían esparcido por todo el coche. El llorando y sin parar de preguntarse el por qué, y yo intentando quitar importancia al tema.
Tuvimos que tapar la ventanilla con un plástico y decidimos regresar el mismo domingo, no fuera a ser q el lunes, con las retenciones de bajada y el empeoramiento del temporal la cosa fuera peor. Eran las 3, apenas tuvimos ganas de comer. Recogimos las cosas y nos fuimos a las 5.
Bajando, para un coche en seco al ver un aparcamiento, se me cala el coche y me quedo sin ningún tipo de frenos. No sé cómo pude escabullirme entre el q subía a aparcar y los q estaban aparcados a la derecha. Así q los niños, q ya de por sí estaban asustados, yo creo q en ese momento empezaron a pensarse en cómo iba a terminar la aventurilla. Sin hablar de mi estado de tensión, q eso, ni lo cuento.
400 km de vuelta con una ventana de plástico, circulando más despacio de lo habitual, un ruido insoportable, el frío y la lluvia.
¿cómo las personas q hacen estas cosas no piensan en las consecuencias?
Perdonad el coñazo, pero si al menos sirve para que sólo uno q lo lea, se lo piense antes de hacer estas cosas, habrá merecido la pena.