Domingo, 28 de octubre de 2001.
Este fin de semana, un extraño pájaro ha sobrevolado el área de Borreguiles, en un extraño vuelo de idas y venidas, sin apenas descansar un momento. Se trataba de un
helicóptero, contratado por Cetursa para realizar el montaje de los nuevos Telesillas Stadium y Borreguiles I, de una forma que hasta hoy nunca se había visto en Sierra Nevada, aunque es normal en otras zonas como los Alpes, o estaciones norteamericanas.
Hasta hoy, los montajes se realizaban a base de abrir carriles en las laderas de los montes, hasta los puntos donde se instalaban las pilonas de los remontes. Esto producía, como es lógico, una gran
destrucción de laderas, y una alteración del paisaje que ha sido muy criticada desde siempre por su
gran impacto medioambiental y visual, sobre todo en una zona con las características de la alta montaña de Sierra Nevada, que al carecer de vegetación que tape los destrozos, dejaba a la vista durante años los caminos de acceso a los lugares donde se localizan las pilonas de los remontes.
Por esos carriles, se introducían
grandes camiones que transportaban las pilonas y las torres hasta los lugares donde previamente se habían colocado los cimientos, y
enormes gruas de gran tonelaje colocaban las pilonas en sus respectivos sitios. Como se puede suponer, el impacto medioambiental era enorme. Carriles surcando las laderas del Veleta, varios días de trabajo y de idas y venidas de vehículos de gran tamaño.....
Pero para la instalación del nuevo Telesilla Stadium, por fin Cetursa se ha decidido a emplear una nueva "técnica", como es el uso de un helicóptero especializado en este tipo de montajes, perteneciente a una empresa suiza. El helicóptero en cuestión, por lo que he podido saber, es de fabricación rusa, y anteriormente estaba destinado a usos militares. Posteriormente esta empresa lo adquirió, y lo dedica a estos "menesteres".
La instalación de un telesilla de los más largos de España, se convierte así en un proceso que
dura tan sólo tres horas y media, en las que eso sí, se realiza una actividad intensísima. En primer lugar,
un pequeño grupo va engrasando y preparando los cimientos donde irá colocada la pilona.
El helicóptero recoge esa pilona en el lugar donde ha sido preparada (en este caso, en Borreguiles, justo donde se encuentra el jardín alpino)
y la transporta al sitio donde va a ser colocada.
Allí espera
una seguda "cuadrilla" que coloca la pilona, aun colgando del cable, en el lugar exacto.
Una vez colocada,
el helicóptero parte a buscar la torre, donde van las poleas (las ruedas por las que va el cable).
Mientras, se asegura la pilona recién colocada con sus correspondientes tuercas, hasta quedar firmemente sujeta a los cimientos. Cuando el helicóptero llega con su nueva carga, ya se encuentran tres personas subidas a lo alto de la pilona, esperando para "recibir" la torre.
Esta es una operación mucho más difícil, ya que
el piloto debe colocar la torre en el lugar exacto, sobre la pilona. Además, sólo hay tres personas para ajustarla, y en realidad no pueden hacer demasiada fuerza para colocarla, ya que su situación no es precisamente cómoda.
De cualquier modo,
es impresionante la precisión del piloto, y su compenetración con el "director" de la maniobra, que es la persona que en la foto viste de naranja, y que va provista de auriculares y micrófono con los que se comunica con el piloto. El helicóptero aproxima la torre, a la que se han atado varias cuerdas para intentar dirigir desde el suelo su trayectoria. Poco a poco la va acercando, siguiendo las indicaciones del "director" de la maniobra, y
suavemente deposita la torre en la parte superior de la pilona, donde las tres personas que la estaban esperando, la aseguran rápidamente con sus grandes tornillos y tuercas.
El helicóptero suelta el cable, y parte veloz a recoger la siguiente pilona, para llevarla a donde ya le está esperando la cuadrilla encargada de colocar la siguiente pilona. En la instalación del Stadium, se colocaban dos pilonas, y luego dos torres. Y vuelta a empezar. La tripulación del helicóptero y el hombre de naranja, son personal de la empresa suiza, mientras que el resto son trabajadores de Cetursa que previamente han recibido la instruccion necesaria para realizar todas las maniobras.
Es realmente impresionante el momento de la colocación de la torre sobre la pilona, en la que el piloto del helicóptero, y los tres operarios que se encuentran en lo alto de la pilona, se ganan hasta la última peseta que cobran. Por muy suave que lo haga el piloto, al dejar caer la torre,
la pilona empieza a cimbrear, y se mueve con cierta violencia, lo que no impide que los operarios rápidamente aseguren la torre, mientras que la pilona aun está balaceándose. Impresionante.
Las
ventajas de este modo de instalar los remontes son obvias. Antes se solían tardar varios días en llevar a cabo la obra, mientras que como dije antes, en montar el Stadium (recordemos, uno de los telesillas más largos de España)
se han empleado tan sólo 3'30 horas, y por la tarde se montó el Borreguiles I en aun menos tiempo. Por otra parte,
el impacto ambiental es mucho menor, ya que se evitan los horribles carriles que afean nuestra estación de esquí o más bien, nuestra montaña en verano. Habrá que ver si económicamente es más caro o más barato, cuestión que ignoro, pero en cualquier caso felicidades a Cetursa por haberse decidido por fin a emplear helicópteros en la instalación de los remontes, al igual que se hace en las mejores estaciones de esquí del mundo.
Aquí podéis ver un
vídeo de unos 45 segundos que muestra la colocación de una torre sobre la pilona. Es impresionante, vale la pena descargarlo. No llega a 3Mb.
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Fernando Wilhelmi