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will
Hoy no tengo fuerzas para ponerme a subir fotos, lo siento Jinm. Mañana colgaré alguna foto del campeonato, con retraso, como es habitual en mí.
La verdad es que nuestro deporte es bonito, pero a mí (que no se enteren mis niños) no me gusta la competición. Ojalá hubiese tenido en mi juventud de atleta un entrenador que me dijese (como digo yo a mis niños) que la competición no es más que un evento donde disfrutar con los amigos, juntarnos todos y disfrutar con las bajadas, con el deleite de los compañeros, el nuestro propio, sin importar los resultados...
El caso es que no sé si me creo lo que digo...quiero pensar que sí. Pero no cabe duda que una competición donde no es cuestión física, sino de la subjetividad de unos jueces todo se enturbia. Errores clamorosos de unos señores que no sé si han salido de su casa a ver algo de mundo…
Lo cierto es que me siento algo cansado y triste. No me gusta ver la desilusión de los niños, son muchos los que se desilusionan, los que no disfrutan con la competición y con la presión que les provoca, para que solo unos pocos (tres a lo sumo) disfruten con su momento de gloria. Creo que no soy buen entrenador porque hoy he visto llorar a un niño de desilusión y tristeza, todo por un sistema que no me gusta y no apruebo…pero soy un borrego más de la sociedad, no consigo dejar de cumplir las normas. Esto me ha llevado a ver el gesto más duro que jamás vi en la nieve, que me destrozo el corazón, ver a uno de mis niños llorar por una maldita, estúpida, injusta y cruel competición (maléfico ritual creado por el hombre para hacer daño y crear desilusiones), aunque lo que más me asusta es la mala gestión que yo he tenido con mi alumno (como he podido dejar que llegase a esta situación?). Solo me queda concluir que HE FRACASADO.
Haré un equipo, el mejor, y no competirán, solo buscarán la pureza del gesto y el disfrute en el movimiento…¿porque no? Unos ‘glober trotter’ del esquí, pero mi duda es si los niños tendrán madurez mental suficiente para realizar un trabajo tan duro con un fin tan poco recompensado por la sociedad?
En fin…la temporada se acaba llega el momento de la reflexión, pero antes desconectaré un día del elemento blanco y luego volveré, pero volveré solo a reencontrarme conmigo mismo, a esquiar para mí, seré egoísta, dejaré a mi equipo, a mis niños, a todo el mundo, después de una temporada entera me merezco un día…no? Y por qué? Porque ahora mismo solo tengo una palabra para definir mi temporada: CANSANCIO , estoy muy cansado
hola Will
de entrenador a entrenador: eres bueno, eres muy bueno, al menos tan bueno o tan malo como yo, porque tienes el mismo concepto que yo tengo sobre la competición, sobre las carreras
Cita
will
la competición no es más que un evento donde disfrutar con los amigos, juntarnos todos y disfrutar con las bajadas, con el deleite de los compañeros, el nuestro propio, sin importar los resultados.
una competición debe de ser el resultado lógico de un trabajo, y los chavales deben de llegar allí sin presión, con ganas de diversión
pero ¡ay!, el entrenamiento psicológico a esas edades es extremadamente complicado, hay que conocer muy bien a cada chaval, su entorno, su familia, sus expectativas, sobre todo esto último, las expectativas que tiene cada uno de ellos y que son un compendio de la presión de su entorno
decía Denise McLuggage en su "esquiador centrado":
"las expectativas, hacia uno, sean propias o ajenas, son siempre una carga y suelen ser un camino directo hacia la decepción"
despeja las expectativas de la mente de un deportista y desaparecerá el concepto de decepción, de frustración, de fracaso, y entonces será libre para lograr objetivos más altos, porque su mente carecerá de bloqueos
Will, tú no has fracasado, porque tu concepción sigue vigente y no se pueden controlar factores subjetivos externos
hay que tenerlos en cuenta, éso sí, como parte indisoluble de esa competición, y hay que contar también con que se pueden equivocar y estar preparados para ello, porque sólo puede haber vencedores en una competición si hay otros que no vencen
son tan importantes los que pierden como los que ganan
tus chavales, y tú, debéis aprender de todo, de las victorias y sobre todo de las derrotas, de las buenas puntuaciones de los jueces y de sus equivocaciones, sobre todo de las equivocaciones
cuando un niño llora tras una competición es producto de una descarga de tensión acumulada, es bueno que lo haga y nuestra labor ahí es primero dejar que ese llanto aflore, que no se quede cortado sin acabar de salir, y cuando ya no quede más, cuando el chaval se haya quedado vacío será el momento de entre los dos volver a llenar, a sumar, a ir hacia arriba
en realidad es una suerte que llore, sólo así se puede limpiar y estar preparado para disfrutar esquiando
no pasa nada con esa sensación de vacío que tienes, es lógica, cuando se llega a la cima (y una competición es una pequeña cima) ya no se puede seguir subiendo más
¿o sí?
dice el Tao te Ching:
"cuando llegues a la cumbre de la montaña, sigue subiendo"
no pares Will, sigue subiendo, tus chavales te necesitan para crecer como personas, y el deporte es una buena escuela de vida
) de la que nadie, tarde o temprano, se libra.
