Hola a todos:
Soy Luismi, registrado en el foro desde hace un siglo como luismijuri, pero hoy que quiero escribir no encuentro las claves. A ver si el administrador me las da nuevas.
YO SOY EL ACCIDENTADO DE AYER. Gracias en primer lugar por vuestros ánimos y si, estoy bien y ojalá me recupere pronto.
El relato de lo ocurrido ayer difiere un poco de lo publicado en ideal, en cuyas opiniones alguno me ha calificado como "dominguero con ínfulas"
El día lo empezamos a las 8 acompañado de Miguel Sudoku, Héctor y dos chavales de los Ytantos con los que yo nunca había coincidido, joselu es el que ha colgado el video del helicóptero... Salimos de la Hoya de la Mora para coger el veredon inferior y buscar luego Veta Grande, Laguna Larga y desde el sendero, subir lo que nosotros llamamos Espolón de la Caldera. Imagino qué con esta descripción os hacéis una idea de donde estábamos.
Teníamos ya subidas 2/3 de dicho espolón cuando ya te encuentras con dos tramos muy verticales y largos. Le intento meter mano, pero al no ir asegurado, le cojo respetó y prefiero bajar los pocos metros que he subido y buscar una salida lateral que salve este promontorio de unos 18 metros... Lo ataco por la izquierda y aquí es donde se me rompe la repisa en que apoyaba los pies y arranco el trozo de roca donde me agarraba de las manos, cayéndome un aluvión de piedras encima Me voy irremisiblemente para abajo intentando desesperado sujetarme a algo con las manos, las cuales me destrozo. Toco suelo unos 3 metros más abajo y caigo en la ladera la cual me hace caer de espaldas dando por lo menos una vuelta de campana. Es ahí donde consigo frenarme y clavó las rodillas en el suelo, golpeando me fuertemente la izquierda. Entre gritos de mis compañeros y completamente aturdido me siguen cayendo piedras desde arriba y esquivo una de grande como una silla (ese fue el momento verdaderamente peligroso). Me sacan de allí, donde a parte de las piedras seguía cayendo yo barranquera abajo por lo inestable del terreno.
Ya en terreno firme valoramos mis heridas, sobre todo las que me limitaban en mi escapada: de la rodilla izquierda el dolor era muy fuerte, pero la peor parte estaba en las manos. El dedo índice de la mano derecha tenía un corte profundo y sangraba bastante, y el meñique de la derecha lo tenía completamente luxado, era un siete hacia fuera. Me imagino que fueron los nervios y la adrenalina, pero me cogí el dedo y le di un tirón colocándolo yo mismo en su sitio; ni me dolió.
En esa situación valoramos las posibles vías de escape: ninguna. Para arriba no podía usar las manos y difícilmente la pierna izquierda, y para abajo no podía rapelar con el dedo luxado de la mano derecha.
La conclusión era clara, 14:35 de la tarde, había que llamar al helicóptero.
Mi más sincero agradecimiento a la guardia civil por su comportamiento y ánimos. Les debo unas cervezas. Y mis disculpas a mis compañeros por haberles amargado el día.
Y a lo demás insisto en mi agradecimiento por vuestro apoyo. Gracias a Dios solo ha sido un susto para lo que podía haber pasado. Un abrazo
... te lo digo por experiencia... Sabia decisión la de llamar al helicóptero.
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