El pasado jueves 16 de Agosto empezábamos a hacer realidad una idea que ya habíamos comentado algún tiempo atrás: hacer la Integral de los tres miles y volver al punto de inicio. Es decir........Postero-Caballo-Postero.
Pero andando
Nos juntamos Antonio Delapresa, su hijo Nacho, Dani Danielor y un servidor. Hicimos noche en el area recreativa de la Tizna, que está a escasos 15 minutos del refugio Postero Alto. El viernes por la mañana a una hora prudencial quedamos con J.Toro directamente en el refugio, nos cargamos las mochilas de cervezas (para entrenar
) y comenzamos nuestra aventurilla en dirección a la piedra de los ladrones. Por delante teníamos tres días para completar 70 kms y casi 10.000 metros de desnivel total acumulado. Al final únicamente necesitaríamos dos días y medio, pues a las 14 horas del domingo ya estábamos sentados celebrando el alpargatazo en las mesas del Postero con cerveza en mano. Pero todo a su debido tiempo.
En seguida alcanzamos la cota 3000 y pusimos rumbo hacia la Laguna de la Mosca, lugar que habíamos acordado como campo base y zona de pernocta. Por el camino la predicción del tiempo se hizo realidad y las rachas de fuertes vientos nos apretaron mucho, haciendo muy incómodo el avance en determinados tramos hasta prácticamente llegar a la Alcazaba
Tras subir a Vacares decidimos investigar un poco y hacer el vasar del puntal del Goterón por su vertiente norte. No sabíamos si tendríamos que darnos la vuelta en cualquier momento, pero el camino nos dejó directamente en la entrada al Gran Vasar de la Alcazaba.
Pequeños tesorillos en forma de manzanilla real.
Tras 17 kilómetros y 2320 metros positivos llegamos a una solitaria Laguna de la Mosca a los pies del Mulhacén. El viento en esta cara de la Sierra daba algo de tregua, y pudimos disfrutar de un atardecer y de una cena de lujo. No tardamos demasiado en dormir aquella noche. La jornada del sábado sabíamos que se haría larga y decidimos madrugar para poder andar con margen.
A las 6 de la mañana estábamos todos en pie preparando el desayuno, organizando las "mochilas de ataque" y escondiendo las pesadas con las que llegamos el día anterior, y a las 7 andando con la mirada y dirección puestas en el collado del Ciervo. Desde arriba ver la silueta del Caballo tan lejos no hizo más que animarnos ante la jornada que teníamos por delante y pusimos un ritmo endiablado.
Desde la Caldera subimos por Loma Pelá y continuamos dirección a la Carihuela a través del paso de los guías.
Continuamos por la divisoria haciendo una breve visita al "fraile" dirección al refugio Elorrieta (3187 m.), donde paramos lo justo para comer una barrita y dar un trago.
Aun queda hasta el Caballo....., una mirada y continuamos.
El ritmo continúa siendo muy bueno y avanzamos metros de forma exagerada. Así y en un plis plas estamos cruzando el paso de "verea cortá"......
Y al fin el Caballo!
(Nacho muy fuerte todo el fin de semana!)
Y foto del grupo al completo en la cima del Caballo a 3.015 m. y en el otro extremo de nuestra particular ruta!!
La vuelta la hicimos por Tajos Altos, pensando en bajar hasta los lagunillos en lugar de subir nuevamente al Elorrieita, y desde allí remontar hasta la Carihuela. Sin embargo decidimos hacer una subida directa a destajo al ver nuevamente "el fraile" desde abajo en el camino. Y así volvimos a retomar la senda por arriba dirección a "casa"....... la laguna de la mosca!
El día acompañó en todo momento. Nublado y amenazando algo de agua, lo cual nos mantuvo frescos todo el día. Pasamos por el refugio de Villavientos para recoger provisiones en forma de cervezas que Toro había dejado escondidas semanas atras, y desde allí el último estirón hasta nuestra guarida.
Las cervezas y la cena nos supieron a gloria tras 33 kilómetros en 11 horas clavadas, con 1470 metros positivos y casi otros tantos negativos.
La noche estuvo entretenida pues comenzó a llover a las 00.00 y no paró hasta las 2 de la mañana. Cada cual salvó el momento a su manera
, la próxima vez me subo un plástico más grande!!
Y la nota cómica la puso el mamón del zorro que me robó mi comida de la corraleta. Reconozco que me confié la segunda noche al ver que pasaría noche allí un Huskie, y no até mis cosas como sí lo había hecho la anterior.
La vuelta el domingo la iniciamos temprano, y a las 8 y escasos minutos ya poníamos rumbo hacia el fin de nuestra aventura. Con piernas cansadas pero con una bajada que recordaré desde la piedra de los ladrones al refugio con Dani y Nacho pareciendo liebres!!!!
De verdad, un gran reto que me apetecía mucho hacer. Pero sobre todo lo mejor es sin duda poder compartir estos momentos mágicos con los chalaos con los que me junto y con los que iría al fin del mundo con una mano atada a la espalda y una bolsa del mercadona en la cabeza (como dice Antonio
)
70 kilómetros, 5190 metros positivos y 4800 negativos de auténtico disfrute!!!!!!!
Y eso es todo amigos! Q VIVAN EL MINIMALISMO Y LA AGILIÁÁ
Saludos