Fotos
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Ruta
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Distancia recorrida: 15,98 kilómetros
Altitud min: 2.762 metros, max: 3.195 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.133 metros, bajando: 1.026 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 8 horas 40 minutos
Quería encontrar un nombre adecuado a esta gran ruta y pensé enseguida en LA MADRE DE TODAS LAS RUTAS, pero me pareció muy pretencioso, puesto que ese nombre habría que dárselo a la integral de Sierra Nevada pasando por los vasares de Mulhacén y Alcazaba, algo que no he hecho todavía, aunque después de esta ruta he perdido un poco el miedo a los precipicios y a los pasos “aéreos”.
Al final me quedo con paseo por las nortes de Sierra Nevada, que es más descriptivo, aunque no hace honor a esta gran ruta.
Naturalmente no he inventado esta ruta, que es poco transitada, aunque ahora algo más desde que el grupo de los Ytantos la puso de moda este verano. La tengo en mi cartera de proyectos desde hace dos años al menos, pero no encontraba la ocasión, porque entendía que tenía que ir con gente acostumbrada a los riesgos de los pasos expuestos y no surgía la ocasión.
Al final me eché la manta en la cabeza, dejé bien claro a los compañeros de ruta de las distintas opiniones al respecto (para algunos es muy peligrosa y para otros, una ruta normal para montañeros con cierta experiencia).
La ocasión era propicia: final de verano, por lo tanto, los senderos estarían trillados, sin neveros, buena temperatura, en realidad, ideal, tiempo soleado… o ahora o hasta el año que viene.
Nunca tomé una decisión más acertada.
No soy supersticioso, pero al ver que era el día 9 y que, en principio, éramos 9 participantes pensé en la Divina Comedia, que “está dividida en tres partes (Infierno, Purgatorio y Paraíso), cada una de las cuales consta de 33 cantos, que con el canto que sirve de introducción suman un total de cien cantos. A su vez, el Infierno se divide en 9 círculos, el Purgatorio en 9 partes y el Paraíso en 9 cielos”
Con los antecedentes de la información de los pasos expuestos y esta simbología, no sabía si iba a caer despeñado en el Infierno (Corral de Valdeinfierno, quería decir) o en el Purgatorio (el corral del Veleta, perdón), pero nunca pensé en caer en el cielo, lo que realmente ocurrió, pero sin despeñarse.
Afortunadamente la razón se impuso sobre la superstición y, además, resultó que al final éramos DIEZ personas: cinco hombres y cinco mujeres muy sensatos/as y valientes, y afortunadamente todo salió perfecto, UN DIEZ.
Siguiendo el principio de que si hay que hacer kilómetros se hacen, pero andar por andar…, tomamos la lanzadera que nos dejó a 3.000 metros de altura, un lujo.
Comenzamos la ruta bajando no sé si al infierno, purgatorio o al cielo. El corral del Veleta es algo impresionante, tiene algo de mágico, misterioso, casi sagrado (en eso coincidíamos algunos con los que comenté este sentimiento). Uno no puede olvidar que aquí han muerte muchos montañeros y ha habido rescates heroicos por parte del SEREIM.
Tampoco puedo olvidar que hay hielo perpetuo en este corral
Tampoco olvido la hazaña de los montañeros míticos que han escalado esas paredes con hielo y nieve en situaciones muy adversas y no olvido que estamos bajando por el famoso “veredón superior”, tan complicado cuando está cubierto con nieve para los que somos inexpertos con los crampones…
Descendemos hacia las trancadas del Guarnón en busca del sendero que lleva al collado de Veta Grande y recordaba la foto que tomé unos días antes con un sendero imposible, visto desde la distancia
Pensaba en cómo sería la bajada hacia el corral de Valdeinfiernos
Y en el juego de bolos
Y en los pasos, los peores, por los espolones del mirador de Ferrer y del puntal de la Caldera, de los que no tenía fotos, pero sí información que daba cierto miedo.
Conforme pasamos por estos puntos negros, me di cuenta de que en la montaña se ven las rutas más peligrosas en la distancia, pero sobre el terreno no lo son tanto.
También pensamos en posibles rutas para otra ocasión: la bajada o subida por el Guarnón hasta el cortijo de Honillo y barranco de San Juan.
Iniciamos la subida a Veta Grande, que tan pendiente y dura nos la habían pintado
Advertí al personal que nos tomáramos la cuesta con calma. No era cosa de desfondarse desde el principio. Así que a disfrutar de las vistas de sierra de Arana
y sierra Mágina en Jaén
Por fin llegamos al collado de Veta Grande y el espectáculo no podía ser más sobrecogedor. Lástima que el contraluz no permitiese disfrutar a tope de esta maravilla.
La superación de esta primera prueba nos dio tranquilidad y nos subió los ánimos. Así que una foto de grupo.
y después de un breve refrigerio bajada al Infierno, perdón al corral de Valdeinfierno. El sendero no era tan malo como se pintaba desde lejos.
Las vistas iban mejorando conforme avanzaba el día
La norte del puntal de La Caldera y el Mulhacén detrás
Debajo del mirador de Ferrer nos encontramos con los primeros pasos “aéreos”. Nos lo tomamos con mucho cuidado y punto.
La laguna de Gálbata nos confirmó que mereció la pena venir aquí ¡Qué paz y tranquilidad!
Pero aún fue mayor el gozo de ver la famosa Laguna Larga, tantas veces mencionada en los foros
Daban ganas de quedarse en la roca tomando el sol como los lagartos
Y el cerro de los Machos, majestuoso, altivo, contemplándonos desde su considerable altura
Atacamos la parte más larga y expuesta del recorrido. Después todo será coser y cantar
Desde este punto divisamos la posible vía de escape hacia la pista por los crestones de Río Seco para acortar la ruta o… No fue necesaria.
Las chicas en este punto se relajaron, si alguna vez estuvieron tensas, antes de alcanzar el embudo del Juego de Bolos. Estaban exultantes y muy contentas. No dejaban de comentar la belleza de la ruta.
También se quisieron fotografiar con el Valdeinfiernos a su espalda en su camino a Cueva Secreta y la vereda de la Estrella
Un último esfuerzo para llegar al embudo
Y un vistazo a lo que llevamos recorrido
Algunos decidimos subir al pico del Juego de Bolos y mereció la pena ver las nortes de la Alcazaba y el Mulhacén
Quedaba hacer el cresteo y subida al collado del Ciervo o de la Mosca. Esto es otra cosa, un paseo delicioso
El sendero se adivina y se anda sin problemas
Ya estamos en el collado
Y decidimos emular a las cabras montesas
Después de descansar y comer en el refugio de la Caldera, nos dividimos en dos grupos: uno por la pista y otro por el sendero de la laguna de la Caldera
Las vistas, por más veces que hayamos hecho esta parte de la ruta, no dejan de impresionarnos
El punta de la Caldera a la izquierda y el Mulhacén con sus cicatrices acompañado por la Alcazaba
Aprovechamos que estamos en uno de los puntos más altos para ver la Laguna Larga desde arriba
En la bajada a la pista divisamos algunas cabras que no se asustan a nuestro paso y siguen pastando
Con prisas para llegar a tiempo de tomar la lanzadera pasamos los Raspones de río Seco y su correspondiente laguna
Un vistazo a la bajada desde el collado de Veta Grande al corral de Valdeinfierno desde el collado del Lobo
Y la laguna de Aguas Verdes
Y cómo no el contacto con la nieve aún a principios de octubre, después de un verano caluroso
Desde la Carihuela un vistazo al mar y a la costa almeriense con sus invernaderos
El Veleta y el refugio de la Carihuela
El embalse de las Yeguas, la cabecera del río Dilar, Trevenque…
Una última ojeada a Veta Grande con el rey y la reina detrás
Y las cervezas de rigor en el albergue universitario en un día precioso de otoño con una temperatura ideal y el Veleta al fondo con una compañía de lujo, comentando la suerte que hemos tenido de disfrutar de esta maravillosa ruta, una de las mejores rutas de Sierra Nevada.
¿Qué más se puede pedir en un día como hoy?