Hola a todos. Ayer (sábado, 6) llegamos al
Cortijo del Hornillo "atravesando el otoño" como pongo en el título, pues el paisaje era un auténtico canto a esta estación. Ya siento no poder transmitir con las fotos lo que realmente se podía ver, pero como ya indicado alguna vez, afortunadamente no me tengo que ganar la vida como fotógrafo (soy algo manocerdo) y a la cámara que llevo sólo le falta que salga un muñeco de goma sacando la lengua cada vez que disparo
Todo empieza el sábado a primera hora cuando pregunto a mis socios:
- Y este magnífico sábado... ¿os queréis quedar jugando y luego al McDonalds...o nos vamos a dar un paseillo?
- De paseillo nada, queremos una ruta exigente y extrema! (me parece escuchar como en otras ocasiones)
- Esos son mis chicos.
Y al Cortijo del Hornillo que nos fuimos.
Pasado Güejar Sierra dejamos el coche en el desvío de la pista que sube al Hotel del Duque. Y nos preparamos como siempre:
Eh! Un momento, esta no es. Se ha colado el minino cirrótico... Probamos de nuevo:
Esa está mejor.
Al poco nos encontramos con los antiguos parapetos de la guerra civil que nos anuncian la proximidad de las canteras de serpentina:
Pasamos las canteras:
Y poco después empezamos a "atravesar el otoño":
A veces, entre los árboles podemos ver la imagen de Güejar, suspendida en el valle:
Nos cruzamos con algún que otro vertebrado:
¡Ya es otoño en el Corte Ing... digo en la sierra!
Casi sin darnos cuenta, llegamos a Haza Mesa y allí realizamos una parada obligada, contemplando el valle del Genil:
Continuamos y nos vamos introduciendo en el robledal (más otoño en estado puro):
Y de repente... Ohhhh!:
La verdad que esta vista va animando y hace que el cansancio pase más desapercibido (opinión esta no compartida del todo por mis socios...
):
De todas formas hay que tener cuidado y nos distraerse mucho con las vistas, pues el campo está sembrado de "minas antipersona". Si pisas una de estas, da la bota por perdida:
Por fin se divisa el Cortijo del Hornillo, y tras él una vista impresionante de las nortes de la sierra:
Hacemos el correspondiente "posado":
Como se han portado bien, esta vez no reparo en viandas:
El "comedor" no puede tener mejores vistas:
Y ahora sección vistas de izquierda a derecha:
Contemplando esto a uno se le olvidan las preocupaciones, las hipotecas, el trabajo, el fútbol...
Pero hay que volver, no sin antes echar un último vistazo a los grandes:
Y en el Mulhacén, se puede apreciar una "mijitilla de ná" de nieve (según la escala
Alcazaba de espesor de nieve
):
Ya de vuelta, una mirada atrás. La encina de la derecha fue nuestro comedor de hoy. Y por cierto, como suele ser costumbre, nos volvimos con más basura de la que generamos. Sigo sin entender que alguien que ha llegado hasta este lugar, luego se deje las latas y los envases por el suelo
Una imagen del Cortijo a la vuelta:
De nuevo volvemos a divisar Güejar en la lejanía:
Alguna paradita técnica:
Y nuevamente atravesamos las canteras de serpentina:
Por último señalar que me sorprendió gratamente los distintos tipos de indicaciones que han ido colocando a lo largo del recorrido:
Aquí se acaba la ruta, y un nuevo sitio a la mochila del recuerdo.
Agradecimientos:
Como dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, vienen aquí los propios. En primer lugar agradecer a
Bauer (el del famoso paso que lleva su nombre, antes de llegar a Rioseco, una vez dejando a la izquierda la vista a la Laguna del Boticario, y a la derecha el inicio de la Vía Antoñín Ramos a la Laguna de la Cabra
) que le faltó tiempo para responder a mi petición de algunas referencias para evitar pérdidas innecesarias. ¡Gracias amigo!
Y también agradecer una vez más a
Joseme que permita que me lleve parte de su conocimiento en mi bolsillo, a modo de chuletilla, sacado de su página (
Caminos del Sur) la cual recomiendo vivamente a todos los que quieran enriquecer más sus rutas con detalles sobre la flora, toponimia, historia... ¡Gracias también!
Un saludo,
"La familia que sube a la montaña unida,... no gana pa botas "(Sabiduría boticariana) "Andar por Andar"