Después del éxito de convocatoria en la última ruta por el camino de los Presidiarios [
www.nevasport.com] volví a recurrir a
mis dotes de persuasión y conseguí reclutar el doble de miembros para la siguiente excursión.
Sirva la siguiente foto de testimonio (Lucas, Álvaro y en el medio mis dotes de persuasión):
Una muestra más de los nobles ideales que mueven a las nuevas generaciones...
El "paseo" lo realizamos este sábado (8 de septiembre), y se trata de una ruta circular de todos conocida: inicio en la
Ermita de Ntra. sra. de las Nieves (Dílar), subida hasta el cruce con la
Ermita Vieja,
Puerto de Mala Mujer (debía ser muy mala, porque la subida se las trae...
), subida a la
Silleta (del Padul o Dílar, según desde que vertiente se suba),
vértice Geodésico y "a su templo" (nunca mejor dicho) por el
camino del barranco hondo. Total, no llega a 18km y apenas 700m de desnivel. Vamos, lo que
Basurde,
Paco.G o el
Wilhemi hacen todos los días para comprar el periódico...
Como he dicho, comenzamos en la Ermita, donde aprovechamos para encomendar a la Virgen la jornada. Como podéis ver en la foto, más que montañeros parecen toreros momentos antes de enfrentarse con un morlaco de 500 kilos:
Ya en los primeros metros de la ruta se forma entre nosotros un grupo compacto, sin fisuras, con un clima de alegre y sana camaradería:
Ya hemos pasado el desvío a Ermita Vieja y aquí también se echa en falta una buena mano de agua:
Seguimos el ascenso (de momento no les doy la espalda porque son dos y llevan bastones):
De vez en cuando flaquean las fuerzas y hay que tirar de la psicología infantil y motivarles con argumentos positivos del tipo:
"hasta la cima no os doy agua",
"al que se pare, no se le espera",
"el último que llegue se queda sin comer"... En fin, cualquiera que sepa un poco los habrá leído en todos los libros de educación actuales:
Afortunadamente llegamos a los últimos repechos que nos llevan a la cumbre de la Silleta (1.532m). Insisto que depende desde dónde se suba se llama Silleta del Padul o de Dílar. Algunos mapas diplomáticamente lo denominan como Cerro de la Silleta, sin más:
Ya estamos arriba. De fondo se intuyen Veleta, Caballo...
No se si por la emoción de llegar o por la sed, Lucas intenta "descorchar" la cantimplora al más puro estilo Fórmula 1:
Glu, glu, glu:
Las vistas hacia el sur:
Y hacia el norte, dónde hoy rápidamente encontramos la respuesta a las preguntas que más se ha hecho la humanidad:
"¿De dónde venimos?" y
"¿A dónde vamos?":
Después de reponer fuerzas, continuamos por la divisoria del cerro para alcanzar el vértice geodésico, que paradójicamente, se encuentra 12 metros por debajo de la cumbre. Se puede observar en sus caras, que el buchito de agua y los tres dátiles que les he dado para comer han hecho su efecto:
Foto de un servidor, para que conste en los anales:
Aquí la correspondiente placa del vértice. Siempre que las veo, me pregunto si tendrán algunas cabras-espía para que delaten a los que rompan dicha señal (que está penada por la ley....):
Procedemos a los destrepes pertinentes para alcanzar el camino de vuelta:
La operación "retonno" se produce de forma escalonada, tal y como recomienda la DGT:
Finalmente, para cumplir con mis promesas, parada en Las Mimbres y el refresco prometido ("sudaícos como pollos" que estaban). Las vueltas de los 50€, me las quedo de nuevo que estamos en plena vuelta al cole.
Eh!! Y además un platico de migas!!!
Vamos, una fanta y migas por acompañar a su padre en un paseo. ¡Se podrán quejar!
Y eso es todo por hoy. Hasta la próxima, un abrazo,
Boticario.