Son principios de agosto, y aunque éste es el mes que menos me gusta visitarlos, prefiero ir a los Pirineos que quedarme en casa. Y más cuando un amigo está por allí y me propone hacer algo juntos. Lo medito unos días, me preparo, y voy a su encuentro, que será en San Nicolás de Bujaruelo. Pero no voy sólo. Yuko está pasando un verano agobiado por el calor y se merece algo mejor.
Tras largas horas metidos en el coche, llegamos a nuestro destino y nos encontramos con Toni, más conocido como "valencianico". El buenazo de valencianico, amable y cortés como ninguno, saluda a su compañero de excursión formalmente...
Pero Yuko ha contenido su energía durante muchas horas en el viaje, y no está para formalidades. Él prefiere dar un efusivo abrazo a los amigos, y es que ya se conocieron mes y medio antes en la Bassa de la Mora...
Bueno, pues después de bromear un rato y preparar mochilas, nos ponemos en camino hacia el valle de Otal...
En un par de horas llegaríamos a la cabaña de Otal, refugio de vacas y pastores, ya con el sol oculto. Tuvimos un inconveniente, y es que desde la verja que da entrada al valle, las vacas se cuentan por centenares, desperdigadas casi por donde mires . Muchas de ellas son pequeños terneros, y especialmente sus madres no miran con buenos ojos la presencia del perro. Parecen nerviosas, y hay varias a nuestro alrededor. Así que para evitar problemas decidimos abrirnos hueco entre ellas para entrar en la cabaña y cenar y dormir dentro, aunque no está en buenas condiciones de limpieza.
En el momento de ir a dormir, justo al tumbarme con el frontal todavía encendido, se alumbra el techo y tenemos esta curiosa conversación:
Yo: - "Toni, ¿Eso que hay en el techo justo arriba de mi cabeza es...?"
Toni (interrumpiéndome): -"Sí, es un murciélago, hala, duérmete!"
Ya por la mañana, al no saber si habría agua más arriba, repostamos en el mismo río Otal...
y un poco más adentrados en el valle intentamos seguir el sendero que bajo la hierba asciende en largos zig-zags. Es una variante del GR-11, que como nos muestra su oculto trazado, está muy poco transitada y a veces es difícil de seguir (foto de valencianico)...
Pero eso es precisamente lo que buscamos, "perdernos" en la montaña lejos de la gente. Por eso hemos elegido la ascensión al Tendeñera. Esta montaña tiene por vecinos picos y valles, como por ejemplo la zona del puerto de Gavarnie, tapado ahora por las nubes, mucho más populares que son los que albergarán las masificaciones que queremos evitar...
Sí señor, estás hecho un fenómeno!! Ha sido un lujazo compartir esta excursión con alguien que tiene un corazón que se sale...
Por fin tenemos ahí el collado de Tendeñera y respiramos tranquilos. A partir del collado ya no habrá apenas hierba... ni vacas. Y es que una se ha desbocado brincando y agitando la cabeza mientras corría hacia el perro, que como lo llevamos atado, pues.... corría hacia nosotros

. Así que desde ese momento hemos continuado rodeándolas manteniendo las distancias, haciendo medias laderas si es preciso para evitarlas (foto de valencianico)...
En el centro, el pico Tendeñera (2853 m) desde el collado...
Continuamos ascendiendo, y sobre la cota 2400 encontramos un sitio ideal para vivaquear. Como no hay agua, yo me quedo montando la tienda y Toni se va a coger nieve de un nevero cercano. La derretimos con los hornillos y aún es algo pronto para cenar...
Así que aprovechando la magnífica tarde que está haciendo, nos vamos a dar un agradable paseo. La tarde no es para menos. Hay una fresca e incómoda brisa que se compensa con la mágica y cálida luz de los penúltimos rayos de sol...
incluso él parece entenderlo así...
Son momentos de disfrutar en silencio, momentos de contemplar...
momentos de sentir lo que añoramos cuando estamos en la ciudad...
momentos de aprovechar el lugar...
y vibrar cada uno a su manera...
con lo que nos deparará mañana...
con las despedidas...
con los horizontes recortados...
con lo que aún nos regalan sin quizá merecerlo...
Amanece y pronto comenzamos a subir. Ha sido una noche fría, y así lo confirma la escarcha en el saco de Toni, que ha dormido fuera, y el agua helada en el cuenco del perro...
Y estos dos, no sé qué rollito hay entre ellos, pero siempre que me giro los veo enredaos. Se llevan bien

.
Por una especie de laberinto de piedras solucionado con hitos,
y alguna fácil trepada, llegamos a la última loma, donde a nuestras espaldas queda la impresionante cresta de Año, que une el Tendeñera con la peña de Otal...
y desde donde ya se ve íntegro el último tramo de subida hasta la cima...
Pero aún quedaba una sorpresa antes de llegar arriba. A Yuko le da por salirse del camino y desaparecer bordeando la loma y desoyendo nuestras llamadas. Esperamos unos minutos, a ver si vuelve, y por fin aparece corriendo como un loco monte abajo persiguiendo a un sarrio, acercándose a escasos 4 ó 5 metros antes de que el sarrio lo despistara en una zona escarpada...
Así que después de bajarse un buen trozo corriendo como un diablillo, vuelve fatigado...
a escuchar mi reprimenda: "Yuko: NOOOO!! Que NOOO!!! Que no te tienes que ir a perseguir sarrios ni a perseguir nada...!!!!" Perfecto, lo ha entendido y sé que no lo hará más...
Tras superar el último y empinado pedregal, el camino se vuelve horizontal. Ya estamos arriba. Tan sólo este paso algo delicado y escasos metros nos separan de la cumbre; pero Yuko ya ha dicho con llanto y forcejeos, que de ninguna manera pasa él por ahí: ni atado, ni suelto, ni en brazos...
Así que decidimos ir a la cumbre por turnos. Primero va Toni...
y yo me quedo en la antecima (foto de valencianico)...
Ahí la tienes!!
Y cuando él vuelve voy yo dejando al mañaquico de casi ocho meses llorando mientras me alejo...
... haciendo alguna foto, a pesar de que por la orientación, el sol y la bruma no quieren colaborar. El valle de Ordesa...
El macizo del Vignemale, el Mallaruego, y el pequeño ibón de Tendeñera...
La continuación de la curiosa sierra de Tendeñera...
Las montañas que separan el valle de Broto y el sur del de Tena ...
Y finalmente, Formigal bajo la peña Foratata y esa majestuosa mole que no necesita presentación. Aunque por si acaso hay alguna makinorra despistada, es el Midi d'Ossau esperando a que lo subas

.
Comenzamos a bajar, por segunda vez desde aquí para algún perseguidor de sarrios...

La cresta de Año y la peña de Otal. Realmente sugerentes. Nosotros nos desviamos a la izquierda justo antes de que la loma se afila (foto de valencianico)...
hacemos una pequeña destrepada (foto de valencianico)...
y al poco llegamos a este mirador del valle de Otal, justo al lado de donde tenemos la tienda con el resto de cosas por recoger...
Toni ya ha terminado de preparar su mochila y está esperando tumbado a que yo termine la mía, y Yuko mientras durmiendo en la única sombra que hay, cuando de repente se levanta y nos asusta ladrando impetuosamente. Nos giramos hacia lo que motiva los ladridos, y no aparece otro sarrio como esperaba, sino un pedazo de buitre planeando a tres metros del suelo y pasando justo sobre la tienda que aún estoy desmontando

. Si salto lo toco... ACOJ---NTE!!! Al estar nosotros en una especie de collado, los buitres que ascienden desde el otro lado se encuentran de sopetón con nosotros, seguramente sorprendiéndose también de vernos. Y es que al momento se repitió la escena con una pareja, y luego otra más. Y Yuko que intentó perseguir a todos.
(foto de valencianico)...
Termino con mi mochila y regresamos por el mismo camino, de nuevo evitando vacas y bebiendo y refrescándonos en los numerosos arroyos que nos encontramos...
El circo de Otal con el Tendeñera a la izquierda. Y de aquí, un par de horitas hasta el coche, traslado a un buen camping, ducha y un buen chuletón (de vaca, por supuesto

) con un buen vino que nos cenamos en Gavín, pa reponer
Y ya a la hora de dormir, ante mi sorpresa y ante la atónita mirada de los campistas, Toni y Yuko eligieron dormir juntos fuera de la tienda

. Aunque con lo bien que están congeniando, tampoco es de extrañar

. Eso sí, quien ha dormido con valencianico alguna vez, sabe que o te duermes primero, o...
lo mejor es escapar!!
Y llega el triste momento de la despedida. Toni, que ya lleva una semana en el Pirineo, tiene que marcharse. Ha sido un verdadero placer, amigo
Pero para Yuko y para mí, esto no ha hecho más que comenzar. Aún nos quedan muchos días de vacaciones y en dos días vendrá otro amigo con el que hemos quedado por aquí...
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Editado 2 vez/veces. Última edición el 07/09/2007 09:52 por Fernando W..