Sí, la conozco y la volveré a visitar. Es un espacio fantástico. El reto es cómo puede uno poner algo nuevo y a la vez hacer el sitio todavía más atractivo y deseable. Que sea un lugar que visitar no solo durante la temporada de invierno. Porque la idea es extender su uso a todo el año.
¿Qué le hizo aceptar el proyecto?
Me encanta el esquí. Hago bicicleta de montaña, senderismo... Pero creo además que se puede añadir prosperidad a la zona y a la vez preservar los pequeños estilos de vida. Tenemos por delante el reto de hacer una infraestructura respetuosa con el entorno de la que se van a beneficiar directamente 12.000 personas.
¿Cómo se plantea el diseño?
Todavía no he empezado con el diseño concreto. Estamos en los primeros momentos, en su concepción. De lo que se trata con el diseño es que el hecho de ir allí se convierta en toda una experiencia. El arquitecto debería trabajar con el entorno, con el paisaje, aprovechar las vistas para crear un agradable microclima, que se pueda estar en el exterior incluso cuando haya viento. Cuando se trabaja en estos espacios hay que tener en cuenta que se pasa mucho tiempo en el exterior.
¿Qué plazos manejan?
El plazo estimado para su construcción es de unos tres años. Empezando ahora, nuestro objetivo es que se pueda esquiar a partir de la temporada 2012-2013. Entonces ya se podrán utilizar todas las instalaciones de la estación.
¿Es posible en solo tres años?
El proyecto es muy exigente, es muy difícil, son unos plazos muy ajustados, pero creo que sí podemos. Es nuestro objetivo y creo que lo podemos lograr.
¿Se plantean la logística de la obra?
En Saint Moritz, los helicópteros llevan los árboles cortados a través del lago, y pueden llegar a cargar una vivienda y llevarla a otra parte de la montaña. Quiero decir que el transporte de materiales en lugares muy inaccesibles es un elemento clave y en este caso un parámetro fundamental. El objetivo es utilizar los recursos que sean posibles del lugar y adaptarse a ellos en la mayor medida posible.
¿Tiene alguna previsión ya de qué tipo de materiales va a usar?
Estamos abiertos aún a cualquier posibilidad. Hay que tener en cuenta que el proyecto se desarrolla en diferentes espacios. Pero creo que es también importante crear una arquitectura del lugar. Los edificios tienen que sentirse como que han crecido de la naturaleza, del paisaje. Deberían estar unidos en armonía. Incluso si el paisaje es duro, irregular y rocoso, es algo que también habrá respetar.
Está la madera, la piedra, etc.
La madera es un material muy interesante porque tiene la propiedad del aislamiento. Tiene muchas ventajas. Todavía no lo he decidido, pero la madera podía ser un material fundamental en la construcción. Para mí, la combinación de la madera con la piedra es muy buena. Ya veremos...
¿Cómo se puede conjugar este tipo de infraestructura con el respeto al medio ambiente?
En algún sentido, la historia de las montañas y del esquí está muy relacionada con la tecnología, que hace accesible lugares a los que de otra forma sería imposible llegar. Es como un matrimonio. Lo más importante es la sensibilidad hacia la naturaleza.
¿Qué tipo de innovaciones arquitectónicas se pueden hacer en este tipo de proyectos?
El objetivo es utilizar la orientación del sol y la dirección del viento para optimizar el uso de la energía, siendo lo más autosuficientes posible. También crear espacios que sean especiales y cómodos, tanto dentro como fuera de los edificios. Hay que integrar desde las habituales infraestructuras hasta las pistas para que los niños más pequeños aprendan a esquiar. Buscamos una integración de espacios y de personas, que convivan con la mayor comodidad posible.
¿Es un objetivo?
El principal objetivo es hacer todo lo más cómodo posible. Por ejemplo, hay que tener en cuenta al planificar sus usos que la propia equipación del esquí pesa. Lo más importante es conseguir una experiencia satisfactoria reduciendo al máximo todas las complicaciones relacionadas con este deporte.
