Primero, se instaló en la pista un telesilla desembragable de seis plazas. También se ensancharon algunas zonas del recorrido y mejoraron la llegada. Con todo este trabajo hecho, Grandvalira trabaja actualmente en habilitar una red de cañones de nieve para innivar totalmente la pista si es necesario. Aprovechando los trabajos de cableado para los cañones de nieve también se está instalando todo el exigente sistema de cronometraje. Finalmente, la estación debe mejorar la seguridad de la instalación y, por esto, colocará cuatro redes fijas de protección.
Lista para ser homologada
El motivo de todos estos esfuerzos para mejorar la pista Avet es cumplir todos los requisitos que pide la Federación Internacional de Esquí para acoger acontecimientos deportivos de primer orden. Así, el Avet podría ser el escenario, ya durante la temporada próxima, de una prueba de la Copa de Europa femenina. Este es el paso previo para efectuar la demanda de una prueba de Copa del Mundo de esquí en temporadas posteriores. El acondicionamiento del Avet se tiró adelante después de que la FIS señalara que Andorra tiene posibilidades de acoger una Copa del Mundo.
La salida del Gigante estará en el Pla d’Espiolets, a 2.240 metros, mientras que el eslàlom comenzará en los 2.040 m. La llegada de las dos pruebas estará al pie de la estación (1.840 m).
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