El proyecto de Fuentes de Invierno parece que se firmara deprisa y corriendo, y 'ya más adelante mejoramos'. Y es que según publicaba hace unos días el diario de La Nueva España, prácticamente no se puede hacer nada más en esa estación de esquí que abrirla en invierno y encomendarse a la madre naturaleza para que deje nieve suficiente.
Así, según parece, y tras varios años pidiendo una conexión eléctrica en condiciones para poder instalar un sistema de nieve artificial, pues parece que según la normativa ambiental vigente actualmente, no se pueden instalar cañones.
Vamos, es que ni aparatos de producción de nieve, ni abrir remontes en verano o ni siquiera programar alguna actividad dentro de los límites de la estación fuera de la temporada de invierno. Es decir, que a partir de la primavera se podría ir en bicicleta fuera de Fuentes de Invierno, pero no dentro de lo que marcan las instalaciones.
La normativa es tan restrictiva, que según el periódico asturiano, ni siquiera se pueden instalar unos lavabos a media cota de la estación. Así que cuando los chavales que hacen los cursos de esquí les entran ganas de ir al baño, tienen que ir hasta abajo del todo, en la base. La misma situación que se encuentran los trabajadores que controlan los remontes.
Todo esto impide no solo ampliar la temporada de esquí, especialmente al principio con la producción programada de nieve, sino aprovechar las instalaciones también en verano para que siga siendo un motor económico fuera de la temporada de esquí, tal como si puede hacer Valgrande-Pajares. De hecho comenzó a potenciarla el año pasado gracias a la inauguración del telecabina con actividades de senderismo, bicicleta, y otras actividades guiadas.
Con una temporada tan catastrófica, poder abrir en verano habría podido ayudar a maquillar los números de este año. Sin embargo tendrán que esperar al próximo invierno para ver movimiento, además de los turistas que se dejen caer por el valle durante el verano.
Para poder desencallar estas restricciones, se deberá tratar de modificar el Estudio Preliminar de Impacto Ambiental (EPIA) en un pleno de Concejo todavía sin fecha.