Estrenada hace unos 10 meses, la Black Wall es una de las pistas de más inclinación del planeta. Situada en la estación de esquí de Les Diablerets - Glacier 3000, sus responsables aseguran que su pendiente alcanza los 46° (o un 104%). Se llega a través de un túnel de 265 metros perforado a través de la montaña, en cuyo interior hay una cinta de transporte. El trazado está tan empinado, que solo un par de maquinistas muy experimentados se encargan de su mantenimiento, para lo cual cuelgan literalmente la pisapistas de la roca.
Esta semana uno de esos maquinistas se encontraba con la sorpresa de que una gran grieta atravesaba la pista dividiendo en dos la Black Wall. Si bajarla ya era una temeridad, ahora se convertía en un verdadero peligro. Por eso la estación anunció ayer que la cerraba temporalmente.
Que haya una grieta en un glaciar es relativamente habitual, ya que son masas de hielo que se van moviendo, pero en una pista con nieve es algo totalmente inusual. Y como suele pasar en estos casos totalmente desconocidos, ha empezado a aparecer todo tipo de teorías.
Una de ellas, la que más parece estar calando, es que en otoño empezó a nevar intensamente de repente, cuando el suelo todavía estaba caliente. Pierre Huguenin, Jefe de la sección de del Instituto para el estudio de la nieve y las avalanchas del Valais, ha explicado en un comunicado que
“Durante las primeras nevadas intensas de noviembre, el suelo estaba relativamente cálido y no se enfrió, ya que la nieve reciente actuó como aislamiento. Luego, las fuertes lluvias que cayeron en diciembre empaparon la nieve, que en algunos lugares no se volvió a congelar. Y finalmente, fue el viento el que vino a aportar su granito de arena.
Todos estos factores participaron en el movimiento de la nieve a lo largo de la ladera del “Black Wall” y en la formación de esta famosa grieta."
La estación por su parte, asegura que no había visto algo así en 30 años de negocio, y que esperan ansiosamente nuevas nevada que cubran la grieta para poder abrir la Black Wall.
Esta pista ya existió durante 30 años. Se abrió por primera vez en 1963 y se accedía a través del teleférico Glacier 3000, que hacía parada en la cima de la Black Wall. Pero en 1999 ese remonte fue sustituido por un telecabina que alargó su recorrido hasta la cota más alta, pero por cuestiones estructurales no podía tener estación intermedia.
Así que la Black Wall quedó ahí a la espera de que alguien idease algo para llegar a ella. Finalmente se decidió que un túnel era más barato y encima tenía menos impacto visual. Finalmente el año pasado se pudo inaugurar en el mes de marzo después de que un mal invierno no trajera nevadas hasta pasadas las navidades.
Una grieta atraviesa la Black Wall, una de las pistas más extremas del mundo