Los días para esquiar podrían reducirse entre un 30% y un 40% a lo largo de las dos últimas décadas de este siglo en algunas estaciones de España debido al cambio climático, según un estudio realizado por Benito Fuentes, meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y miembro de la Asociación Meteorológica Española (AME).
Fuentes emplea datos del programa Copernicus, perteneciente a la Comisión Europea, para evaluar la duración de la temporada de esquí, la acumulación de nieve y las horas propicias para fabricar nieve. Así, el trabajo examina la evolución hasta finales de siglo de estos tres indicadores clave para algunas estaciones de esquí de España.
Los indicadores de nieve en la España peninsular se generan con varios modelos climáticos, esto es, el clima real desde 1986 hasta 2005 y tres escenarios entre 2081 y 2100, teniendo en cuenta un panorama muy optimista de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero más allá de 2020 (denominado RCP2.6), otro optimista y más probable con disminuciones a partir de 2040 (RCP.4.5) y otro más pesimista con un aumento desmesurado de las emisiones a lo largo de este siglo (RCP8.5).
Duración de la temporada de esquí
El estudio analiza la evolución de la temporada de esquí teniendo en cuenta como fecha de apertura de la estación el primer día en el que el espesor de la nieve supera los 30 centímetros de forma continua, ya sea generada natural o artificialmente, y la fecha de cierre como la última jornada.
Fuentes tiene en cuenta los puntos con altitud máxima igual o superior a 1.500 metros y toma la mayor altitud de cada uno de ellos. Así, las mayores reducciones entre los años 2081 y 2100 respecto al periodo entre 1986 y 2005 se producirán en el Sistema Ibérico, el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica, con entre un 30% y un 40% menos días para esquiar en el escenario RCP4.5, en general.
Pirineos y Sierra Nevada también verán reducida la temporada de esquí, pero menos debido a su elevada altitud.
"La posibilidad de atraer visitantes de otras estaciones cerradas podría compensar económicamente la disminución en el número de días".
Acumulación de nieve
Respecto a la acumulación de nieve, el estudio analiza varias estaciones: la de Alto Campoo, Baqueira Beret, Formigal, Navacerrada, Sierra Nevada y Valdelinares. En general, hay un declive de nieve acumulada hacia el final de siglo, mucho más marcado en el escenario pesimista (RCP8.5). En el más optimista (RCP2.6), se alcanzaría el mínimo a mediados de siglo y habría después una cierta recuperación, aunque sin llegar a los niveles previos entre 1986 y 2005.
Horas propicias para fabricar nieve
En cuanto al número de horas en las que la temperatura es inferior a -2 ⁰C, habría una reducción cercana a un 40% a finales de siglo en el escenario climático intermedio, cifra que se eleva a entre un 50% y un 80% en el escenario pesimista. Fuentes asegura que
"En un mundo donde la nieve y las montañas son sinónimos de diversión y emoción, el calentamiento global emerge como una sombra amenazante sobre nuestras estaciones de esquí. Las cifras y tendencias reveladas por el programa Copernicus pintan un panorama desafiante para el futuro invernal"
En definitiva, los datos están ahí y son irrefutables: la cantidad de nieve si se mira en una escala de varios años, ha disminuido. Pero por otra parte la reducción no va a una velocidad como para que mañana tengamos que cerrar las estaciones de esquí y empezar a crear nuevos pantanos porque perderemos las reservas naturales de la nieve en la montaña.
Pero si deberemos seguir luchando contra un clima mediterraneo que cada ciertos años nos trae unos ciclos de sequía y temperaturas anómalas. Mientras tanto podremos seguir disfrutando del esquí. Al menos hasta el año 2080. en el caso más pesimista. O con suerte el mínimo llega antes y empieza entonces la recuperación si nos agarramos al estudio optimista.
La nieve artificial ha sido un aliado tradicional en las estaciones de la peninsula ibérica, con un clima mediterraneo menos severo que en el resto de Europa
