Las estaciones de esquí de Escocia no es que se caractericen por una gran oferta, pero en el país donde se inventó el turismo de los deportes de nieve y en donde sus nacionales son los que ocupan un porcentaje importante de los hoteles de los Alpes y hasta de los Pirineos en invierno, uno podría esperar mucho más.
En Escocia hay cinco estaciones de esquí. Tres de ellas, Cairngorm, Lecht y Glenshee están en el Parque Nacional Cairngorm. Las otras dos, Glencoe y Nevis Range se sitúan más a la costa oeste del país británico. Hasta hace un par de años existía una sexta opción, la de Lowther Hills, gestionada por un Club con ese nombre y con apenas un par de remontes portátiles, pero en 2022 cerraron por falta de recursos. Era el centro invernal más al sur de la nación.
El esquí en Escocia vivió momentos 'gloriosos' con más de medio millón de forfaits vendidos por temporada, aparcamientos llenos y coches aparcados en los laterales de la carretera hasta finales de los '90. Pero la aparición de las lineas aéreas low cost y la afición de los británicos por escaparse de las islas en cuanto pueden, pusieron las estaciones de los Alpes a poca distancia.
A eso se le unió un largo ciclo de pocas nevadas en Escocia a principios de este siglo. Las imágenes que nos llegaban eran francamente dramáticas, con unas pistas sin apenas nieve y carriles amarronados para que los esquiadores pudieran remontar arrastrados por los telesquíes. Muchos medios llegaron a asegurar que el esquí iba a desaparecer en el país.
Un buen día empezó a nevar de nuevo. Incluso demasiado. Entonces las imágenes pasaron a ser de nevadas épicas con el personal desenterrando remontes e incluso las vías del funicular de Cairngorm, que emergen varios metros del suelo. Pareció que los esquiadores respondieron y volvieron a probar las estaciones de Escocia.
Además los cinco complejos invernales hicieron un esfuerzo por hacer algunas renovaciones e incluso lanzaron un forfait conjunto, de manera que podías pasar una semana probando las cinco estaciones de esquí. Como están relativamente cerca unas de las otras, la idea parecía buena.
Las nevadas se estabilizaron, y en la campaña de invierno 2009-2010 se llegaron a vender 374.789 días de esquí. Había tanta nieve que incluso algún verano se mantuvo alguna pista abierta hasta el mes de junio al mismo tiempo que también se ponía en marcha la temporada de mountainbike.
Este mes de enero de 2023 mientras en la Europa continental se sufría de falta de nieve, en Escocia sus estaciones de esquí lucían condiciones envidiables: buenos espesores, cielos despejados, y además sin esas molestas rachas de viento que tanto molestan en esa época del año en las Highlands escocesas.
A finales del mes de enero, Glencoe anunció que estaba a punto de alcanzar los 10.000 días de esquí vendidos. Teniendo en cuenta que esa es la cifra que lograba últimamente en toda la temporada, la noticia era magnífica. Sin embargo curiosamente mientras a mediados de febrero nevaba ya en la Europa continental, en Escocia empezaron a subir las temperaturas... y se acabó la fiesta.
El pasado viernes Ski Scotland, dependiente de la Oficina de Turismo Visit Scotland, publicó el recuento final de días de esquí para la temporada 2022-23 en Cairngorm, Glencoe, Glenshee, The Lecht y Nevis Range y, pese a lo prometedor que parecían las cosas a principios de año, el balance que hacen es de "decepcionante": 98.989 forfaits vendidos.
La Asociación lamenta que pese a que literalmente es el doble de lo que se vendió en las dos peores temporadas de esquí, la sensación no es buena, ya que se esperaba volver a la senda de crecimiento post-pandemia.
Balance de las últimas temporadas en Escocia:
En general rondan los algo más de 200.000 días de esqui.
- 2022-2023: 98.989
- 2021-2022:
- 2020-2021:
- 2019-2020:
- 2018-2019:
- 2018-2019: 54.481
- 2017-2018: 249.000
- 2016-2017: 54.000
- 2015-2016:
- 2014-2015: 230.634
- 2013-2014: 235.303
- 2012-2013: 290.966
- 2011-2012:
- 2010-2011: 289.955
- 2009-2010: 374.789
El bajón ha sido tan gordo, que Glencoe apenas sumó 3.000 días de esquí tras los 10.000 de enero. A mediados de febrero tuvo que cerrar por falta de nieve mientras sus clientes se escapaban a los Alpes donde las estaciones ya estaban recuperadas de un inicio de invierno complicado.
Sin embargo, en contraste, Glencoe vendió 18.020 tickets para subirse en el telesilla con trineo y usar una pista donde una maquina SnowFactory de última generación produce nieve a casi cualquier temperatura. No es la panacea porque apenas da para 75 metros, pero al menos se pudo generar un flujo de caja hasta el mes de abril.
Desde Glencoe celebran haber podido vender esos 18.000 tickets para trineos, pero reconocen que no dejan el mismo dinero que los esquiadores.
Aún así, otra estación de esquí, Cairngorm, se muestra optimista con el futuro. Si bien este año ha sido malo, recuerda que llevaban un ciclo de buenas nevadas, y que este sector debe saber alternar buenos inviernos con malos. Por eso, está haciendo fuertes inversiones en reformar su funicular, modernizar el restaurante de altura, e invertir también en nieve artificial SnowFactory.
Si el viento que sopla frecuentemente en las Tierras Altas de Escocia puede ser molesto en ocasiones para el esquí, por otra parte es un beneficio que pueden aprovechar las estaciones, ya que gracias a la energía eólica cada vez más desarrollada en esa región, se puede alimentar remontes y maquinaria de producción de nieve. En Lecht, incluso aseguran que este tipo de electricidad ya les cubre el 100% de sus necesidades.
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Cairngorm es la estación de esquí en Escocia que más está invirtiendo
