Florecen coches en Utah. También en otras zonas de California. Ambos estados han registrado nevadas récord este invierno. Las precipitaciones en forma de nieve han sido tan intensas, que han provocado muchos problemas. Mientras los esquiadores disfrutaban de una 'tarifa plana' de powder, más abajo en los pueblos de montaña, muchos residentes han visto como sus casas sufrían problemas derivados de esta anómala situación.
Y es que el peso de la nieve aplastaba tuberías de gas, provocando incendios o explosiones en muchas viviendas. En otros casos han sido los tejados los que han acabado cediendo. Y hay quién se ha dejado un dineral en contratar cuadrillas de obreros que le despejaran los accesos a sus casas, totalmente cubiertos de blanco 'día sí, día también'.
Pero otra de las consecuencias se está viviendo estos días, cuando la subida de las temperaturas está fundiendo de forma natural toda esa nieve acumulada. Howie Nave, un residente de South Lake Tahoe, ha publicado en su muro de Facebook fotografías de vehículos que están apareciendo con el deshielo,
"pensé, 'Mira, creo que veo la parte superior de un auto por allá'. Fuí para allá para tomar una foto de eso... era como un desecho, y entonces vi otros dos coches aparcados uno al lado del otro. Digo, oh, Dios mío, veo una antena que sobresale y luego vi el costado de un automóvil donde alguien había tratado de palearlo, pero se dieron por vencidos y todas las ruedas estaban pinchadas”,
Muchas personas tuvieron que abandonar sus vehículos bajo la nieve
Las fotografías han sido ampliamente difundidas por muchos medios de comunicación. En una de las entrevistas el hombre dijo que ahora se estaban preparando para las inundaciones. El deshielo en esas zonas suele durar entre mes y medio y dos meses. No hay glaciares, así que la nieve se funde en su totalidad y cuando sea agua este año bajará en mucha cantidad y se espera que lo haga por zonas que no se espera por los grandes espesores sin precedentes que hay esta primavera.
A esto se suma el Caldor Fire, el incendio de grandes proporciones que arrasó los bosques de California en 2021. Ahora la tierra ya no tiene casi vegetación ni raices que la aguante cuando lleguen las riadas. Algunos propietarios de segundas residencias las han vaciado y guardado los enseres en guardamuebles o trasteros lejos de allí. Los residentes mientras tanto esperan que los sacos de arena traídos permitan aguantar el próximo desastre.