Después de que el Gobierno andorrano haya recordado que prevalece la decisión de su homólogo español respecto a la posibilidad de pasar la frontera, las estaciones de esquí del país han eliminado la restricción de venta de forfaits a los no residentes, excepto a los franceses.
Durante toda la temporada de esquí se ha prohibido la venta de pases a todo aquel que no resida en Andorra. Eso sobre el papel. La realidad es que se ha ido vendiendo a todo aquel español que se ha presentado en las taquillas, aunque es algo que no se ha promocionado. Al que se le ha vetado el acceso es al francés, especialmente al que venía comprando con tarjeta. Otros adquirían su ticket a revendedores que se apostaban junto a las taquillas para ofrecérselos a un precio sensiblemente más alto de lo oficial.
Desde Grandvalira han recibido positivamente la noticia de la flexibilización de la movilidad, aunque "es una incógnita" saber cómo responderá la gente. Esperan que el anuncio de la venta de forfaits a todo el mundo contribuya a incrementar las reservas de última hora. Confían en que muchos no residentes que tengan una segunda residencia en Andorra se animen a pasar alguno de los días de fiesta en el país y lo aprovechen para esquiar.
Por su parte, Vallnord - Pal Arinsal ha informado que finalmente también se ha tomado la decisión de abrir el dominio durante este fin de semana a los residentes españoles, el último de la temporada, ya que la estación cerrará pistas este lunes. Del mismo modo que Grandvalira, la venta de los forfaits no estará abierta a los ciudadanos franceses a causa de las restricciones.