Entre los esquiadores a los que se ha pillado haciendo uso de los telesillas y telecabinas se encontraban británicos, daneses, suecos, rumanos, alemanes, australianos, irlandeses y polacos. Todos ellos fueron multados por la policía.
El operativo se llevó a cabo el viernes por la noche con 15 agentes y a los que encontraron se le extendió una propuesta de infracción. Todos ellos se enfrentan a multas de hasta 2.180 euros, según el comunicado que emitió el propio cuerpo de seguridad.
Austria, un país de poco menos de 9 millones de personas, ha registrado 413.208 casos y 7.703 muertes en la pandemia hasta ahora. Los nuevos casos diarios se han reducido a aproximadamente 1.500 desde un máximo de más de 9.000 en noviembre, pero ahora la disminución está bajando lentamente, por lo que se teme que en un breve espacio de tiempo vuelvan a subir.
Austria ha vivido tres cierres desde el 26 de diciembre, con tiendas no esenciales cerradas. Además, del 19 de diciembre al 10 de enero, se establecieron reglas aún más estrictas sobre la entrada al país para desalentar a los esquiadores, lo que obligó a que todo aquel que llegra de casi todos los países de Europa a entrar en cuarentena.
En las últimas semanas, sin embargo, el público se ha quedado atónito al enterarse de las lagunas, a menudo relacionadas con el trabajo o la formación. Aunque los esquiadores habituales no pueden pasar la noche en una estación de esquí, surgieron grupos de coronavirus en los cursos de formación de profesores de esquí, donde las escuelas austriacas permitieron la participación a turistas de toda Europa haciendo la 'vista gorda'.
El alojamiento turístico solo está disponible para viajeros de negocios. El alcalde de St Anton, Helmut Mall, ha dicho que los recién llegados allí han registrado una dirección local y dicen que están buscando trabajo a pesar de que no hay puestos de empleo disponibles.
La policía no dijo exactamente qué delitos se habían cometido, pero dijo que los extranjeros habían violado las regulaciones de inmigración y de restricción, así como la ley sobre el registro de una dirección.
La situación no es ajena en nuestro país. Aunque del lado de Francia los gendarmes hacen un control especial a los esquiadores, en la frontera portuguesa la vigilancia es más laxa. Esto está provocando que esquiadores de aquel país se vayan hasta San Isidro, donde también les han pillado.
De todas maneras aquí no ha habido sanción alguna, al menos que se haya comunicado.