Según publica el Diari Ara, se quiere limitar el número de pasajeros en remontes cerrados como los telecabinas y teleféricos. Allí dependiendo de la capacidad se dará acceso a más o menos personas. Si se trata de un mismo núcleo familiar, se permitiría entrar hasta 4 a 6 personas. De todas maneras esta es una situación muy atípica, ya que aunque una misma familia vaya a esquiar junta, luego suelen dispersarse, sobre todo cuanto mayor sea el número de miembros.
La situación por tanto plantea un escenario en los que muy pocos de los pasajers pertenecerán a un mismo núcleo familiar, por lo que las colas en días punta se pueden incrementar. Por eso se estudia también implementar un sistema de filas en zig-zag.
Se está planteando cerrar algunas pistas ya que se espera que el número de esquiadores baje, así como el del personal contratado. No obstante Grandvalira anunció hace unos días que su intención es abrir al 100% todo el dominio esquiable en cuanto se den las condiciones.
Finalmente otra de las medidas que se van a tomar es la realización de test periódicos a los trabajadores. El desarrollo de este tipo de pruebas avanza muy rápidamente y no sería extraño que a mitad de temporada ya estuvieran accesibles los test ultrarrápidos, que no hace falta que sean realizados por un especialista, sino que cada usuario puede hacérselo por sí mismo y comunicar el resultado a quien procesa.
Además de estas medidas se espera que tal como pasa en la calle, los restaurantes tengan una limitación de aforo, se elimine el servicio de buffet y se potencia el servicio de comida para llevar y consumir en las terrazas de los puntos de restauración.