El Gobierno recordó ayer que en el estado de Emergencia Nacional queda totalmente prohibido salir de casa y hacer viajes innecesarios, a excepción de las personas que van a los puestos de trabajo que se han autorizado. Por tanto se han cerrado bares, restaurantes y cualquier punto de restauración. También parques infantiles, de atracciones, playas y las estaciones de esquí. Queda totalmente prohibido además trasladarse de su lugar de residencia habitual, entre otras cosas porque en muchos de esos pueblos de montaña que eligen muchas personas para pasar lo que ellos consideran unas vacaciones, viven personas mayores muy vulnerables ante el COVID-19.
Muchas compañías de seguros y Federaciones territoriales han advertido además que sus pólizas ya no cubren rescates, hospitalización o repatriaciones de países en estado de emergencia nacional. Es el caso de la Federació d'Entitats Excursionistes de Catalunya (FEEC) quien recuerda en un comunicado que su póliza ya no cubre los accidentes, o la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (FEMPA), que también ha advertido a sus federados:
No obstante parece que en algún caso la póliza sí cubre en caso de accidente de montaña en plena emergencia nacional. Es el caso de la que expide la Federación madrileña, que aunque pide seguir las directrices del Gobierno, recuerda que en caso de accidente puede seguir tramitando la póliza con su agente de seguros
De hecho, ningún accidente deportivo dispondrá de cobertura de seguro durante la vigencia del Estado de Alarma, según ha trasladado la Asociación del Deporte Español a las federaciones a través de una circular, en la que se recuerda que
"conforme a la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el Estado de Alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, queda limitada la libre circulación de personas en su artículo 7 a unos motivos tasados, dentro de los cuales no se encuentra la práctica deportiva a ninguno de sus niveles".
Podría parecer un contrasentido, ya que los artículos 105 y 106 de la Ley del Contrato de Seguro regula la asistencia médica y asume la prestación de servicios médicos y quirúrgicos de los asegurados (dentro de los límites de la póliza contratada), pero la cosa cambia ante determinadas situaciones. Y ese es precisamente el caso de los daños causados por epidemias y pandemias declaradas oficialmente como el coronavirus. Es ante estas situaciones donde los privilegios se acaban ya que hasta el momento nunca se había dado. Por tanto las compañías de seguros, amparándose en las cláusulas de exclusiones para supuestos en los que median situaciones como la que se vive actualmente por la pandemia del coronavirus, se pueden negar a la prestación o asistencia concertada en las condiciones de la póliza.
La razón principal de esta exclusión se da porque la aseguradora fija una prima en función de un riesgo conocido. Un riesgo que cambia en un caso como el del coronavirus, imprevisible y excepcional; y cuyas implicaciones económicas pueden ser muy superiores a las de cualquier otra enfermedad. No obstante, existen precedentes de aseguradoras que cubrieron en 2009 algunos casos leves de gripe A.
Si no se hubiera declarado como pandemia oficialmente, el coronavirus sí estaría cubierto. Siempre teniendo en cuenta los términos de la póliza.
No es una novedad que ciertas enfermedades no estén cubiertas por las pólizas de seguros. Más allá de la epidemias o pandemias, otras exclusiones frecuentes del seguro de salud son las enfermedades que pudieras padecer antes de firmar la póliza, los hechos de guerra, desastres naturales, toxicomanías, alcoholismo o el VIH. Aunque depende de las condiones de cada contrato que se cubran o no estas enfermedades, tampoco suelen entrar los tratamientos estéticos, ciertas prótesis o aparatos ortopédicos…