Nuestro joven protagonista lleva esquiando aquí desde siempre, cuando apenas existían un par de viejos telesquís, pero supo desde el primer momento que el esquí era su pasión. Conforme fue creciendo vivió de cerca el desarrollo de Shymbulak, y aceptó trabajar en el complejo invernal ya que se enteró que los trabajadores tenían el forfait gratis y podría esquiar en sus ratos libres.
A los 11 años perdió una pierna tras una fuerte descarga eléctrica. Eso no le impidió apuntarse al Club local e incluso hacer algunas carreras. No se le daba mal, pero la falta de una pierna le impidió ir mucho más allá. Pero su pericia con el esquí le permitía meterse en todos lados, así que de pister pasó a ser miembro del servicio de rescate tras demostrar que podía ayudar como cualquiera de sus otros compañeros.
Claro que él lo que más desea es tener dos piernas, así que sus compañeros, amigos y familiares, están haciendo una colecta este invierno para comprarle una ortopédica, y para ayudar en esta labor, le han grabado este vídeo para dar a conocerle al mundo.