Pero daba la casualidad que no muy lejos de allí se estaba impartiendo un curso de formación en rescate de avalanchas a profesionales que trataban de conocer nuevas técnicas. Al ver el alud acudieron rápidamente, y mediante palas y sondas pudieron dar con el hombre. Con todo, tardaron 50 minutos en desenterrarlo, y aún así el esquiador salió solo aquejándose de algún dolor. No obstante se lo han llevado al hospital de Zams.
Peor suerte tuvieron otros dos personas en el Vorarleberg de Austria, ya que perdieron la vida en dos aludes distintos.
Uno era un guía de montaña al que un alud en el área llamada Mohnenflu (situada entre Lech y Schröcken) le atrapó hacia las 10h de la mañana. Iba con un grupo de clientes, pero ninguno resultó herido. Ellos mismos llamaron al servicio de rescate pero no se pudo hacer nada.
Poco antes de las 11h una segunda avalancha en Lech en una zona llamada Lawinenabgang atrapó a otro guía, también fuera de las pistas. Fue localizado y extraído rápidamente, pero tampoco se pudo salvar su vida pese a los intentos de reanimarlo.
Viendo los casos de estas dos últimas personas, que fueron encontradas y extraídas rápidamente, se puede valorar la suerte que tuvo el profesor enterrado en Obergurl.