"Es realmente maravilloso porque todo el mundo se divierte y enloquece un poco", dijo Catherine Bolender, originaria de Waterboro y de 53 años de edad, quien ha lleva participando desde hace 12 años. "Es un evento alegre y divertido". Thom Bureau, un snowboarder, coincidió en que el evento es caótico... pero inolvidable. "Cuando uno se monta en el telesilla y ve que hay un Santa Claus tras otro, es algo increíble", comentó.
El evento se ha vuelto tan popular que es difícil conseguir una entrada. Brad y Heather Cope de Newton Falls, Ohio, dijeron que la lista para registrarse por internet se llenó en 4 minutos el 30 de noviembre. Se sintieron afortunados de haber logrado un pase. "Los dos estábamos conectados a la internet al mediodía para estar seguros de que recibiríamos una entrada", dijo Brad Cope, quien era instructor de esquí y ahora trabaja instalando piscinas. Heather es oriunda de Maine, y enfermera de profesión.
Las autoridades del resort dicen que el evento recaudó poco más de 3.000 dólares para la organización caritativa Sunday River Community Fund. Se requiere donar por lo menos 15 dólares a la organización a fin de poder participar en el evento. A cambio de ello, pueden esquiar gratis.