El esquiador estadounidense Bode Miller ha sido sometido a una intervención quirúrgica en la pierna derecha para reparar un
tendón dañado en la caída que sufrió ayer en Beaver Creek (EE.UU), donde disputaba el supergigante de los Mundiales de alpino.
Miller, cuatro veces campeón mundial y una olímpico, se enganchó un brazo en una puerta cuando bajaba a más de 96 km/h por una zona del recorrido llamada 'Abismo', y como consecuencia de la caída se hizo un
profundo corte en la pierna.
El esquiador escribió en su cuenta de twitter:
"Salgo de una operación exitosa en un tendón dañado. Me siento afortunado porque las cosas podían haber ido peor".
Miller, de 37 años, volvía a la competición tras recuperarse de una lesión de espalda. El tiempo de recuperación se estima en unos dos meses pero a su edad, a punto de volver a ser padre en mayo (primer hijo de su matrimonio con la jugadora de voleibol Morgan Beck) y con su familia cada vez más reticente a que siga asumiendo riesgos, el super-G del Mundial de Vail podría haber sido la última carrera de una leyenda del deporte blanco: seis medallas olímpicas, cinco preseas mundiales, dos Globos de cristal y 33 victorias en la Copa del Mundo le contemplan.
El propio corredor ha publicado en su cuenta de Instagram una foto de sus puntos en la pierna.