“Estábamos bajando a bastante velocidad en paralelo, y en un descuido chocamos casi frontalmente. Debíamos ir a 70-80 km/h”.
Así explica Ricardo Adarraga el grave accidente sufrido, que le supone decir adiós a lo que resta de temporada y pensar ya en la siguiente.
Cuatro costillas rotas
Las consecuencias de esta fatal caída son las conocidas de las
cuatro costillas rotas, que le obligan a reposar unas seis semanas, perdiéndose las competiciones restantes de la temporada: tentativa de récord en Vars, Andorra y Verbier,
“estoy muy decepcionado. Me había preparado bastante bien, además había tenido el honor de ser invitado a la tentativa de récord del mundo en Vars, reservada únicamente a los 15 corredores más rápidos del momento. No obstante ,e alegra de que está naciendo una nueva generación de Klistas españoles, con Eduard Manrique y París Arroyo. Me hacía muchísima ilusión competir las próximas competiciones con ellos. Ahora, ya sólo me queda concentrarme en 2014”.