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Pero Enrnst Prinoth fue también u gran amante del automovilismo que le llevó no solo a participar con éxito en muchas pruebas de velocidad de la época, sino a diseñar sus propios bólidos de carreras, como el Baby Junior P, fabricado en 1963 con un motor Steyr Puch 650TR, que fue conducido por grandes pilotos de la época como Tonino Ascari, Herbert Demetz y Erwin Gassler. De todas maneras esa fue su única incursión en el diseño de coches de carreras, ya que siempre participó con otras marcas italianas como Alfa Romeo para rallyes, o Ferrari en sus intentos de incursión en le Fórmula 1.
Volviendo a las máquinas pisapistas, su éxito a nivel mundial llegó cuando inventó el primer vehículo para tratamiento de pistas con accionamiento mecánico, en 1973, sentando así las bases para el tratamiento de la nieve en pistas. Otro de los inventos de la época fue la invención del bastidor articulado, que se lanzó comercialmente aprovechando la salida al mercado de la Big Prinoth a finales de los '70. Por primera vez en la industria, un bastidor no fue soldado, sino atornillado entre sí aprovechando las piezas de goma, lo que aseguró u mejor contacto con el suelo y un pisado de pistas óptimo.
Aquella época fueron unos años en que este sector industrial estaba desarrollándose enérgicamente. De hecho al mismo tiempo que Prinoth presentaba sus novedades revolucionarias, la también italiana Leitner hacía lo mismo con su LH-380, donde se sustituía su unidad mecánica por una hidrostática. Esta firma transalpina siguió con varias innovaciones a nivel mundial como la suspensión hidroneumatica en 1990 que se lanzó con la LH-500, que se complementaba con suspensión electrónica y chasis ajustable y otras innovaciones.
Cuando en 1992 Prinoth lanzó las primeras máquinas con cabinas de conductor de fibra de aluminio, se convirtió en el primer fabricante en hacerlo, y hoy sigue siendo el único que fabrica cabinas con este material, que permite que esta parte del vehículo pese menos que las de acero o fibra de vidrio, y lo que es más importante, mas resistentes a la corrosión. Seis años mas tarde, en 1998, se presentó la Everest, y con ello marcó un nuevo record en potencia declarada, con un motor de mas de 400 caballos. La colaboración con el diseñador de carrocerías Pininfarina realzó la importancia en el diseño, lo que según el fabricante hace que a día de hoy, este modelo todavía mantenga un aspecto moderno a día de hoy. Este fue un modelo muy exclusivo y actualmente solo se han entregado 40 de estas máquinas de diseño y potencia extraordinaria.
Nueva etapa con Leitner
Entrados en el nuevo milenio, Leitner se queda Prinoth, y decide que las máquinas de ambas empresas se comercialicen bajo el nombre que fundó en 1951 el piloto de carreras. Así, con el lanzamiento de la Leitwolf en 2002, la empresa se convierte en líder mundial en innovación tecnológica, estableciendo nuevos estándades en ergonomía y confort. La adquisición en 2005 de la canadiense Comoplast (fabricante de las pisapistas Bombardier) le permite liderar aún más este sector de la industriade la nieve.
Diseñada de nuevo por Pininfarina, presenta un motor de mas de 527CV y una anchura de 7,25 metros. La presentación vino precedida por el corto cinematográfico "The Beauty and the Beast", el clásico cuento infantil recreado en un ambiente contemporáneo con las pisapistas, un helicóptero y el funicular de la Nordketten, el cual se encargó a la productora de Lawine Torrèn, quien entregó un trabajo de siete minutos. Al día siguiente, nada menos que 400 conductores de este tipo de máquina hicieron distintas exhibiciones.
Para celebrar este gran acontecimiento, Prinoth organizó una fiesta el pasado 13 de Abril en sus instalaciones italianas de Sterzing (Sud Tyrol). Allí, y previa agradecimiento a todos sus empleados por estos 50 años de historia, se presentaron imágenes fotográficaa y videos de este medio siglo de biografía de Prinoth. La retrospectiva fue coronada por la aparición del veterano monoplaza diseñado por Ernst Prinoth, quien murió en Innsbruck el 26 de Noviembre de 1981 a la edad de 58 años, dejando en manos de su hijo las riendas de la empresa.
En 2011 Prinoth vendió un total de 1.141 vehículos, tanto para el tratamiento de la nieve como de vegetación e incluso servicios públicos para por ejemplo playas. Las ventas superaron los 200 millones de euros, siendo los mercados más importantes los de Estados Unidos, Canadá, Francia, Austria, y por supuesto Italia.
