Por eso cada vez mas los fabricantes de accesorios tratan de implantar algún tipo de placa solar en algunos de sus productos para que el usuario pueda recargar las baterías mientras practica su deporte favorito. Es el caso de algunas marcas de ropa, y ahora llega el turno al del casco. Claro que en este caso muchos se preguntarán si tiene lógica colocar una placas en un lugar que debe recibir los golpes, pero afirma el fabricante alemán TEXSYS, que sus celdas lo aguantan todo.
Además afirman que el mayor reto no fue comprobar su durabilidad, sino adaptar las placas a la forma curva del casco. Hasta ahora para superficies irregulares solo era posible colocar placas muy pequeñas que iban tomando forma en su conjunto. Ahora las láminas son flexibles y delgadas, aunque su eficiencia por el momento es inferior a la de los paneles rígidos, pero suficiente para aguantar toda una jornada de esquí cargando baterías.
El casco fue expuesto en la pasada feria ISPO de Munich, y de momento un casco con este tipo de cargador no bajará de los 300 euros, y se espera que lo compren de momento profesionales de la alta montaña, por eso se lanzará a pequeña escala. Solo el panel tiene un coste de 100€, pero se espera que la tecnología de fabricación vaya permitiendo bajar precios rápidamente como para lanzar el casco comercialmente a los esquiadores. Claro que es posible que para entonces la investigación en la durabilidad de las baterías haya avanzado también y por fin nos aguanten nuestros móviles durante una semana.