Este proyecto contempla la ampliación de este centro invernal en unos 8 kilómetros del dominio esquiable actual. Muy cerca del túnel arrancaría una pista de debutantes, siempre en territorio francés y fuera de espacios naturales protegidos. De ahí que sean los franceses los encargados de redactar el informe básico de todas las infraestructuras con arreglo a la legislación gala. Inicialmente se barajaban dos sistemas alternativos para la conexión aérea: teleférico o telesillas, que cubrirían una distancia algo superior a los 2.000 metros, evitando de este modo el acceso por carretera de unos 10 kilómetros, entre el túnel y Piau-Engaly, y por el momento se desconoce cuál será la opción más adecuada.
Esta comunicación aérea permitiría disfrutar de una estación de esquí alpino ya existente en un momento en el que la constitución del Consorcio del túnel de Bielsa-Aragnouet garantiza el tráfico rodado por este paso transfronterizo, órgano este en el que también están presentes el Consejo General de Altos Pirineos y el Gobierno de Aragón.
La comarca de Sobrarbe reclama desde hace décadas una estación de esquí para sus alojamientos y en la vertiente francesa disponen de esta infraestructura y no establecimientos hoteleros, por lo que se trata de una fórmula complementaria para las dos vertientes de la cordillera pirenaica. El objetivo es que el esquiador español deje el coche al final del túnel y una vez allí se suba al remonte que lo transportará hasta Piau-Engaly.
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