La novedad más destacada que presenta este año Port del Comte es la construcción de una nueva planta de fabricación de nieve, con la que "producimos más nieve en un periodo de tiempo más corto", explica Ferrer. A esta instalación hay que añadir la adquisición de doce nuevos cañones para hacer nieve artificial, con los que la estación de esquí del Solsonès llega "a los 250 cañones, una cifra importante". El director de Port del Comte tiene muy claro que "tenemos que rentabilizar al máximo la producción de nieve" aprovechando los días buenos para hacer nieve artificial: muy frío, poco viento y humedad baja. Este año, además, los esquiadores de Port del Comte tienen la opción de dejar los niños menores de 8 años en el nuevo jardín de nieve, un espacio delimitado y controlado por monitores que tiene "cinta transportadora y complementos para que los niños se distraigan", explica Ferrer. De esta manera, los padres pueden esquiar tranquilamente con la seguridad que sus hijos están en un lugar seguro.
La filosofía de los actuales responsables de Port del Comte es "mejorar año tras año la estación", con trabajos en verano "para asegurar el buen estado de las pistas en la época de nieve", dice Ferrer. Así, se han instalado más vallas paranieve, se ha sembrado hierba en las pistas, y se han remodelado algunas para hacerlas más seguras. Además, se han repintado los espacios de aparcamiento de vehículos y se han creado nuevos.
En cuanto a los efectos de la crisis económica actual en el mundo del esquí, Ferrer tiene muy claro que "nosotros tenemos crisis cuando no hay nieve", y comenta la fidelidad de los practicantes del deporte blanco, que "quizá reducirán gastos por otro lado, pero no se quedarán sin ir a esquiar".
Ayer por la mañana, las condiciones climatológicas para practicar esquí en la estación de Port del Comte eran "muy buenas", explicó el director de la estación, con un espesor de nieve entre 60 y 90 centímetros y ausencia de viento, factores propicios para practicar esquí. Con todo, las bajas temperaturas, que descendían hasta los siete grados negativos a media mañana, "han asustado muchos posibles usuarios", pero Ferrer califica de "correcta" la afluencia de esquiadores. Si las precipitaciones de nieve de los últimos días se mantienen y suben las temperaturas, se espera una buena temporada.
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