Jiminy Peak fue la primera estación de esquí en instalarse un molino eólico para poder transformarse su propia energía eléctrica y ahorrarse la factura, y Bolton Valley se ha convertida en seguir el camino de su predecesora, aunque con la diferencia que de momento solo podrá hacer frente al 15% de sus necesidades energéticas, muy lejos de Jiminy Peak, que prácticamente logra el 100%, y en verano puede incluso revender el sobrante.
Bolton Valley se gasta unos 33.000 dólares al año en facturas de la luz, sobretodo en la fabricación de nieve artificial y el esquí nocturno, donde tiene varios potentes focos que iluminan varias pistas. La turbina, que se instalará a los pies del telesilla Vista Quad, deberá ir incrementando su potencia, junto a otras dos futuras, hasta ser capaz de servir el 100% de las necesidades eléctricas de la estación, lo que ayudará no solo a reducir a casi 0 dólares la factura de la luz, sino a cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental.
La instalación ha tenido un coste de 750.000 dólares, por lo que al ritmo actual necesitaría 22 años en amortizarla, pero "la turbina debe suministrar mucha mas energía de la que necesitamos, lo que nos permitirá instalar mas innivación artificial, más esquí nocturno y desarrollar las infraestucturas a un coste de factura prácticamente nulo a partir de ahora" afirman desde Bolton Valley, que añaden que este tipo instalaciones deberán hacerse cada vez más comunes, en un momento en que las necesidades energéticas son mayores, y el impacto visual de subir postes de electricidad a las montañas es alto. De hecho, el plan de desarrollo es tan grande, que esperan instalar otras dos turbinas más, que serán más potentes y más grandes, con el objetivo incluso de revender energía con la que amortizar más rápido la instalación.
Jiminy Peak, cerca de Massachusetts, fue la primera estación de esquí en dotarse de un molino de energía eólica. Una turbina de 84 metros de altura bautizada como Zephyr, que ha sido toda una atracción turística por sí misma y con una potencia de 1.5MW, que es capaz de suministrar el 33% de las necesidades eléctricas de la estación, pero durante la temporada de esquí, los vientos son mas fuertes, con lo que el suministro se incrementa hasta el 50%. Zephyr transforma 4.600.000 kWh anuales, de los que Jiminy Peak se queda la mitad, y el resto se devuelve a la red para su reventa.
La turbina de Bolton Valley es una Northwind 100 fabricada por Northern Power Systems, empresa situada en Vermont. Medirá 37 metros de alto desde la base hasta la zona más alta de la torre, mientras que si medimos la distancia hasta la parte superior de la pala, encontraremos 47,55 metros de distancia. Cada hoja está cubierta con teflón para protegerla del hielo, el mismo método usado en los molinos instalados en el mar de Bering. Con todo, se podrá ver desde unos cinco kilómetros de distancia como máximo.
Bolton Valley se instala su propio molino eólico
Es la segunda estación de esquí que se instala su propio molino eólico para hacer frente a sus necesidades de energía eléctrica. El generador transformará el 15% de la electricidad que necesitan en la instalación invernal de Vermont, Estados Unidos, que actualmente paga unos 33.000 dólares anuales.
