Que peligro Cristina2¡¡¡¡, lo verdaderamente preocupante, es que esta gente que nos manda, y supuestamente desea lo mejor para nosotros (que miedo me dan) como el Sr. Nadal, no tienen ni pajolera idea sobre el tema.
Dicho de otra forma, no suelen saber nada de la nieve, la montaña o el deporte del esqui.
Yo me pregunto: ¿Sabe algo realmente el Sr. Nadal de lo que es una estación de esqui, del deporte del esqui en si mismo, de lo que se puede llegar a sentir cuando se desciende por una pendiente nevada?. Este Señor fue el que no hace mucho prohibió la construcción de nuevos campos de golf en Cataluña, y acto seguido no tiene reparo alguno en aprobar 32 nuevos parques eólicos en el Alt Empordá con unos aerogeneradores cuyas dimensiones alcanzan los 180 metros de altura.
Mientras escribo me viene a la mente una noticia aparecida en Navasport este año en la que no se que política de medio pelo pretendía prohibir la práctica del esqui en Semana Santa, o primavera en Pajares por resultar peligroso
Ya lo sabeís, como siempre " es por nuestra seguridad"
Estos políticos (sus antecesores claro), fueron los que firmaron el nefasto tratado de los Pirineos (S XVII) repartiéndose España y Francia sin tener ni idea de lo que estaban haciendo, así Bourg Madame la separa un puente con su vecina Puigcerda, hoy sería un barrio de no mediar dos estados, o la mismísima Llivia, territorio de soberanía española, que por error fue excluida dle pacto y ha permanecido como una isla española dentro del territorio galo ¡¡¡Increíble¡¡¡ mayor despropósito imposible.
Pero es que la calidad de nuestra clase política, no sólo no ha mejorado, sino todo lo contrario, ya que además de no saber, ahora nos quieren engañar. ¿En que cabeza cabe que nombren un médico para la consejería de justicia, o a alguien que ni tan siquiera ha hecho el servicio militar para Ministro de Defensa? Basta la lógica del hombre de la calle para darse cuenta que no puede ser, que algo está fallando.
No sería más natural designar a personas que tengan conocimiento directo en esas materias, y no tener que inverir nuestro dinero en pagar asesores.
Nadal dice que el nuevo Plan "reduce la construcción y la concentra", lo cual es una aberración porque, en mi modesta opinión, no hace ninguna falta seguir construyendo en la Molina. La Molina no es un pueblo, el pueblo es Alp. Las construcciones originales de La Molina nacieron a la sombra del Xalet del CEC y de la estación del tren, y todos los Xalets y torres tenían y aún conservan un denominador común: su armonía con el entorno e integración en el paisaje de una forma discreta y elegante, utilizandose materiales nobles como la piedra, la pizarra o la madera en su justa medida, y con buen gusto. Sólo hay que darse una vueltecita para comprobarlo, y comparar con las nuevas construcciones actuales verdaderos homenajes al mal gusto, y al pegote. El ejemplo más claro sería la nueva urbanización que están construyendo en Masella, o la mismísima Super-Molina cuya apertura sentencio definitivamente las instalaciones inferiores de la estación.