Para fabricar un iglú como este, primero se ha de hinchar un globo de grandes dimensiones, y sobre ellos se amontonan unos 3.000 m2 de nieve, que una vez se ha endurecido, permite desinflar el globo. Así, hasta los 12 pequños iglús en los que dormirán hasta 32 personas como máximo.
También se ha construido otro espacio que será un bar con capacidad para cien personas de pie, en la que habrá una barra en la que se podrán tomar refrescos sin prácticamente tenerse que quitar los esquís.
El hotel está dirigido a verdaderos valientes, ya que pese a estar situado a mas de 2.300 metros de altura, no dispone de agua corriente y la única luz que hay es la de las 5.000 velas. La electricidad solo se usará en la cocina, los jacuzzis y en el cambiador de ropa, que es el único espacio que se ha dotado de calefacción. Aún así, sus creadores afirman que las habitaciones están aisladas del frío y que el material para dormir ha sido escogido para dar el máximo confort, como un colchón de felpas y las bolsas térmicas que se usan como saco de dormir. Con esta combinación se pueden soportar temperaturas de hasta -50ºC.
Los que quizás podrán disfrutar de la atracción más espectacular, serán los que hayan pagado los 330 euros que cuesta alojarse en la Suite Romántica, donde habrá un jacuzzi donde poder bañarse a la luz de las estrellas gracias a una trampilla abierta en la parte superior del iglú. Por ese precio te darán también una vuelta nocturna con raquetas de nieve, y te permitirá disfrutar de las 'Primeras Nieves' antes de la apertura de la estación.