El nuevo enclave invernal asturiano -vecino de San Isidro- cuenta en esta primera fase con 8,5 kilómetros de superficie esquiable. Dispone de una docena de pistas y cinco remontes y ha supuesto una inversión de alrededor de 15 millones de euros. Además, la estación tiene un edificio de servicios, que incluye cafetería y restaurante, y párking para turismos y autobuses.
Para una segunda fase, el Principado tiene previsto instalar un sistema de innivación artificial y ampliar progresivamente la superficie esquiable. Respecto a los acuerdos que el Gobierno asturiano y la Diputación rubricarán para permitir el uso común de las instalaciones, la próxima temporada un remonte desde el área de Riopinos conectará ambos enclaves.
Además, los usuarios podrán utilizar un forfait común para los dos espacios, que se promocionarán también en las ferias con una estrategia global. Otro acuerdo entre el Principado y la institución provincial conllevará la financiación conjunta del nuevo tendido eléctrico que alimentará las necesidades energéticas de San Isidro y Fuentes de Invierno y cuyo coste superará los siete millones de euros, según las estimaciones técnicas realizadas.
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