La zona está dividida en dos estaciones no comunicadas, Lech-Zurs y St. Anton-St. Christoph. Para moverse por toda la zona existe un 'forfait' único que permite disfrutar de 270 kms. de pistas y 180 kms. de fuera pista.
Todas las comodidades están pensadas en este exclusivo complejo. Cada estación ofrece todo tipo de comodidades, desde autobuses gratuitos a una intensa actividad cultural y gastronómica, pasando por un catálogo de actividades 'aprés ski' muy amplio. Vacaciones a la carta, alojamiento en casas rurales o en elitistas y recargados hoteles y una oferta irresistible para el esquiador son algunas características de Lech, un lugar por el que se dejan caer miembros de las casas reales holandesa, británica o española.
El encanto del pueblo, cuyos orígenes se remontan al año 642 (DC) en un manuscrito en el que aparece como 'Licca', piedra de agua. Propiedad del obispo de Augsburg de 1059 a 1814, la zona se pobló de habitantes del Valais, región al oeste del país. Sus habitantes eran ganaderos y buena parte del invierno quedaban aislados, teniendo que soportar dos plagas en los siglos XVI y XVII. Todo cambió con la construcción del Flexenpass en 1897, abriendo la región y dándole un impulso decisivo a los pocos más de 300 habitantes que hasta entonces vivían en unas condiciones extremas y en una considerable pobreza.
A principios del siglo pasado el esquí se hizo popular y la riqueza empezó a entrar en Lech y su región. En la primera década del siglo XX ya había un buen número de practicantes y a principios de los años 20 cobró fama como centro de esquí. En 1937 se construyó en la vecina Zurs (a 10 kms.) el primer teleférico del país.
Lech es hoy en día lugar de reunión cosmopolita pero que sigue guardando una devoción admirable por su entorno. Cuna del esquí, primero como medio de transporte y poco después como actividad de ocio, pronto atrajo la atención de otros aficionados europeos. El Ski Club Arlberg, creado en 1901, es uno de los más antiguos del mundo y entrar en él no supone sólo esquiar bien.
Hoy Lech es un pueblo de 1.316 habitantes que ha sabido mantenerse fiel a su pasado en las tradiciones, la arquitectura y respeto a su territorio. Ello no ha impedido que disponga de 8.300 camas para sus visitantes y que venda un millón de forfaits al año, mientras que la cercana Zurs queda más inactiva en verano.
En Austria, y especialmente en el Arlberg, esquiar supone querer a la montaña, sentirse parte de la misma y disfrutar de los placeres que ofrece en un marco espectacular de cimas que abrazan al visitante. La montaña es un bien demasiado valioso y eso lo entienden allí desde siempre, porque forman parte de la misma. Es por eso que quien vaya a Lech debe olvidarse de los modos tumultuosos de estaciones más cercanas. Si los residentes en Lech o Zurs han de hacer cola para que los de fuera puedan esquiar, dejan de venderse forfaits a quien no pueda acreditar su residencia. Nadie tira nada al suelo; todo va a la papelera o al bolsillo. Tristemente es una excepción en el panorama general. Se ha inaugurado un telesilla, el Trittalp en Lech y el de Seekopf en Zurs, con calefacción en el asiento, se accede a los transportes mediante 'ski pass' y la red de remontes es suficiente, rápida y fluida.
Variedad de pistas
>Sus pistas son largas, divertidas y de nivel medio-alto. Muchas de sus rojas serían consideradas negras en otras estaciones. Las indicaciones, bien situadas, y los restaurantes, limpios y bien atendidos en terrazas de grandes vistas.
Lech es apta para debutantes (hay pistas para ellos en el centro del pueblo) y para recién iniciados, las azules de Oberlech. Para el nivel intermedio, Lech es más asequible que Zurs pero en ambos casos el descenso es muy largo y con tramos de variada dificultad. Los expertos quizás echarán a faltar un mayor número de pistas negras pero a cambio tienen 180 kms de las llamadas rutas de esquí, accesible desde los remontes y por donde bajarán (o subirán si se equivocan) por nieve no pisada. Se puede llegar hasta el pueblo de Lech o hasta Zug (a 3 kms. de Lech) por nieve virgen. La zona de Valluga es la de mayor complejidad. Los amantes del snow tienen un half pipe de 100 metros en Stieglkopf de Lech. En la zona, Boarderland, hay sitio para todo: Boarder Cross, Pro Jumps e Invert Jumps, Snake Run, Funboxes, Gaps y Quarterpipe.
Los fondistas encontrarán 15 kms. de pistas y 30 kms. de caminos marcados en la nieve, además de una pista de luge de 1,2 kms. entre Oberlech y Lech. Posibilidad de realizar heliski, patinaje, paseos en trineos tirados por caballos, trazados de jogging, pesca, rafting en río o parapente.
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