Las cifras corresponden al estudio elaborado por la empresa GM Consultores a petición de la Asociación de Empresas de Alojamiento Turístico y los Comuns de Canillo, Encamp y la Massana. Y pretende demostrar que el peso de estos apartamentos en la economía andorrana es lo suficiente significativo para que el Gobierno se replantee el cierre.
El informe se ha elaborado en base a los datos del consumo de los visitantes que periódicamente recoge el ministerio de Turismo (y que establecen que un turista se gasta por término medio 160€/día) y de la información que han facilitado los afiliados a la citada Asociación. Y es que no todas las sociedades que explotan inmuebles de este tipo forman parte del colectivo. Los afiliados a la asociación representan el 68% del total de apartamentos declarados, es decir, 1.616 unidades repartidas entre Canillo, Encamp y la Massana. Es en Encamp (y básicamente en Pas de la Casa) donde se concentra el mayor número de inmuebles de uso turístico. En total hay 1.184 apartamentos en la parroquia encampadana ante de los 246 de Canillo y los 186 que hay en la Massana.
Si cada apartamento tiene una media de 5 plazas, el sector acumula 8.235 camas, que pueden llegar a generar tres millones de noches de estancia al año. Pero el sector se nutre de visitantes básicamente durante la temporada de invierno. La campaña pasada, la 2005-2006, los apartamentos turísticos generaron 653.337 pernoctaciones y la ocupación fué del 52%.
El resto del año los niveles de ocupación son bastante más bajos, pero según los cálculos de los autores del informe las pernoctacions en estas viviendas representan un 13,2% del total de noches de estancia que generan los diferentes alojamientos del país. También el gasto que generan representa este porcentaje con relación al total de dinero que los turistas se dejan al país en un año: 948 millones de euros.
El informe especifica que el análisis únicamente se ha limitado “a valorar el impacto sobre los sectores conexos sin entrar a analizar otros efectos inducidos”. Y es que los autores del documento recuerdan que la explotación de estos negocios también genera otros beneficios indirectos, como por ejemplo el impacto sobre el sector de la construcción y los anexos. Y es que los pisos de uso turístico representan 68.000 metros cuadrados construidos. Además, también recuerdan que es un sector que da trabajo cerca de 900 personas.
El informe concluye que “muy posiblemente las consecuencias negativas inducidas por la desaparición de la oferta de apartamentos turísticos pueden incidir negativamente sobre el resto del sector de alojamiento turísticos y de manera general sobre los otros sectores inducidos”. Y es que, por ejemplo, señalan que la variedad, la cantidad y la calidad de la oferta de alojamiento es un factor que contribuye a hacer atractivo un destino turístico. Y añaden que el modelo de estancia en un apartamento tiene mucha fuerza en los países vecinos, especialmente en Francia.
Dos mil euros en el mantenimiento
El propietario de un apartamento turístico invierte 2.156 euros en el mantenimiento del inmueble cada año. Según los cálculos facilitados por la Asociación de Empresas de Alojamiento Turístico (y recogidos en el informe de GM Consultores), el gasto más importante es la de la comunidad de propietarios.
Cada apartamento debe contribuir cada año con 885 euros al mantenimiento de la comunidad de vecinos. La sigue la de los recibos de electricidad, que representan un gasto de 636 euros. Los propietarios también deben hacer frente a las tasas comunales (154 euros) o a la reparación y el mantenimiento (303 euros).
Los informes precisan que estos 2.156 euros (al año y por apartamento) no incluyen otras contingencias, como por ejemplo los gastos extraordinarios de reparación, adaptación y modernización.
En una reunión próxima, el Gobierno, los comunes y los representantes de los apartamentos deben hablar sobre el informe y las conclusiones. Pero para demostrar que los apartamentos cumplen todas las condiciones, el colectivo que preside Valerie Lackner también ha entregado a Turismo cartas de mayoristas de viajes (clientes habituales de estos apartamentos), que certifican la satisfacción por las condiciones de los inmuebles.
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