San Isidro está batiendo récords de espesores de nieve, con hasta tres metros y medio. A pesar de ello, durante la jornada de ayer sólo 3.000 personas visitaron la instalación deportiva, la misma cifra que se alcanzó en Valgrande Pajares. La estación lenense tuvo que cerrar la zona alta de la instalación debido a las fuertes rachas de viento que azotaron ayer a la cordillera Cantábrica, con más de 110 kilómetros por hora. Los aludes que está sufriendo constantemente la carretera de acceso a San Isidro echaron para atrás a muchos de los aficionados del esquí.
San Isidro bate récords de espesores de nieve. Hasta tres metros y medio de manto blanco está acumulada en la parte alta del complejo. Sin parangón ni en España ni en los principales centros de esquí de los Pirineos y de los Alpes. Ninguno de ellos pasa siquiera de los tres metros de altura. A pesar de ello, ayer el complejo de deporte invernal de San Isidro tan sólo alcanzó los 3.000 visitantes, la misma cifra que la estación de Valgrande-Pajares.
Los aludes en la carretera de acceso al complejo allerano y el fuerte temporal que azotó a la Cordillera fueron un freno importante para que los aficionados a la nieve declinaran acudir a la instalación para disfrutar de uno de los mayores espesores del año. En el caso de Pajares, según apuntó el director de la estación, José Miguel Vega, durante la jornada de ayer estuvo «cerrada la parte alta del complejo debido al fuerte temporal y al viento». Se alcanzaron rachas que superaron los 110 kilómetros por hora.
Valgrande-Pajares y Alto Campoo (Cantabria) también disponen de reservas de nieve como para garantizar varias semanas de deporte blanco. Todas apuntan hacia una temporada en la que se pulverizarán las cifras de asistencia. La próxima Semana Santa, salvo cambios imprevistos, puede ser multitudinaria en cuanto a cifra de visitantes.
Según datos aportados por las propias estaciones, los espesores del pasado viernes en San Isidro iban de 80 a 350 centímetros, en Valgrande-Pajares de 110 a 225, en Alto Campoo de 190 a 240, en Leitariegos de 80 a 220, y en Manzaneda de 90 a 180. Llama la atención que este último complejo, emplazado en Galicia, disponga de seis pistas abiertas pese a los problemas de innivación natural.
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