Colgó los esquíes el domingo después de finalizar la prueba de cincuenta kilómetros de esquí de fondo en el puesto veintidós y confía en que su hermano Javier, subcampeón de España en la misma disciplina, pueda continuar con la saga de los Gutiérrez Cuevas en la élite mundial.
-¿Cómo analiza la última participación de su carrera profesional?
-Me ha llenado mucho porque he estado hasta el final dando la cara. Yo creo que al público esto le ha gustado mucho. Para mi, como profesional, el resultado que logré el domingo en Turín ha sido el peor. Hemos logrado, en otras ocasiones, estar entre los diez primeros, hemos conseguido diplomas, siempre he estado entre los veinte primeros y en esta ocasión he sido el veintidós. Pero como he comentado ha gustado mucho a la gente porque han visto que hemos dado la cara, estuvimos en todo momento con opciones. Han sido una pena los treinta y un segundos finales, pero el deporte es así. Yo igual pequé un poco de 'gallo' al principio, tenía buenas sensaciones, pero los dos o tres kilómetros finales han sido los que me han llevado al final al puesto veintidós.
-¿Cuál fue su primera prueba de cincuenta kilómetros?
-En el año 1991, en mi primer año de senior, debute en la distancia de cincuenta kilómetros. Tengo buen recuerdo de esta carrera fui el noveno pero me quede a las puertas de la medalla. Creo que este año fue clave para el esquí ya que se profesionalizó.
-¿Le privaron de una Olimpiada por novel?
-Poco a poco fui creciendo como esquiador y en la temporada 86-87 corrí mi primera prueba internacional. Progrese muy rápido y en 1987 dispute mi primer mundial junior en Italia. Un año más tarde llegó mi primera gran decepción. Siendo campeón de España junior y absoluto me dejaron fuera de los Juegos Olímpicos a pesar de que a mi entender me lo había ganado en competición. Por mi inmadurez después de haber hecho una gran temporada y haberlo conseguido a pulso me dejaron fuera del equipo español. Para mi fue una gran desilusión y deje el esquí de fondo y me pase al ciclismo. Mi padre, un trabajador de fabrica, que era un gran aficionado al ciclismo sufrió un accidente y fue atropellado cuando montaba en bicicleta. Me encontraba en Madrid haciendo el servicio militar en aviación. Está desgracia me hizo reflexionar y volver al esquí de fondo.-¿Le ha compensado una trayectoria tan larga -nueve mundiales y cinco olimpiadas-?
-No hay ninguna duda que mi deporte es minoritario y pasa desapercibido aquí en España y también hay que decir que en nuestro país sólo hablamos de fútbol. En otra actividad seguro que me hubiese ido mejor en lo económico, pero lo piensas ahora cuando ya no tiene remedio.
-¿La alta competición exige mucho?
-Analizando el día a día de una temporada te diré que yo en su conjunto recorro unos once mil kilómetros, corriendo, esquiando, en esquíes con ruedas y musculación. Todo depende de la fase del año. En verano es cuando realizamos el mayor trabajo de cargas y un mes antes de la primera carrera de la Copa del Mundo en Noviembre. He llegado a recorrer unos cien kilómetros diarios durante tres semanas. Este trabajo va bajando en tiempo y dureza y lo compaginamos con la intensidad ritmo y velocidad. Si quieres llegar no tienes más remedio que dar el máximo en cada minuto de entrenamiento.
-En Cantabria, ¿cómo estamos en el esquí de fondo?
-Ahora estamos bien, hace años si echaba de menos una pista de esquí de fondo. Desde hace tres años el Gobierno de Cantabria me ha ayudado mucho y se ha construido una pista que lleva mi nombre y lo cual agradezco mucho. Ahora si podemos entrenar y los jóvenes tendrán sus oportunidades.
-¿Le gustaría tener una escuela de la especialidad?
-Si me gustaría y creo que se podrían hacer grandes cosas. Los deportes de base requieren grandes profesionales y trabajar la base, esto es primordial para todos los deportes. Pero en este más todavía se requiere entrenadores con experiencia para que trabajen la base, en caso contrario van a llegar a un equipo nacional sin la debida formación.
-¿Alto Campoo, como lo ve?
-Estos dos últimos años la climatología se esta portando muy bien, y esto es bueno para la región. Así sube el deporte de invierno. Creo que necesita alguna inversión más en temas de remontes como en esta zona del Cornón y se podrían hacer treinta kilómetros esquiables. El personal que tiene la estación es magnífico y siempre me han tratado muy bien.
-¿Cuál es la conclusión de Juan Jesús después de veinte años?
-Han pasado muy rápidos, no se, quizá en los dos últimos años se han volcado hacía mi. Desde el año 1991 dimos mucho, tuvimos grandes resultados en el 94 y 95, de esa primera etapa el recuerdo es un poco agridulce, pero en los últimos años se han volcado y han reconocido el trabajo realizado.
-¿ El mejor recuerdo?
-Sin dudarlo el podium en la Copa del Mundo y un diploma en los mundiales de Canadá, estos son los mejores que puedo tener en mi vida profesional.
-¿La parte más negativa?
-La cantidad de tiempo que hemos pasado lejos de nuestros seres queridos que ha sido mucho y es lo que más me ha costado en los últimos años.
Juan Jesús entiende que sus comienzos fueron rústicos y muy bonitos, pero en su narración tiene recuerdos para su familia y para los esfuerzos que tenían que hacer cuando las nevadas cargaban de verdad en la Reserva del Saja. Tiene respeto al mañana sin entrenamientos ni competición, lo que ha sido casi toda su vida.
-¿Que recuerda de sus comienzos, después de 22 años?
-Son rústicos y muy bonitos. Lo normal es empezar con un buen maestro y en unas buenas estaciones de esquí. Mi caso fue diferente, lo primero que me puse para la nieve fueron dos tablas de madera y unas botas de goma por las montañas de la Reserva del Saja en el pico La Muela con unos primos de mi difunto padre, Chuchi el 'Grillo de Aradillos' al que se le quedaron unas yeguas incomunicadas por las nevadas y las llevábamos la comida. Aquí empezó mi profesión de esquiador de fondo. Unos esquíes de madera y unas botas de goma y a la espalda un fardo de hierba para llevárselo a las yeguas para que no murieran.
-¿Y después?
-Después seguí en los picos de Brañavieja y con cuatro amigos marcábamos la pista de esquí de fondo, esto ocurría en los años 84 y 85. Yo venía del atletismo y di este paso al esquí. Posteriormente entre en un equipo de promesas en Jaca y quede sub campeón de España infantil. Recuerdo que en aquella prueba el tiempo fue muy malo con mucho viento y fuertes nevadas. Al estar acostumbrado de Alto Campoo logre hacer una buena prueba y me becaron y a partir de ese momento puede compaginar estudios y esquí.
-¿Añoranza al colgar las tablas?
-Si me esta costando mucho, lo tengo asumido ha sido mi última carrera pero en mi fuero interno no lo tengo asimilado de todo, estos seguro que sufriré por este cambio. Han sido muchos años he sacrificado mucho y he dado veintidos años de mi vida a este deporte y me va a costar. El cambio a la vida normal resultará difícil, los primeros días y meses serán difíciles. Espero adaptarme a la nueva vida.
-¿Empezar de nuevo?
-Así es, mi vida empieza de nuevo o de cero, hasta ahora he tenido lo justo para vivir, pero en otro deporte esta preocupación creo que no existiría.
-¿Está preocupado por el futuro?
-Lo tengo en blanco no lo se. Yo creo que se ha valorado mi esfuerzo, me han ayudado y creo que lo van a seguir haciendo. Entre todos seguro que no me van a dejar tirado. Ahora me siento querido y me van a seguir ayudando.
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