Una agradable jornada en la nieve puede convertirse en una auténtica tortura si no se ha planificado previamente. En concreto, el esquí es un deporte muy técnico en el que, para disfrutarlo al máximo, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones previas. El material es vital y una mala elección puede aguar una jornada de diversión. Carlos Díaz, monitor de esquí, tiene muy claro que lo más importante es «notarse bien, cómodo y relajado» a la hora de calzarse el equipo antes de esquiar.
Las primeras veces es recomendable alquilar el material, pero más adelante, y si el ocio da paso a la afición, cada uno deberá escoger el suyo propio. «Al principio no es necesario tener un conocimiento a fondo del material, pero hay que ver que lo que alquilemos tenga calidad y se ajuste a nuestras necesidades para que podamos evolucionar al máximo», reconoce Juanma Pozo García, monitor de snowboard de Sierra Nevada y Surfing.
Esquies
Lo primero que habrá que elegir serán los esquíes. Según el nivel de cada uno hay tres modalidades: «amateurs», medios y pro o de competición. Tanto mayores como pequeños deben elegirlos en función de la comodidad y el tamaño. Lo ideal para los principiantes son esquíes más cortos que largos, ya que son más fáciles de manejar, mientras que para las mujeres es mejor optar por unos ligeros, que ayudan a mantener el equilibrio con un esfuerzo mínimo, y se pueden encontrar desde 100 euros. Los bastones no son obligatorios, aunque siempre vienen bien como apoyo, especialmente para los que se delicen por primera vez.
Botas
Las botas, de ser inadecuadas, resultan incómodas, al obligar a adoptar una postura incorrecta sobre los esquíes y propiciar accidentes. Un consejo: es recomendable utilizar el «test de los dedos», que consiste en sacar la bota interior, introducir el pie en la cubierta externa y cerciorarse de que existen dos dedos entre el talón y la parte de atrás de la cubierta de la bota. Lo más aconsejable es siempre elegir el calzado después de haber probado varios modelos. Por 150 euros ya se pueden encontrar botas de calidad.
Vestimenta
En cuanto a la vestimenta, es vital llevar buenos materiales y cumplir el principio de las «tres capas» para no pasar frío: la primera, una térmica pegada a la piel; la segunda, la más importante, es un forro polar que evita que penetre el frío; y la tercera, es una que evita que no se transpire. El abrigo y los pantalones deben elegirse teniendo en cuenta las condiciones en las que se va a esquiar: con ventisca, mejor que sean impermeables, mientras que si luce el sol y hace calor, es conveniente uno que transpire bien para no acalorarse. Un equipo completo de abrigo y pantalones de calidad se puede comprar por 250 euros.
Las gafas
Las gafas son indispensables y han de ser de calidad, preferiblemente adquiridas en una óptica, ya que es nuestra vista la que está en juego. Nada menos que un 20% de las personas que practican deportes de invierno padecen enfermedades de visión. El precio a pagar, aparte de los 40 a 200 euros que nos pueden costar, es la marca que queda alrededor de los ojos.
Guantes
Los guantes tienen una importancia capital. No sería la primera vez que unos inadecuados pudieran provocar síntomas de congelación por no llevarlos. Si el presupuesto nos alcanza, a partir de treinta euros se pueden conseguir de fibra de algodón o de plumón. Para redondear la jornada, y como afirma Gonzalo Sauca, profesor de esquí, «una brújula nunca viene mal por si uno se desorienta y se sale de las pistas».
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