"Sin agobios", aunque satisfactoria es la caracetrística general esgrimida por la hostelería del Pirineo. Y es que cuando quedan pocos días para acabar las fiestas navideñas, los establecimientos turísticos del Pirineo de Lleida afrontan el puente de Reyes al 85% de ocupación, mientras que los del Pirineo de Girona elevan esa cifra hasta el 90%. Las 17 estaciones de esquí catalanas esperan recibir, en conjunto, a unos 50.000 visitantes diarios hasta el domingo.
"Ha sido una Navidad algo irregular", comentaba a El Periodico de Catalunya ayer el propietario de un pequeño hotel del Pallars Sobirà, que ha conseguido mantener los niveles de ocupación del año pasado, gracias a su cercanía a Port Ainé y al carácter familiar de su clientela. "Se ha trabajado de forma escalonada y sin aglomeraciones", afirmaba el presidente de la Federació d'Hostaleria de Lleida, Juan Antonio Serrano, que regenta un establecimiento en Vielha.
Destino turístico consolidado
En líneas generales, "al coincidir los días festivos en domingo", estas vacaciones navideñas "han sido casi como tres fines de semana normales", afirmaba el director de márketing de Baquèira Beret (Vall d'Aran), Josep Albós. El complejo de la Vall d'Arán ha congregado en sus pistas a entre 10.000 y 12.000 esquiadores diarios.
La Federació d'Hostaleria de Girona habla de un final de vacaciones inferior a otros años, ya que no se ha dispuesto de puentes que favorecieran la afluencia de turistas. Muy distinta valoración hace, en cambio, el director del Patronat de Turisme de la Diputación de Lleida, Xavier Moncayo, quien aseguró que "Lleida se está consolidando como destino turístico en esta época del año" y calificó como "muy positivo" el balance del periodo de Navidad.
Mucha y buena nieve
La cantidad y la calidad de la nieve es, según el patronato provincial de turismo, la causa de la afluencia de turistas en estos últimos días de fiestas. En el caso de las casas rurales, por ejemplo, la ocupación está alrededor del 100%. Moncayo destacó, además, "que un tercio de los cámpings también estén abiertos en Navidad".
Las perspectivas para el resto de la temporada son prometedoras. Las últimas precipitaciones favorecen el buen estado de las pistas, con lo que se mantiene el objetivo de aumentar en un 10% el número de forfaits vendidos respecto al pasado invierno. En Baquèira, ayer se acumulaban 155 centímetros de nieve fresca, mientras que en las estaciones pallaresas de Port Ainé y de Tavascan, los grosores alcanzan los 100 y los 140 centímetros, respectivamente.
Boí Taüll (Alta Ribagorça) ofrecía 110 centímetros en sus cotas más altas; Masella y La Molina (Cerdanya) acumulaban 95 y Vall de Núria (Ripollès) llegaba a los 90. Eso, gracias al temporal del pasado lunes, que renovó la nieve en casi todo el Pirineo, "pero sin causar situaciones de caos en la carretera", apostilló el presidente de los hosteleros leridanos.
Según Serrano, "si algo ha fallado esta Navidad podría ser el cliente de segunda residencia, que ha dejado de venir al Pirineo a cambio de pasar las fiestas en familia". Esta ausencia, dijo el hotelero, ha hecho que "en las calles no se respirara el llenazo de otros años".
El Pirineo roza el lleno
La gran cantidad de nieve que hay en las pistas de esquí, favorece que la hostelería de Girona afronte el puente de Reyes con el 90% de ocupación mientras que la de Lleida, lo hace al 85%.