El tirón de la nieve, ligado a la estación de Valgrande-Pajares como mascarón de proa, no se ha quedado muy atrás. Durante la pasada semana resultó misión imposible encontrar un alojamiento en los alrededores de la estación. Con estos datos sobre la mesa, ambos concejos, que han doblado su número de plazas hoteleras en pocos años, ven en el turismo un gran motor de futuro.
-Buenos días. ¿Tiene habitaciones libres?
-Ni una.
-¿Y sabe si podremos encontrar alojamiento por la zona?
-Todo está repleto, pero, si quiere, le puedo dar las señas de algún hotel en Mieres o en Oviedo.
Conversaciones telefónicas como ésta han sido tónica general en Aller y en Lena durante el pasado puente de la Constitución. Cientos de aficionados a la nieve intentaron de manera infructuosa encontrar alojamiento en un territorio que se ha visto desbordado en los últimos años por el imparable auge del deporte blanco en la cordillera. La Asociación de Hostelería de Asturias desvelaba el pasado lunes que el allerano, con un cien por ciento, fue el concejo de la región con mayor índice de ocupación durante el «macropuente». Lena no le anduvo muy a la zaga.
A pesar de que ambos municipios han doblado el número de plazas hoteleras durante los últimos años, gracias a la iniciativa privada y a las ayudas provenientes del programa europeo «Proder II», las cifras de ocupación del puente y las que se registran durante la mayor parte de los fines de semana de la temporada de esquí dejan claro que existe un déficit de alojamientos, sobre todo para hacer frente a una demanda «blanca» que irá a más cuando en 2006 abra la estación de Fuentes de Invierno, en la vertiente allerana del puerto de San Isidro. Además, en Lena este auge coincide con las obras de la variante de Pajares, que dentro de un par de meses concentrarán en el municipio a más de 700 operarios, y con la inminente declaración del parque natural de las Ubiñas.
Según el Servicio de Información Turística de Asturias (SITA), Aller y Lena son, con diferencia, los concejos de las Cuencas con mayor capacidad hotelera. En el primero hay 410 plazas. En el segundo, 439. En ambos casos, no pasa un mes sin que se inauguren núcleos de turismo rural. Gabriel Pérez Villalta, alcalde de Aller, asegura que el precio de las fincas del municipio en las que está permitido construir ha experimentado un incremento de precio muy por encima de lo normal y que, sin embargo, «se venden al momento».
Villalta añade que, dado el auge turístico que vive el concejo, resultaría «muy interesante» la apertura de un hotel de alta capacidad. Pero la estacionalidad de la demanda, ahora muy centrada en la temporada de esquí, frena este tipo de iniciativas. Quizá por ello, el Ayuntamiento ya trabaja en un plan de marketing turístico integral para el desarrollo de todas sus potencialidades. La nieve y Fuentes de Invierno serán dos de sus grandes referentes, pero también la caza, la pesca y entornos naturales tan atractivos como las Foces del Pino.
Aller también piensa en la necesidad de habilitar un camping y coincide con Lena en la apuesta por el desarrollo del turismo rural de cercanía y calidad.
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