La primera exigencia de la Junta para evaluar la viabilidad del teleférico es que se presente junto al proyecto un plan estratégico de la estación de esquí.
Este documento debe contener un estudio integral de Sierra Nevada, que incluya las necesidades de transporte de la estación en función de los visitantes que recibe y las expectativas de futuro. El plan estratégico también debe definir qué proyecto de comunicaciones con Sierra Nevada es el que más respeta los criterios de conservación, "ya sea la ampliación de la carretera, un tranvía, un teleférico...", señaló el responsable de Medio Ambiente, Gerardo Sánchez. El delegado envió un 'aviso a navegantes' y señaló que la iniciativa privada deberá justificar en sus proyectos "en primer lugar, la verdadera necesidad de ponerlos en marcha; en segundo, buscar la mejor opción medioambiental; y luego ya se entraría a estudiar al detalle la iniciativa".
Sánchez advirtió de que sólo será viable "un proyecto alternativo a la carretera, que no sabemos cuál es" y que éste debe estar en función de las "necesidades de la estación y no para crear un nuevo desarrollo urbanístico en el espacio protegido".
En lo que fue muy claro Sánchez fue en que "se rechazará rotundamente cualquier proyecto que implique nuevas áreas urbanas en el Parque Natural de Sierra Nevada", esto es "no hoteles, no aparcamientos, no edificaciones y no centros comerciales". Por esto, se mostró especialmente preocupado por las estaciones intermedias, como la del Purche, ya que anteriores proyectos ya las han intentado utilizar para urbanizar terrenos protegidos.
Aunque de momento los promotores del proyecto se limitan a reca/bar apoyos y sondear la actitud de las administraciones, la empresa tiene bien definidos la inversión y los informes necesarios, y los plazos de ejecución y amortización de la deuda bancaria. Según explicó Juan Antonio López, presidente de UCOP y socio de Teleférico Sierra Nevada SA, la iniciativa, aún sin contar con el beneplácito oficial de las administraciones, ya cuenta con muchos inversores interesados. "La sociedad nació con un capital social de 300.000 euros que ya se han ampliado a 600.000 y ahora estamos preparando una nueva ampliación a un millón de euros. Nosotros no cerramos la puerta a nadie que quiera participar", insistió. Precisamente esta es una de las características que más han seducido a los cargos públicos que ya se han rendido públicamente al proyecto: el capital es íntegramente privado.
Pero para que la idea se desarrolle es necesaria la autorización de las administraciones públicas. En concreto la de los ayuntamientos de los municipios sobre los que atraviesa el teleférico, la Delegación de Obras Públicas y la Delegación de Medio Ambiente. En cuanto a los primeros, el de Granada ya ha manifestado su intención de ceder el terreno donde se ubicaría la estación de salida, en un solar de titularidad pública junto al Palacio de los Deportes.
El de Monachil, según el presidente de UCOP, está tan encandilado con la idea que incluso se ha aventurado a pedir participación en su capital.
La ejecución del proyecto se juega, entonces, en las delegaciones de Obras Públicas y Medio Ambiente. La primera es la competente para autorizar el trazado y publicar el listado de expropiaciones. La segunda es el talón de Aquiles de cualquier infraestructura que se proyecta en la provincia por la férrea protección a la que está sometido el terreno delimitado por el Parque Natural, como ocurre en este caso. Los promotores son conscientes de que el signo del informe de impacto ambiental supondrá el principio o el final de esta aventura empresarial. "De momento, estamos preparados para desembolsar hasta 25 millones de euros", lo que les permitiría, de entrada, elaborar todos los informes previos. "Si nos lo autorizan, instalaremos un magnífico teleférico. Si no, tendremos un montón de papeles guardados en una caja. Lo tenemos asumido", aseguró el presidente de UCOP.
Teleférico Sierra Nevada SA propone una concesión por 60 años, con un plazo de amortización de 35 años. La inversión en el teleférico ronda los 80 millones de euros, cantidad para la que ya cuentan con financiación, según López. "La propiedad de los terrenos incluidos en el trazado –las estaciones y pilonas– es pública pero nosotros corremos con los gastos de las expropiaciones, como se hace con las carreteras. Ése es el capitulo de gastos que tenemos menos definido pero no podemos permitir que se dispare", reconoció.
Una vez que se aprobara el trazado longitudinal, la fabricación de la máquina correría por cuenta de la austríaca Doppelmayr, encargada de abordar el reto de construir el teleférico más largo del mundo, con 18,4 kilómetros (hasta ahora, el más largo está en Mérida, Venezuela, con 12,5 kilómetros). Se determinarían las torretas intermedias, que López calcula en unas 14, en función de los vados y catenarias. Una vez que se fijaran las pilonas, se hace un sondeo previo para calcular las cimentaciones necesarias. Todo ello, claro está, contando con el informe favorable del estudio de impacto ambiental y de consumo energético.
"Tenemos previsto empezar a redactar los informes al final del próximo verano –detalló el presidente de UCOP– Después empezaría la tramitación con las administraciones". López calcula que la exposición pública, presentación de alegaciones y ejecución de las expropiaciones llevarían unos 18 meses por lo que las obras empezarían en unos dos años. "En el peor de los casos, tendríamos el teleférico en unos cuatro años y medio", calculó.
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