Caviahue, donde la vocación vence a las adversidades

Para los poco más de 700 pobladores de Caviahue, una localidad ubicada en el norte del Neuquén, la crisis económica del 2001 fue un punto de inflexión para que se potenciara el desarrollo de este centro invernal y termal. Aunque las dificultades no son pocas para los que eligieron vivir del turismo en esta zona cordillerana.

Las construcciones en el lugar, a un promedio de 600 dólares el metro cuadrado, crecieron como consecuencia de las inversiones de quienes retiraron sus fondos del sistema financiero y los volcaron a los ladrillos.

Las proyecciones indican que en 2008, aproximadamente, las plazas hoteleras serán entre 2.300 y 2.400, triplicando las 800 que hoy constituyen el tranquilo y armonioso paisaje del lugar.

Justamente, la tranquilidad, la seguridad y las características pueblerinas de Caviahue son los factores que pesan entre los amantes de la nieve para privilegiar esta localidad sobre otras con más infraestructura.

A diferencia de Bariloche, San Martín de los Andes, Esquel o los mendocinos, Caviahue es el único centro invernal argentino que no se encuentra ubicado en proximidades de una ciudad.

“Muchos turistas prefieren resignar algunos servicios para ganar en seguridad y en calidad de vida; la idea de la gente es venir a descansar y despreocuparse totalmente de los problemas que tienen habitualmente en las ciudades”, señaló uno de los responsables de los vehículos especiales que trabajan en el traslado de personas dentro del pueblo y en las zonas aledañas.

VUELOS.
Por ejemplo, para llegar hasta Caviahue hay que hacerlo por tierra (350 kilómetros desde Neuquén), una dificultad que comenzará a resolverse el mes próximo con la implementación de vuelos con aviones de pequeño porte entre la capital provincial y Loncopué, una localidad de servicios ubicada a 50 kilómetros.

En relación al empleo, los hoteleros, gastronómicos y otros relacionados con el turismo constituyen el 90 % de la población laboral, con fuerte demanda en los meses de nevada.

En este sentido, las características geográficas y climáticas del lugar juegan a favor: desde fines de abril y hasta principios de octubre hay nieve en la zona, a diferencia de otros centros donde la denominada temporada alta no dura más de tres meses.

El intendente del lugar, Oscar Mansegosa, dijo que “se apunta más que nada a que aumente el poder adquisitivo de la clase media, porque el grado de dificultad para llegar al lugar hace que, por ahora, lleguen pocos turistas extranjeros”.

Caviahue nació como municipio el 8 de abril de 1986. Antes sólo era un paraje con algunas casas diseminadas al pie del volcán que le da nombre al lugar, cuando las pistas de esquí y de deportes invernales eran simplemente un proyecto.

PRECIOS ALTOS.
Entre los años 1991 y 1992 se produjo la primera etapa de despegue con la habilitación de los primeros medios de elevación y con la finalización de las obras de asfalto de la ruta que une Caviahue con Loncopué.

El costo de vida para los pobladores del lugar es alto. El gas no está subsidiado al nivel que debería estarlo, y las provisiones tienen el valor agregado del costo del traslado hasta el lugar.

“El kilo de pan está entre 3,50 y 4 pesos y el corte más barato de carne oscila en los 10 pesos”, indicó uno de los conserjes de un hotel.

Con relación a la calefacción, pese a que el servicio de gas está subsidiado por la Nación y por la provincia, “no deja de ser caro”, dijo uno de los vecinos del lugar.

Respecto de la salida laboral para los adolescentes que terminan la secundaria, existe hace dos años una “tecnicatura de turismo” en Loncopué, donde concurren entre 100 y 120 alumnos. El resto opta por ir a estudiar a otras ciudades o por emplearse en actividades más rudimentarias del sector turístico.

Para los habitantes de Caviahue informarse sobre las condiciones climáticas de la región depende, en la mayoría de los casos, de llamar a los centros meteorológicos de la zona o de los datos que brinda la FM de la región cuando es que los tienen.

“Abundan las noticias de Buenos Aires, que llegan por satélite, pero nos falta mucha información de la zona, sobre todo en lo que tiene que ver con el tiempo y las previsiones que debemos tomar ante eventuales tormentas”, explicó uno de los habitantes de Caviahue.

Muchos de los que trabajan en Caviahue escaparon de las grandes ciudades, la mayoría de Buenos Aires, de Mendoza y de la capital provincial.

Para ellos la tranquilidad y la aventura cotidiana de brindar un buen servicio turístico y de presentar de la mejor manera “su” lugar, puede más que las constantes dificultades climáticas.